ES SÓLO UN AVISO
Panther miró a su padre beber otro trago de cerveza. Bajó la mirada y se mantuvo en silencio buscando la manera de encontrar las respuestas a toda la mierda que se había acumulado en su cabeza por muchos años. Tragó el liquido amargo y refrescante y jugueteó con la botella.
- Por muchos años me pregunté el porque nunca hice el intento de hablar con ustedes - empezó Frank sin soltar de su mirada a su hermosa esposa nadando como una sirena bajo el azul del agua de la piscina -, guardé muchas cosas convencido de que era lo mejor para ustedes, después de todo alguna de ellas pueden lastimar.
- No sé si habría sido mejor no callar - musitó Panther lejano.
- No se puede saber - asintió Frank terminándose la bebida de un largo trago -. Quizá el destino hizo que Ryder escuchara esa conversación privada entre Abby y yo.
- Quizá.
Frank se giró caminando hasta el centro de la sala. Caminó por un rato entre la mullida alfombra castaña pensativo. En algún momento se detuvo levantando la cabeza y posó sus ojos azules en su hijo.
- ¿Sabes cuántas veces me he arrepentido de haber viajado solo a Nueva York después de haber tenido una horrible pelea con Diana la madre de Ryder?
Panther sostuvo la botella tenso enfrentando la mirada de su padre.
- Erin fue algo con que sostener mi orgullo - dijo ronco -, demostrarle a mi esposa que no podía manejarme como quería hacerlo. El negocio iba a viento en popa, el trabajo nos estaba llevando hasta donde había imaginado. Me sentía satisfecho, pero Diana, ella quería más y yo lo único que quería era disfrutar del éxito con mi esposa y mi futuro hijo.
Movió la cabeza y abrió la boca para decir algo y al final se arrepintió cerrándola de golpe.
- Yo..., ella... - pasó una mano por su cabello cano avergonzado -. Nunca debió pasar nada Panther. Entre tu madre y yo.
Panther no dijo nada, asintió apenas con la cabeza. No tenía palabras, se sentía extraño tener que reconocer que su madre no era una mujer a la que alguien quisiera tener a su lado, inclusive cuando joven. Él lo sabia desde que era un niño y había logrado comprender porque su padre no estaba con ellos.
- Erin era muy bella - miró a Panther -, me fascinaron sus ojos dorados, eran grandes y hermosos. Reía todo el tiempo, no se preocupaba por el mañana. Muy diferente a Diana - suspiró -, creo que necesitaba en esos momentos a alguien como tu madre.
- No puedo imaginarla así - replicó Panther.
- Lo era - asintió -, se embarazó a propósito; pienso que lo hizo con la esperanza de que dejara a Diana por ella, yo le deje todo claro desde el principio. Ella lo negó, estaba..., se puso histérica y entonces lo único que pude hacer por ella fue buscarle un lugar en donde vivir aquí mismo en Houston.
Panther fue hasta uno de los sillones de piel café oscuro sentándose en la orilla mientras se inclinaba descansando sus codos sobre sus largas piernas y cubría su rostro con las manos pensando en el pasado. Negar lo que su padre decía seria mentirse así mismo. Él lo había escuchado de su abuela la ultima vez que la visitó en Brooklin. "Tienes que saber la verdad hijo" - le dijo mientras sostenía su mano sentados en la mesa de la cocina -, "pobre de tu padre, no lo vio venir. Erin se fue con todo hacia él. Era el hombre que la iba a sacar de el barrio..."
Descubrió su rostro al sentir a su padre colocar una mano sobre su hombro.
- Ryder nació, Diana no fue la misma - bajó la voz -, ella se fue matando lentamente. No quiso estar cerca de nuestro hijo. A veces creo que ella sabia todo.
- ¿Por qué seguiste con mi madre?
- ¿Por obligación, culpabilidad? - inquirió levantando los hombros -, tal vez porque me sentía responsable de que no me sentía como un padre para ti. Te quería a mi lado y ese fue el precio.
-¡Dios! - exclamó Panther sintiéndose agotado -. Lo siento.
- ¡Nunca debes disculparte por lo que hice! - le regañó rodeando la parte trasera de su cuello -, volvería a estar con Erin con tal de que estés cerca de mí. Eres mi hijo y como ya lo he dicho antes los amo a pesar de como llegaron al mundo.
Ambas miradas se encontraron. La similitud entre ellas fue el aparte aguas para que se diera cuenta de que a pesar de todo el también amaba a su padre y que haría cualquier cosa por él sin importar que.
Sus ojos se abrieron y parpadeó sin poder controlar el baño frío que cayó sobre él cosquilleando su piel en pequeños piquetes.
No había nada que no hiciera por las personas que amaba. Nada.
Hablaron por media hora más, Panther se sentía algo liviano, realmente le había ayudado hablar con su padre. Había cambiado su relación con él, ninguno de ellos dijo nada pero se notaba en la manera de sus gestos y sus movimientos.
- ¡Mierda! - Exclamó Panther al recordar a Burt.
Tenia más de una hora en la casa y Burt estaba fuera esperándolo.
-¿Pasa algo? - le miró su padre preocupado.
- Burt - respondió levantándose del sillón algo alterado.
- Ve y Dile que entre a tomarse una cerveza, allá fuera hace calor - dijo Frank despreocupado -, su presencia no es molesta de ninguna manera, me gusta conocer a los amigos de mis hijos.
- No, él está pasando por algunos problemas y creo...
- Insisto - replicó su padre levantándose de su sillón favorito -, han hechos un viaje hasta acá y no voy a permitir que tu amigo se vaya sin tomar algo o comer algún bocadillo.
- ¡Por favor padre! - gruñó Panther sin ocultar la incomodidad del momento.-
- ¿Pasa algo hijo?
No dijo nada. Hizo un gesto de fastidio y se movió hasta la salida
- No podemos quedarnos - dijo y salió.
Llegó hasta el vestíbulo pasando una mano por su corto cabello y se giro mirando a su padre que estaba de pie en la entrada de la sala con una mano en el bolsillo de su pantalón.
- Hay algo que debo decir - las palabras salieron de su boca antes de que hubiera algo que le impidiera hablar -. Burt, no es..., bueno sólo un amigo que he traído como compañía.