Salva a la villana

Capítulo 17: Primer día de Mayordomo.

Capítulo 17: Primer día de Mayordomo.

Terminando de comer, el primero en levantarse de la mesa fue el señor Joski, que cuando vio la situación habló. —Kijiro, ven, te voy a llevar a tu habitación y también hay una lista de cosas que debes de aprender hacer para ser un buen mayordomo —dijo sonriendo con aires de amabilidad y viendo directamente a los ojos del niño.

Kijiro no dijo nada y simplemente decidió seguirlo para ver esta habitación qué dice. Todavía tiene muchas cosas que organizar en la mente sobre los acontecimientos recientes que pasaron y qué hacer en el futuro; después de todo es un reencarnado.

Al llegar a la habitación, se sorprendió al ver una habitación grande y con muchas cosas nuevas; todo esto parece algo que un noble debe de tener y no un simple criado como él. Tal vez esta es la amabilidad del señor noble para utilizar sus habilidades de niebla negra.

Sin pensar mucho en estos momentos, decidió entrar con calma a la gran habitación y vio que se quedó con Layla; ambos niños se miraron y no sabían qué decir, pero la carita contenta de la niña significaba lo feliz que se encontraba.

Layla habló: —Kijiro, me alegro de que hayas decidido aceptar convertirse en mayordomo y siempre estaremos juntos, siempre serás mi mejor amigo —dijo con esa voz alegre y chillona que por alguna razón no contenía la arrogancia que escuchó cuando la vio por primera vez en el bosque…

Kijiro escuchó estas dulces palabras de la niña de ocho años y no sintió nada, solamente asintió en reconocimiento y avanzó unos pasos hasta quedar cerca del rostro de la niña, entonces al ver que tiene toda la atención de ella, decidió hablar. —Sabes Layla, esa sirvienta que me baño es mala y quiero saber si hay una sirvienta anciana que tiene un hijo enfermo, ella lava la ropa y hace costura —dijo simplemente sin mostrar emociones fuertes, solamente mostró aburrimiento y frialdad como si en verdad no le importaran estas cosas…

Layla se sorprendió demasiado al escuchar las palabras de Kijiro, pero no obstante habló: —Sí hay una anciana así, se llama Maya y tiene un hijo enfermo, pero creo que hace dos días murió o algo así y ella apenas llegó hace unas horas a trabajar. Sobre la sirvienta que dices que es mala, yo te creo, Kijiro, ella es la sirvienta personal de mi madrastra y es muy mala —dijo simplemente con un rastro de enfado al mencionar a la madrastra.

*Kijiro asintió en reconocimiento y puso una palma en la cabeza de la niña para tocar ligeramente el cabello azul cristalino de Layla. Algo extraño fueron los colores extravagantes de los cabellos, pero no se perdió mucho en estas cosas y rápidamente se preguntó si en realidad está muerto ese niño hijo de la sirvienta, que recuerde bien en la trama, la anciana tiene un hijo enfermo de once años de edad que muere cinco días después de que fue torturado por la sirvienta pervertida, tal vez aún tenga una oportunidad de salvarlo y por lo que sabe apenas van tres días.*

Kijiro vio que seguía acariciando el cabello corto de Layla y retiró la mano al verla despeinada. Sintió que estaba por ser regañado por sobrepasarse; después de todo, ahora es un mayordomo y debe de seguir las órdenes de sus jefes.

Layla sintió que la mano cálida de Kijiro se retiraba velozmente y abrió los hermosos ojos inocentes para ver que había pasado y lo vio mirándolo con esa mirada llena de precaución y arrepentimiento, algo que en realidad la molestó y no dijo nada.

Kijiro miró con preocupación la carita molesta de Layla y sintió los pelos de punta, pero no pasó nada y tenía saber por qué no dijo nada y habló. —Layla, te acaricié la cabeza, también te despeine —dijo con curiosidad.

Layla escuchó las palabras curiosas de Kijiro y ahora sabía por qué se retiró. Sin sentirse molesta habló: —Me gusta que me acaricies, solo si eres tú no me importa —dijo con una voz arrogante como si fuera lo más común del mundo y al darse cuenta de las palabras que dijo, rápidamente se sonrojó como un jitomate sin atreverse a ver más al niño. Entonces salió corriendo con una risa suave y armoniosa, dejando aún a Kijiro asombrado.

Kijiro observó las diferentes reacciones de la niña y sintió que el mundo realmente estaba loco o él ya estaba loco.

Como explicarías las diferentes reacciones exageradas de Layla al verlo cercas? No es estúpido y sabe que le gusta a la niña, pero eso es asqueroso. Es un maldito reencarnado de diecinueve años de edad; no le atraen niños pequeños. Tal vez si es un niño normal, estaría enamorado de la niña y sería su primer amor, pero no.

Dejando de pensar en estas cosas escandalosas del amor, busco la famosa lista de deberes y la vio colgada en la pared; entonces memorizo todas las cosas que debe de hacer, sin perder tiempo camino a la puerta listo para trabajar.




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