CAPITULO 13: AUNQUE SEA DIFERENTE.

“La mayoría de veces necesitamos un guiador, un consejero, alguien que te apoye y que nunca te deje de amar, esos son nuestros padres, pero en casos particulares de que no lo sean, busca alguien que este, aunque no lo veas, Dios, al él no ves, pero está a tu lado, a veces nuestros padres los vemos, pero no están para nosotros.”

ROMELY.

Una parte de mi empezó a odiar el desorden, ver ropa tirada de aquí por allá, zapatos regados por todas partes y ver los platos sucios, la persona que trabajaba aquí se fue hace un tiempo, me había acostumbrado a tener ordenada nuestra casa. Empecé a arreglar los cuartos, limpie, barrí, recogí la ropa, limpie la mesa, los platos los amontone en el lavado, porque de todo era lo que más odiaba, lavar los platos. Mi madre llevo del trabajo muy cansada, muy pocas veces la veíamos, en la mañana antes de irnos al colegio, en la noche y a veces en el almuerzo, los fines de semana, la veíamos todo el día, podíamos disfrutar de su compañía y de su deliciosa comida. Cuando entro y vio la casa arreglada, se sorprendió y formo una sonrisa.

-wow, ¿ustedes arreglaron?

-si –respondí emocionada, aunque Noa no hubiese hecho nada, no excuse que solo yo lo hice. Ella se acercó y me abrazo, empezó a hacerme mimos, al principio me sentí extraña, ya ella nunca es cariñosa conmigo, y soy poco para esas cosas, luego hizo lo mismo con mi hermana, yo no sentí rabia, ni celos, solo felicidad, era la primera vez que me sentía ese calor re-confortable que te da una madre. Seguí ordenando los cuartos, porque quería volver a recibir esos abrazos y mimos, yo siempre he pensado que tú te ganas las cosas y no las pides, así que intente hacer eso, pero al final no recibí nada, para mi mama se volvió costumbre de que yo ordenara la casa. Noa de vez en cuando me ayudaba, eso sorprendía a mi mama, ya que ella es desordenada y perezosa, la abrazaba y daba mimos.

Ahora sigo siendo ordenada, pero no lo hago por recibir algo, sino que lo hago porque me gusta ver ordenada mi casa, algunas veces me felicita por arreglar, pero no me da abrazos y mucho menos mimos, es mejor así, me acostumbre así, son muy pocas personas las que abrazo o me dejo abrazar, y siempre es por poco tiempo.

Después de que mi mama dejo de abrazarme y dar mimos, deje de hacer favores a las personas cuando me lo pedían melosa-mente, está bien que me lo pidan amablemente, pero no melosa-mente, odio que hagan eso, me fastidia.

Mis emociones son algo diferente, soy poco expresiva, callada y a veces soy aburrida, por eso mi madre me dice que soy descuidada, grosera, e ingenua. Mi madre nunca sabe cuándo estoy triste, cuando estoy feliz, nunca nota mis emociones, lo único que ve es mis errores, para ella lo única bueno de mí, es ser ordenada. Muchas veces cuando hablaba con las tres, veía los defectos y las virtudes que tiene cada una, pero siempre era lo mismo en mí, solo era ordenada, y el resto eran defectos.

Mi padre es diferente, nota mis expresiones y emociones, cuando estoy triste, feliz, enojada o lo que sea, el hace cualquier cosa para animarme. Tal vez suene raro para algunos, porque son las madres las que siempre notan las emociones de sus hijos, pero hay casos en que los padres también notan eso. Mi padre es un hombre frió, que muy pocas veces muestra sus emociones, en esa parte soy como el, por eso creo que él sabe entenderme, y también notar mis emociones. Mis hermanas no son igual, ellas son expresivas y cariñosas.

Siempre me pregunte ¿Cuál es el aroma de mi madre? Un día mis amigas empezaron a hablar de las madres, una de ellas decía que le agradaba dormir con ella, sentir ese aroma que desprenden ellas, sentir esa comodidad, ese amor y ese sentimiento de protección. Desde ese día empecé hacerme esa pregunta, incluso intenté dormir con ella, sentir ese olor, pero cuando lo hice, nada de lo que ellas dijeron paso, no sentí ningún aroma diferente, ninguno de esos sentimientos, solo sentí dormir sola; solo me pregunto ¿Cuál es ese sentimiento hermoso? Me hubiera gustado sentir alguna vez su consuelo, a pesar de tenerla a mi lado no tengo ese privilegio.

A pesar de haberme fallado muchas veces, a pesar de no demostrarme mucho su amor, a pesar de todo, amo a mi madre, ella es la persona que me dio la vida, la que me ha visto crecer y ha corregido mis errores, la persona que ha tenido que aguantar este desastre que esta vacía por dentro. Amo a mi mama a pesar de darme un amor diferente al de mis hermanas, te amo porque eres la cuida mi camino, aunque a veces te equivoques, te amo porque eres mi mama.

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Lo que sospechaba se cumplió, su comentario confirmo mis sospechas, ¿tan fácil es decir que puedes dejar una relación de tantos años, tan comprometedora, y hacer tu vida en otro lugar? Mi corazón se destroza otra vez, la cinta es tan frágil, que su adhesivo se acaba con cada punzada que recibe. Lo que más me duele es que tengo que recibir las críticas y las humillaciones de los demás, me duele tener que guardar todo para mí, no tener con quien desahogar los malos momentos, las malas pasadas que me da la vida; no quiero decir la verdad, no quiero gritar a los cuatro vientos lo que pasa, no quiero lastimar a los demás como me lastimaste a mi sin que te dieras cuenta, porque sé que ellas nunca te perdonarían este error, tampoco sabría consolarlas, porque a mí nunca nadie me consoló, yo hago mis penas sola.

Porque yo se la verdad, y tú quieres seguir envolviéndome en tus mentiras, como los envuelves con tan facilidad a los demás. Sufro en silencio, no quiero compartir mi dolor, no quiero sufrir más, sé que, si ellas saben la verdad, nunca te perdonaría, como yo lo hice, porque yo te entiendo, porque me has sabido querer y entender, porque eres la persona que me cuida y me consuela, porque eres mi héroe. Tengo la esperanza de que todo va cambiar, que es una pesadilla, que es una mala pasada de mi mente, que voy a despertar y que todo va desaparecer ya.