Capitulo: II
Al girar la perilla me tope con la gran sorpresa, en el dormitorio no había absolutamente nada, nada de nada, lo cual me sorprendió mucho ya que, según mi Bruce tendría compañeras, tampoco es que me moleste si estoy sola todo es mejor.
Algo de lo que me di cuenta era que la habitación estaba pintada de acuerdo a las camas, que de hecho eran tres. Estaban cubiertas por una cobijas muy llamativas las la primera tenía un conjunto de mariposas de diferentes colores, las segunda corazones con pequeñas frases y por último la del fondo no tenía nada, solo estaba ese color gris que espantaba a mis ojos, pero no me queje.
Me encamine a la primera ventana que note para abrirla, afuera todo era hermoso desde aquella ventana podía contemplar el bosque, pero lo mejor de todo podía observar el anochecer. O eso fue antes de que una chica se estrellará contra mí.
—No… no puedes ser tú. Me ayudo a incorporarme
—¿Disculpa? ¿A qué te refieres?
—Tú tendrías que llegar más tarde, no deberías estar aquí.
—Ahh
—Mira te íbamos a preparar una sorpresa de bienvenida.
—¿Tú y quien más?
—Eva y yo.
—¿y…tu eres?
—Ami… un gusto conocerte.
—bueno Ami si no me equivoco…
No pude terminar la frase por una voz femenina .
—Dure mucho pero pude hallar los globos y el cartel.
Me gire sobre mis talones para poder observar a aquella chica la cual mi presencia la dejo inmóvil.
—Hola. Hiso una gesto con la mano para saludarme
—tú debes ser Eva ¿no?
—Si ella misma en vivo y en directo ¿Por qué? ¿Quién me busca?
—No solo preguntaba.
—Eres nuestra compañera de cuarto ¿verdad?
—Si me llamo Bridget.
Dejando en una de las camas bolsas que traía en las manos.
—No soy buena con las introducciones, para eso está Ami.
—Está bien relájate Eva no nos va a comer, esa es tu cama Y este es tu guardarropa.
—En realidad no tengo ropa, no traje nada.
—Tranquila nunca nos quitamos estos uniforme, claro menos los días festivos y los domingos 13 que nos dejan salir, pero en ese caso yo te presto ropa.
—Ohh se me olvidaba aquí está tu uniforme, deberías saber que usamos diferentes uniformes este es de los Lunes a Martes, este de los Miércoles a Jueves, que por cierto tenemos deportes y enfrentamientos de hechizos bueno al menos yo Eva por ejemplo tiene control de fuerza, y tu… bueno tu… tendrás que revisar tu horario. En fin el resto de la semana usamos el rojo.
Dire la verdad esto no me gustaba nada, era como estar una cárcel, pero mágica.
—Supongo que te han dado una horario ¿no?
—Si si aquí está.
—Ohh, los Miércoles tienes clase de autodefensa y compromiso de talentos.
—Espera no sabes cuál es tu prodigio.
—No, ¿Eso es malo?
—No solo nos sorprende.
—¿Por qué?
—Eres la única en este colegio que no ha descubierto su talento.
—Es solo que es extraño, los seres mágicos como nosotros lo descubren a partin de los cinco.
—En la historia nadie ha durado tanto tiempo sin descubrir su talento.
—pero no tienes de que preocuparte seguro ya llegara por ahora debemos encargarnos de decorar esa cama, dime algo que te guste lo que sea.
Ami se veía más emocionada por la pregunta Eva más que yo.
—Me gustan los helados.
—Pues esto te va a gustar más.
Ami se me hiso una señal para que guardara silencio. Mientras que Eva serraba los ojos y juntaba Un destello de luz que segaron mis ojos aparecieron, tuve que cerrar los ojos para que no me dejara ciega.
—Abre los ojos.
—Es fascinante ¿Verdad?
De un momento a otro mi cama estaba pintada de un blanco muy llamativo y repleto de helados de todos los sabores la verdad era una decoración una bonita.
—¿Te gusta? Porque puedo cambiarlo.
—No, esta hermosa, oye espera ¿Qué eres?
—No sabes cuánto quería que preguntaras, soy una hada.
—Lastima, que no podemos mostrarte.
—Que ¿Por qué no? Espera ¿También eres una hada?
—No exactamente Soy un trolls, y no podemos mostrarte por esto. Levantaron al mismo tiempos sus brazos derechos para mostrarme una pulsera blanca que al parecer dice lo que son hada y trolls. —Anula nuestra metamorfosis.
—Que ¿Por qué?
—Va contra las reglas, si ya lo se es aburrido, pero no es elección todos tienen que llevarlo, bueno al menos tu no.
—En fin, si no nos metemos a la cama la señorita Campbell nos castigara.
—Si solo meteré toda esta ropa en el guardarropa.