—Hay una gran diferencia entre querer y amar, algo que nadie puede tener ni controlar, y eso es el tiempo.
De los escritos de Samuel Meyer.
Seth estaba reacio a llevarlo con Derek, Caleb no comprendía por qué tanto nerviosismo si al fin y al cabo solo era un hombre que daba órdenes, durante el camino hacia la central de WiredTech su hermano no paró en su afán por persuadirlo de sus objetivos, Caleb estaba seguro en su terquedad y al final, Seth terminó por ceder.
—Es que no puedo entenderlo, Derek sólo es un hombre ¿por qué tanto miedo a contradecirlo? En cualquier momento ustedes pueden levantarse en su contra y obtener el control.
Seth chasqueó la lengua con molestia, Caleb tuvo que bajar un poco la ventana para respirar aire fresco.
—Hablas como si fuese un viejo tirano.
—Sus acciones no muestran lo contrario.
—Tú creciste en el clan, te integraste a la jerarquía y juraste lealtad como vigilante, déjame decirte que es una verdadera ironía e idiotez lo que estás haciendo.
El animal que había despertado se movió, en su mente podía sentir su presencia agazaparse en forma intimidante.
—Creí que ibas a ayudarme.
—Sí y no me arrepiento, pero que lo haga no significa que esté totalmente de acuerdo con tus acciones.
Seth estacionó su automóvil frente a un edificio alto de siete pisos, brillante por estar en su mayoría construido por enormes ventanas.
—Hay una gran diferencia entre querer y amar —Seth salió y azotó la puerta dejándolo con la palabra en la boca.
— ¿A qué te refieres con eso?
Su hermano se quedó mirando al edificio, era tarde, la noche había caído, las luces de las farolas de calle estaban encendidas, iluminando las aceras con su resplandor amarillento, muchas personas en su mayoría jóvenes, iban y venían en grupos pequeños y numerosos, riendo y hablando fuerte, ignorantes ante los dos lobos con los que chocaban a veces.
—Los gatos construyen casas y juguetes de madera. —No respondió su pregunta, y eso le molestó—. Nosotros llevamos conexión inalámbrica y juguetes electrónicos a todo el país.
Sus palabras sonaron orgullosas, Caleb miró el letrero que estaba por encima de la entrada, grandes letras que brillaban con iluminación propia, WiredTech, era una empresa de tecnología que era dirigida y controlada por el clan Moon Fighters.
Seth echó a andar hacia el interior, su modo suelto de caminar con las manos en los bolsillos delanteros siempre atraía la atención, su hermano era el tipo de persona al que podría catalogarse como “alma de la fiesta” siempre alegre, siempre positivo y optimista, a tal punto que llegaba a ser molesto a veces.
Al entrar se encontró con el área de recepción, tanto el suelo como las paredes estaban decoradas por cerámica negra, del lado derecho una cascada de piedra hacía brotar agua a una fuente en la base, a sus costados tenía varas de bambú verde. Del lado contrario, estaba un escritorio semi circular hecho de vidrio y metal al que Seth se dirigió de inmediato.
Caleb lo siguió, todavía curioso por la rara decoración.
— ¿Cómo te ha ido Tammy querida? —Seth le preguntó a la chica pelirroja detrás del escritorio.
—Te dije que no volvieras, pedazo de bola rabiosa, todavía no supero que hayas ahuyentado a Sam.
La chica se quitó los anteojos y miró furiosa a Seth, Caleb no sabía en dónde meterse para no arruinar tan tenso momento, y de alguna forma valoraba la sonrisa que mostraba su hermano, inmune al efecto del enojo de la mujer frente a él.
— ¿Todavía sigues molesta por eso? —Seth largó una carcajada que no hizo más que enfurecerla—. Ese gato White Claw, sólo te quería de juguete, algún día agradecerás mis cuidados. Pero ahora necesito saber si Derek todavía se encuentra en su oficina.
La mujer bufó y movió sus dedos sobre el teclado.
—Está en una reunión con Sean Wells y su lugarteniente.
Seth frunció el ceño en confusión y se apoyó con todo su peso sobre el mostrador.
—Creí que Sean se iba hoy a Moscú.
—Sí, yo también pensé en eso, espera un momento...
Tammy giró su cabeza.
— ¿Ese no es el nuevo alfa del clan Ice Daggers?
Caleb giró en la misma dirección, afuera un hombre alto estaba revisando algo en su teléfono, nunca lo había visto antes, ni siquiera sabía sobre ese clan.
—Derek lo debe de haber llamado a reunión —dijo Seth restándole importancia.
— ¿Quién es? —Caleb volteó su vista cuando el hombre ingresó acompañado de otro.
— ¡Liam Gallagher! —Seth salió a recibirlo—. Siempre es un placer recibir nuevos gatos en nuestras instalaciones.
Caleb no pudo evitar reírse por la absurda imprudencia del lobo.
— ¿Y tú de qué te ríes? —le preguntó el otro hombre con voz amenazante, el tono hizo que el animal dentro gruñir.
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Editado: 09.12.2018