Era jueves y ya habían pasado siete días desde que Aiden había sido internado en el hospital. Por lo tanto, solo le faltaban dos días exactos para salir, es decir, el sábado.
El chico se encontraba mucho mejor y parecía ser que la recuperación iba a la velocidad de la luz ya que se estaba curando en menos de una semana. Él estaba contento, al igual que su madre, ya que los dos querían que saliera de ahí para poder volver a casa y, más tarde, al instituto.
Estaba feliz.
Medianamente feliz.
Pero, ¿por qué?
Grace no había ido a visitarle ni un solo día desde que le dieron el alta a ella.
La chica había ido a visitar al psicólogo y eso la había tenido en un pozo de tristeza. Era cierto que aun no habían hablado de su familia, sino de ella misma, pero aun así sabía que el día en el que tenía que sacar todos sus sentimientos llegaría pronto y eso la aterraba.
Aiden se encontraba sentado en una esquina de su cama. Ya podía hacerlo sin necesidad de morirse de dolor así que en cuanto despertaba se sentaba y se ponía a leer la mayor parte del tiempo. Pero hoy no era necesario ya que Kyle, Louis y Laura estaban presentes en su habitación desde hacía cinco minutos.
El silencio reinaba y la mente del chico no dejaba de maquinar a la velocidad de la luz. No quería preguntar en voz alta por qué Laura estaba ahí ya que no quería ser descortés, pero intuía que Louis le había pedido ser novios, aunque conociendo a su amigo, lo más probable era que Laura le hubiese pedido a él.
-¿Y qué tal los días aquí?-preguntó Kyle, el cual no aguantaba más el silencio incómodo.
Laura solo llevaba unos días saliendo con Louis, así que aun se encontraba en la etapa de la incomodidad al estar en el grupo ya que aun no había pasado el suficiente tiempo con ellos como para entrar en confianza, pero ella lo intentaba.
-Geniales, no dejamos de hacer carreras por los pasillos, peleas de comidas en el comedor y cada mañana viene un payaso a hacernos reír-ironizó Aiden de la forma más clara posible.
Lo cierto era que él quería salir de ahí. Se setía con fuerza y con ganas, además, pasar el día encerrado en aquella habitación no era su principal plan.
-Por lo menos mejor que en clase la pasas, seguro-se quejó Louis-. Tenemos un montón de deberes y tareas extra por el final de curso.
-¡Pero si tú no haces nada!-exclamó Kyle furioso por el morro que su amigo le echaba a la situación.
El pelirrojo le sacó la lengua y volvió a mirar a Aiden.
-Por cierto-añadió-, hemos tenido una pequeña discusión con Alex, por eso no está aquí.
Al oír eso, los cinco sentidos de Aiden se pusieron a trabajar como locos. En todo el tiempo que llevaban juntos en ningún momento sus tres amigo se habían peleado entre ellos, no que él lo supiese. Pero, ¿por qué una pelea ahora?
-¿Por qué?-Aden.
-Grace-Kyle.
-¿Grace?-Aiden.
-Grace-Louis.
-¿Quién es ella?-se aventuró a preguntar Laura, con la esperanza de ser introducida en la conversación sin problemas.
-Es una... amiga-contestó Aiden.
-Pero él quiere que sea más que amiga-añadió Kyle.
-Cierto-apuntó Aiden sin pensarlo dos veces.
Lo cierto era que no tenía sentido esconderlo. Los sentimientos por Grace se habían desarrollado de una forma vertiginosa y ya no sabía como pararlo. No tenía ni idea de como había sucedido y la verdad era que tampoco le había dado mucho tiempo para analizarlo, principalmente porque hacía tan solo mes y medio que había empezado a hablar con ella y teniendo en cuenta que los primeros tres días las conversaciones no eran muy fluídas y añadiendo el mes que ella estuvo en coma, era imposible sentir algo por la chica, pero lo hacía y no sabía exactamente por qué.
-¿Y si está celosa?-preguntó la chica inocentemente.
-Eso creemos Kyle y yo-informó el pelirrojo.
-Imposible.
Para Aiden la idea de que Alexandra estuviese celosa de Grace era totalmente inaceptable. Él en ningún momento le había dado señales de que iba a apartarse de la rubia y tampoco lo iba a hacer, no entraba en sus planes.
-Piénsalo Aiden-animó Kyle-. Alex ha sido la única chica en tu vid...
-Pero ella no me interesa de esa forma-interrumpió Aiden-, siempre ha sido como mi hermana pequeña.
-Exactamente.
La cabeza de dos de los chicos se giraron en dirección a Laura sin entender qué pasaba por su cabeza.
-¿Qué sabes?-cuestionó Louis.
La chica soltó una carcajada y se removió en la silla.
-Yo no sé nada-dijo mientras se recolocaba las gafas-. Es intuición femenina.
El silencio se había instalado después de esa frase y las mentes de los dos, Louis y Aiden, habían empezado a trabajar para llegar los dos a una única conclusión.
Kyle era otro tema. Él llevaba pensando en esa posibilidad desde que escuchó sin querer una conversación entre una chica de intercambio que quiso acercarse a Aiden y pidió ayuda a Alex. Lo que hizo ella no fue precisamente ayudarla.