24. Epílogo

Las luces de la sala se apagaron y todos los presentes soltaron un grito al unísono. 

Grace cogió con fuerza a Aiden y este le correspondio, al igual que los demás chicos, los cuales se cogieron a la primera persona que se encontraban más cerca. 

La voz de la directora se escuchó por el micrófono pero nadie prestaba demasiada atención. Entonces las sirenas de evacuación empezaron a sonar y todos los alumnos, profesores y acompañantes empezaron a salir sin orden alguno. 

A pesar de que Aiden cogía con fuerza la mano de Grace, la multitud la arrastró lejos de él y alguien tiró con fuerza para sacarla y llevarla a un sitio seguro. 

O eso creyó ella. 

Una persona vestida totalmente de negro y con un pasamontañas tiraba de su brazo sin cesar y le mantenía la boca cerrada para que no gritase. En cuando estuvieron lo suficientemente lejos, él se quitó la tela de la cara y Grace pegó un grito al ver de quién se trataba. 

-Suéltame-me ordenó en un tono mordaz. 

Brad soltó una carcajada y tiró de su pelo hacia abajo, haciéndola gritar. 

-Escúchame bien Leslie-gruñó entre dientes-. Solo te lo diré una vez y si veo que no haces caso te prometo por lo único que te queda en el mundo, que habrá grandes consecuencias. 

La chica jaloneó con fuerza el brazo de Brad para conseguir soltarse pero era imposible. Las lágrimas ya habían empezado a caer y los sollozos se escuchaban desde el callejón. 

-Suéltame-pidió ella con un hilo de voz. 

-No lo haré hasta que no entiendas lo que te voy a decir a continuación-el silencio que se instaló le dio paso a Brad a hablar otra vez-. Te irás de esta ciudad, aplicarás para una universidad muy lejos de aquí, ¿me has entendido? 

Grace no asintió entonces él la sujetó con más fuerza hasta que ella al fin movió la cabeza de arriba abajo. 

-Vas a decirle a tu tía que no eres feliz aquí y como me entere que le cuentas algo a tu noviecito, la próxima paliza que le de será de muerte. 

-¡¿Qué le has hecho?!-Grace empezó a tirar con fuerza a pesar del dolor que le suponía aquello hasta que pudo separarse de él-¡Ni siquiera le nombres!

Brad se acercó a ella hasta estar frente con frente. Cogió la cabeza de la chica y la besó forzosamente, a pesar de sus intentos de alejarlo. 

-Ya he probado lo duro que es-dijo él refiriéndose a Aiden-. Pero la próxima vez no saldrá vivo así que aléjate de él u os haré sufrir a los dos hasta que me canse. 

Después de eso él se volvió a tapar la cara y salió corriendo en dirección contraria al instituto. 

La chica empezó a sollozar en silencio y a paso lento fue en busca de su tía. 

Aiden, el cual buscaba desesperadamente a Grace, se estaba volviendo loco. Llevaba más de cinco minutos sin encontrarla por ninguna parte. 

-Vamos, no puede haberse ido tan lejos-le animó Louis. 

-¿Y si me ha dejado?-cuestionó él con la esperanza de que no fuese verdad. 

Entonces fue cuando Kyle pegó un grito de los suyos y señaló a su derecha. Cuando Aiden se giró en esa dirección solo pudo ver como Grace y su tía se iban en el coche sin dar explicación alguna. 

El chico se pasó los siguientes diez minutos mirando hacia la misma dirección a pesar de las insistencias de Louis, Kyle y Alex de entrar dentro que hacía frío.

-Me ha dejado-era lo único que Aiden repetía fuera, dentro y horas después al llegar a casa.