"Es difícil no saber a qué o a quién creer y cuando todos los que están a tu alrededor son los que te hacen dudar, los que más secretos te tienen escondidos"
Miré la puerta de la casa de Nadeem y luego la mano de Cristian. Suspiré profundo y acepté la mano de mi amigo, meterme ahí solo empeoraría las cosas para todos.
Para Nad😝🤭🤪:
Voy al cine con Cris y los chicos.
No te preocupes.
Cris me lleva a tu casa cuando termine la peli.
Enviado ese mensaje subí a la moto y fuimos directo al cine donde nos esperaban los demás chicos del equipo y algunas de sus novias. Los saludamos y nos dispusimos a comprar los tickets.
—Deme dos para la misma película que ellos —dijo Cris una vez fue su turno para comprar.
—¿Esperas a alguien más? —pregunté buscando mi tarjeta para poder pagar la mío.
—No boba, el otro es para ti. Yo invito —Guiñándome un ojo y entregándome el ticket.
—¿Qué? No, no, yo te lo pago. No tienes por qué hacerlo —dije negándome.
Yo ni siquiera estaba en sus planes lo mínimo que podía hacer era pagar lo mío.
—Si me das ese dinero me voy a sentir ofendido. Yo te invité, así que yo pago. Tómalo cómo una cita —¿Acaso escuché bien? ¿Él dijo una cita con esa hermosa y dulce sonrisa? Ya mi corazoncito comenzó a acelerarse de a poco—. ¿Vamos? Nos esperan —Agarrando mi mano y haciendo que mi corazón se desboque al punto que pensé que se me saldría del pecho.
¿Estaba soñando? ¿Esto era real? Cris y yo estábamos caminando de la mano frente a sus amigos y yo no me lo estaba creyendo. Me sentía en las nubes, realmente no me podía creer lo que estaba pasando. En ese momento hasta se me había olvidado cómo caminar, cosa de la que solo algunas de las chicas se dieron cuenta por lo que me hacían señas para que despertara de mi ensueño. Ni que decir de mi sonrojo. Si Lisa se entera de esto se reiría al ver lo emocionada que estaba por algo tan bobo cómo esto. Cuando llegamos a donde estaban esperándonos pude ver algunas caras de felicidad y de picardía de parte de nuestros acompañantes, algo que me puso más nerviosa aún, pero traté de disimularlo.
Todo iba perfecto, realmente hermoso y único, hasta por un segundo me había olvidado de todo lo que había pasado en estos días, hasta que los vi. Vi a los hermanos Miller, medio escondidos en una esquina llamando a… ¿Cristian? ¿Por qué? ¿Qué tenían que ver ellos con él?
—Perdóname, pero tengo que ir a ver que quieren. Dame solo un momento ¿ sí? —Y antes de que pudiera tan siquiera responder ya se había ido junto a ellos. El grupo con el que estábamos se mostraba muy incómodo y hasta algo molestos con la presencia de esos dos chicos.
—¿Podemos hablar? —me preguntó Matheo antes de que me acercara a aquellos tres para saber por qué tanto misterio—. Por favor… creo que va a ser la única oportunidad en mi vida en la que pueda hablar a solas contigo —Lo miré confundida y algo sorprendida por lo que acababa de decir así que siendo ganada por mi curiosidad acepté, pero sin dejar de prestarle atención a mi anterior objetivo.
—¿De qué hablas? —pregunté una vez estuvimos un poco lejos de todos.
—Verás… yo quería saber si… como te explico… yo… —Ahora si no entendía nada, Matheo el chico más seguro que había conocido en toda mi vida, ¿estaba dudando en decirme algo? ¿Las cosas pueden volverse más raras aún? ¿Eso es posible? Si—. Quería saber si Nadeem y Lisa están saliendo porque a mí me… —Comenzó a hablar tan rápido y enredado que no entendí ni la mitad de lo que dijo, pero si por donde iba la cosa.
—No, nunca lo han hecho, son cómo hermanos. Nadeem nos ve cómo sus hermanitas menores. Ahora dime quien te gusta porque no entendí nada más. Tal vez te pueda ayudar… —Le afirmé con seguridad y cierta picardía en lo último, algo que hizo que sus ojos brillaran de emoción.
—Obviamente es Lisa… El Nadeem ese no me gusta, no es un buen tipo, ya Cris te lo ha dicho deberías… —Ya iba a empezar a insultar a Nadeem cuando se calló al verme enojada con él—. Perdón… pero es la verdad… En fin, ¿me ayudas?
—Si, pero con una condición — Y toda su emoción desapareció, mirándome con cara de que ya sabía que la cosa no podía ser tan fácil—. Tu y todos los demás tienen que dejar de estar hablando horrores de Nad y parar esas estúpidas peleas que se montan con él. Ya hablé con Cris y al parecer lo entendió. Si quieres a Lis mínimo debes respetar a su mejor amigo o no te hará caso.
—P-pero, pero a ti te gusta Cristian a pesar de que se llevan cómo perros y gatos… o mejor dicho perro y…—Otra vez lo último no lo entendí.
—Habla bien, no se te entiende cuando te pones así… No es lo mismo a mí me gustaba Cristian desde antes que él y Nad se pelearan a muerte. Cuando éramos niños ellos eran muy unidos… No tengo idea de que pasó. Y Cristian siempre trata de controlarse cuando estamos presentes cosa que tu claramente no haces…
《No entiendo ese odio que hay de ustedes hacia él, si cuando él iba a la misma escuela que nosotros quienes lo molestaban y se metían con él eran ustedes, él jamás les hizo algo a ustedes para que estén así —Defendí a mi amigo muy enojada con el chico enfrente de mí. 》
Aquel tema me enojaba muchísimo si bien habían cambiado un poco las cosas el último año de Nadeem. Recordaba perfectamente cómo ellos le hacían la vida imposible, Matheo más que nadie. Llegaron al punto que había días en los que mi amigo no quería ir a la escuela, pero luego de una discusión con Cristian este aceptó, a regañadientes, hacer más o menos las paces con Nadeem, pero Matheo seguía pasándose un poco de la raya en varias ocasiones. Tampoco es que Nad fuera un santo, pero si sabía que la mayoría de las veces él no era quien empezaba.