Sangre de guerrera

Cap 6

—No lo creo —digo de lo más normal posible.

Si me muestro nerviosa solo haré que sospeche y me descubrirá fácilmente.

—No, estoy seguro que nos hemos visto antes —dice acercándose a mi.

—No, nunca te he visto en mi vida —dije.

—Si, nos hemos visto antes pero ¿en dónde?—dice acercándose aún más haciendo que nuestros rostros estén a centímetros. Su aliento apestaba a alcohol por lo que lo mire con asco.

—Ya te he dicho que no, si fuera así me acordaría de un idiota como tú —dije rodando los ojos.

—¿Disculpa? —pregunto molestó.

—Asi como escuchaste, con permiso —dije pasando a lado suyo.

—¿No sabes quién soy? Soy...—intentó hablar pero lo interrumpí.

—El mejor soldado del reino Edelweiss —dije y el sonrió orgulloso— si realmente lo fueras no habrías llegado borracho a la academia, se supone que deberías saber las reglas de la academia, tampoco intentarias aprovecharte del poder de tu padre, ni irías presumiendo por todos lados. Te falta humildad para ser realmente el mejor soldado.

Me fui dejándolo con la palabra en la boca. Estoy en problemas, con el aquí la probabilidad de que me descubran es mayor, debo tener cuidado, no debo dejar que me reconozca o todo mi plan se irá a la basura, ¿Por qué siempre tengo tan mala suerte?
Llegamos al patio y nos formamos, el coronel está al frente cruzado de brazos mirándonos serios.
Marukh paso a lado mío, me miró furioso y se formó detrás de mi, delante mío estaba Flavio quien me miró confundido por la mirada de Marukh.
Una vez que todos estuvimos formados el coronel empezó a hablar sobre las reglas.

Cuando termino el coronel de informarnos sobre las reglas, nos entregarán los uniformes y nos enseñaran toda la academia nos fuimos a nuestras habitaciones. Ya era de noche y Cyra y yo quedamos que nos íbamos a ver en el bosque para comprobar que todo nuestro plan haya salido bien. En las reglas dice que no podemos salir de la academia pasadas de las 11 así que al ser de madrugada aprovecho que Marukh está dormido para salir por la ventana ya que hay soldados vigilando las entradas de los dormitorios.
Llegó al bosque que está cerca del castillo, a lo lejos veo a Cyra quien está caminando de un lado a otro nerviosa.

—Cyra —la llamo.

Cyra voltea y sonríe al verme, se acerca a mi corriendo y me abraza.

—Analee estamos en problemas, Tayden a decidio casarse contigo y los reyes Benedetti quieren empezar a planear la boda ya —dijo nerviosa.

«oh genial, lo que me faltaba,»

—Yo también tengo problemas, el idiota con el que me peleé en el baile de mis padres lo han trasladado a la academia —digo y ella se lleva las manos a la cara.— me pregunto si no nos habíamos visto antes, debo encontrar una forma de que no sospeche de mi...

—¿Y qué vamos a hacer con Tayden? —pregunta.

—No lo sé....

—Bueno, ya encontraré una forma de distraerlo y de que se vaya, tu encárgate de que el soldado idiota no te reconozca —me dice.

—De acuerdo...me tengo que ir antes de que el idiota o alguno de los soldados se de cuenta que no estoy —dije.

Me despedí de Cyra y regrese a la academia.
Me salto la barda y cuando compruebo que no hay nadie trepó por un árbol para entrar a mi habitación.
Estaba durmiendo felizmente cuando recuerdo que tengo entrenamiento.
Miro a mi alrededor y veo que Marukh ya no está, me levanto y me visto lo más rápido posible y salgo corriendo al campo de entrenamiento, veo que el coronel Ianello esta explicando lo que vamos a hacer, me agachó y camino detrás de todos intentando que no me vea.

—Joven Leone —dice el coronel haciendo que me detenga en seco.

Me giro hacia el y todos me están mirando,

«¿Por qué me pasa esto a mi? Ay está suertw mia...»

—¿Por qué llega hasta ahora? ¿No entendió las reglas? —pregunta enojado.

Lo mire incómoda, Marukh estaba frente a mi intentando aguantar la risa.

«Idiota, mal nacido me las pagaras»

—Yo...no escuché las campanadas y yo le dije a el que me levantara pero no lo hizo —dije apuntando a Marukh quien dejó de reírse para mirarme confundido.— ¿No tiene también el la culpa? Le prometo que no volveré a llegar tarde.

—Tu, si tu compañero no puede levantarse mañana a la hora que es los dos recibirán el castigo. —dijo mirando serio a Marukh— y tú fórmate —me dijo. Asentí y me forme detrás de Flavio.

—Pero... —Marukh no termino de hablar ya que fue interrumpido por el coronel.

—¿¡Tiene alguna objeción!? —exclamo enojado.

—No...

—Bien. Parece que no lo entendieron bien ayer, aquí no estoy para perder el tiempo con flojos inútiles, aquí todos ustedes se convertirán en hombres y si creen que no aguantaran no me importa, porque nadie podra echarse para atrás, no podrán abandonar la academia. Quien lo haga será considerado desertor y condenado a muerte, quien mienta sobre su identidad será condenado a muerte, quien falle durante una misión o no cumpla las reglas dependiendo la gravedad del asunto será el castigo que recibirá.

Trago el nudo que se me hizo en la garganta, no puedo permitir que me descubran o no solo meteré en problemas a mi familia, también a Cyra y si muero estoy segura que quien terminará heredando el trono será Enzo y eso no lo puedo permitir.

—Ustedes dos, terminando el entrenamiento correrán cincuenta vueltas —nos dice el coronel a Marukh y a mi.

—¡Si coronel! —decimos.

Marukh me mira enojado pero yo lo ignoró, mientras no me descubran nada me importa.

—Giren a la derecha —nos ordena.

Todos volteamos a la derecha y empezamos a marchar y después de venite vueltas empieza el entrenamiento el cual consistía de tirarnos boca abajo y arrastrarnos debajo de una estructura de metal, saltar unos muros, pasar por el pasamanos, correr sobre un tronco para el equilibrio, correr por una tabla la cual está sujeta con una cadenas a una estructura, entre otras cosas. Esto ya lo había hecho con mi padre por lo que no me cuesta seguirles el ritmo e incluso completarlos mucho más rápido que los demás, aunque al subir unas escaleras de madera en las cuales al llegar a la cima debíamos saltar, al momento en que iba a saltar Marukh me empuja pero logro apoyar las manos quedando en parado de manos y dejo caer mis piernas hacia atrás para quedar en arco y ponerme de pie, hago todo super rápido dejando sorprendidos a todos los que vieron.
Cuando termina el entrenamiento todos se van a las habitaciones a excepción de Marukh y yo que nos quedamos para correr las cincuenta vueltas que nos dijo el 
coronel aunque cuando íbamos por la mitad empezó a llover.



#10495 en Otros
#1275 en Aventura
#17008 en Novela romántica

En el texto hay: princesa, corona, romance juveni

Editado: 16.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.