Analee
Voy caminando por el bosque pero todo parece igual que donde iniciamos el simulador y ya no se dónde estoy, ni siquiera encuentro el lugar donde siempre me encuentro con Cyra y por si no fuera suficiente he terminado separandome de los chicos y ahora estoy sola perdida en el bosque.
«Genial, no puede irme peor»
Estoy caminando cuando casi caigo a un agujero en el piso. Camino hacia atrás y separó todas las ramas, hojas y pasto que lo cubre, genial, casi caigo en una trampa de cazadores.
Estaba a punto de rodearlo cuando siento que me empujan por la espalda haciendo que caiga en la trampa.
«Maldita vida ¿Que tienes contra mi?»
Ruedo en el piso agarrando mi brazo izquierdo mientras hago una mueca de dolor.
—¿Quién...? —digo mirando arriba y veo a Angelo asomado riendo.
—Para que aprendas a no meterte conmigo enano —dice pateando toda la tierra, hojas y pasto las cuales me caen en la cara.
—¡Maldito mal nacido, me las pagarás! —le grito enojada.
Me levanto e intento escalar pero me duele tanto el brazo y el tobillo que apenas puedo moverme.
—Agh, maldito Angelo, me las pagarás maldito imbécil mal nacido, ojalá te caigas en el camino, te pierdas, llueva y te caigas en el lodo —maldigo.
Intento subir varias veces pero solo logro lastimarme aún más.
Genial, si no fuera porque no me gusta abusar de mi poder y vine aquí justo porque quiero ser tratada y vivir como una persona normal ya lo habría condenado al calabozo sin posibilidad de salir libre.
«Soy demasiado buena para este mundo...hay que tonterías digo, sueno egocéntrica y arrogante igual que el idiota de Marukh...a todo esto ¿Que hago pensando en ese idiota justo en este momento?»
Me siento y me recargo en la pared, si sigo saltando solo terminaré por fracturarme el tobillo y el brazo y ahí si no podré salir por mi cuenta, además, si realmente es una trampa de animales el cazador que lo hizo no debe de tardar en venir y si no es así...pues ni modo, moriré aquí de hambre, de deshidratación o devorara por un animal salvaje. Hay que tonterías digo, ya estoy empezando a pensar de más pero igual y es una posibilidad, digo, nadie notaría que desaparecí o tal vez si pero no le darían importancia y mis padres ni Cyra saben que estoy aquí lo cual significa que nadie vendría a buscarme y moriré sola. Esto no era lo que quería.
—¡Ayuda! ¡Saquenme de aquí! ¡No quiero morir sola! —grito pero no hay respuesta.
«Genial...»
Me acuesto en el piso mientras espero a que venga alguien a rescatarme o en su defecto, morir de hambre, de deshidratación y en el peor de los casos, devorara por un animal salvaje e igual necesito esperar a que se me calme el dolor para salir por mi propia cuenta así que no tengo problema en esperar un poco.
Pienso en lo presionada que he estado desde pequeña y lo grandioso que es que este cumpliendo mi sueño aunque sea por un corto tiempo y a escondidas mientras arriesgo mi vida pero igual al menos podré hacer lo que me gusta antes de que llegue el momento de renunciar a todo lo que me gusta y vivir lo que quede de mi vida en un calabozo invisible.
—¿Piensas quedarte acostado disfrutando de la vista o te ayudo a subir? —escucho a alguien decir.
Abro los ojos y pongo una mano en la frente cubriendome del sol e intentando enfocar a la persona que está asomado.
—Mira nadamas quien está aquí, Marukh Lombardi —digo divertida y el sonríe de lado.— ¿crees que estoy aquí por gustó? Estaba esperando que se me calmara el dolor del brazo y del tobillo que me he lastimado al caer para subir por mi cuenta, pero ahora que estás aquí yudame a subir.
—Vaya, que mandoncito un por favor ¿no? —dice serio alzando una ceja.
—Deja de hablar y ayudame a subir —le digo.
Marukh rueda los ojos, se acerca a la orilla y me extiende una mano. Me levanto, me acerco a la orilla, me apoyo en el pie sano y tomo la mano de Marukh para empezar a escalar mientras intento aguantar el dolor.
Cuando ya estoy arriba me siento en un tronco para revisarme el pie y el brazo pero Marukh se agacha y toma mi pie para revisarlo.
—Eres demasiado idiota ¿Cómo caíste en una trampa de cazadores? —pregunta intentando no reír mientras vendaba mi pie.
—Ey no fue mi culpa, el idiota de Angelo me empujó —digo.
Marukh deja de vendar mi pie y me mira entre sorprendido y enojado.
—¿Cómo que te empujó? —pregunta.
—¿Y que haces aquí? Se supone que estabas con los demás —le digo cambiando el tema.
—Me di cuenta que no estabas y me regresé a buscarte, recuerda que el coronel Ianello dijo que debíamos regresar todo el equipo junto, además soy el mejor capitán de todo Landier y es mi obligación verificar que todos estén bien —dijo y rodee los ojos.
—Lo bueno que no eres egocéntrico —digo sarcástica.
—Igual no me cambies el tema, ¿Cómo que te empujó Angelo? —pregunta otra vez enojado.
—Ay déjalo, no importa —digo levantandome.
—Pequeño mocoso —susurra pero no lo suficientemente bajo como para no escucharlo.
—¡Ey! No te vengas a hacer el mayor que solo eres un año más grande que yo, además el que sea más bajo que tú no significa que puedes llamarme así —le digo enojada.
—Si si, claro enano —dice.
Empezamos a caminar pero entonces me doy cuenta que no traigo el collar que tengo con Cyra el cual es un sol con una piedra café y el de Cyra es una piedra blanca con una luna.
—Mi collar, oh no, se debió haber caído en la trampa —digo regresando.
—¿A dónde vas? —me pregunta Marukh.
—Voy por mi collar, es muy importante para mí ese collar —digo.
—Simplemente déjalo, después compras otro —dice cansado.
—No, ¿No sabes que cuando algún objeto tiene un valor sentimental ni todo el dinero del mundo lo puede comprar? —pregunto.
Llegamos a la trampa, me asomo con cuidado y lo encuentro adentro de la trampa. Brilla por la luz del sol. Iba a bajar por el pero Marukh me hizo a un lado y baja por mi collar.