Sangre Eterna

Capítulo 21: El Despertar de la Luz

Los días posteriores a la batalla con Nyx fueron intensos y llenos de preparación. Luna y Adriel sabían que el enfrentamiento final se avecinaba, y con cada día que pasaba, la tensión aumentaba. Los guerreros Illumina se reunían a diario para fortalecer su estrategia y entrenar sus habilidades, mientras que Selene les enseñaba a canalizar su luz de maneras que nunca habían imaginado.

Un amanecer, mientras el sol comenzaba a elevarse sobre el horizonte, Luna se despertó con un impulso de determinación. Se levantó de su cama y salió a un pequeño claro detrás de la cueva donde se alojaban. El aire fresco le dio una sensación de vitalidad. Miró hacia el cielo, los primeros rayos del sol iluminando el paisaje, y sintió que era el momento adecuado para meditar y conectar con su luz interior.

—¡Luna! —la llamó Adriel, apareciendo detrás de ella, con una sonrisa radiante. —¿Estás lista para el entrenamiento de hoy?

—¡Siempre lista! —respondió ella, sintiéndose animada por su presencia. —Quiero aprovechar cada momento que tengamos antes de enfrentarnos a Nyx de nuevo.

Se sentaron en el claro, sintiendo la energía de la naturaleza a su alrededor. Adriel cerró los ojos y respiró profundamente. —Siento que nuestra conexión se ha vuelto más fuerte después de la batalla. Como si la luz que compartimos nos uniera de una manera más profunda.

—Sí, lo siento también —respondió Luna, abriendo los ojos para mirarlo. —La luz que llevamos dentro no solo nos protege, sino que también nos guía. Quiero aprender a usarla con todo su potencial.

Adriel asintió, decidido. —Entonces, hoy debemos concentrarnos en fortalecer ese vínculo y en aprender a liberar nuestra luz cuando más la necesitemos.

Con ese objetivo en mente, se levantaron y se unieron a los demás guerreros Illumina en el claro central. Selene estaba esperándolos, su expresión seria pero alentadora.

—Hoy, aprenderán a invocar su luz en su máxima expresión. No se trata solo de lanzar un rayo de luz, sino de crear una explosión de energía que pueda repeler incluso la oscuridad más profunda —explicó Selene, su voz resonando en el aire.

Luna y Adriel intercambiaron miradas, sintiendo que la emoción crecía dentro de ellos. Selene guió a todos en una serie de ejercicios, pidiéndoles que se enfocaran en sus emociones y pensamientos, y cómo esos sentimientos podían influir en la luz que proyectaban.

—La luz es la manifestación de su verdadero ser, de sus deseos, esperanzas y amor. Al concentrarse en lo que realmente valoran, podrán liberar un poder inmenso —les dijo Selene.

Con cada ejercicio, Luna comenzó a descubrir el poder dentro de ella. Recordó los momentos felices con su familia, el amor que compartía con Adriel, y la comunidad de guerreros que los apoyaban. Todo ello se convirtió en una chispa de luz que brillaba intensamente en su interior.

Adriel, sintiendo la energía de Luna, se unió a ella en el ejercicio. —¿Qué es lo que más valoras, Luna? —preguntó, su voz suave.

—La conexión que tengo contigo y con todos los que me rodean. La luz que compartimos es mi mayor tesoro —respondió ella, sintiendo cómo su luz comenzaba a intensificarse.

Selene observó cómo la energía de ambos se fusionaba, creando un resplandor cálido y brillante que llenaba el claro. —Eso es, sigan así. La unión de sus luces es su mayor fortaleza.

Los ejercicios continuaron, y Luna sintió que la energía fluía a través de ella, creciendo cada vez más. Adriel la miró con admiración, su luz resonando en armonía con la de ella.

—¡Bien hecho! —exclamó Selene. —Ahora intenten canalizar esa energía en un solo haz de luz. Necesitamos que se unan por completo.

Luna y Adriel se tomaron de las manos, sintiendo el calor de la conexión entre ellos. Concentrándose, proyectaron su luz hacia el cielo, creando un rayo que brillaba intensamente.

El haz de luz iluminó el claro y la energía que generaron se sintió como una ola que resonaba en el aire. Los guerreros Illumina los rodearon, sintiendo el poder que emanaba de ellos.

—Esto es solo el comienzo —dijo Selene, sus ojos brillando con orgullo. —Con esta luz, podrán enfrentarse a Nyx y proteger lo que más aman.

Después de horas de entrenamiento, los guerreros estaban exhaustos pero eufóricos. Selene les permitió un breve descanso antes de continuar con la preparación.

Mientras Luna y Adriel se sentaban en un banco de madera cerca del claro, se miraron el uno al otro, sintiendo una profunda conexión.

—Lo hemos hecho —dijo Adriel, su voz llena de emoción. —Siento que estamos listos.

—Sí, y estoy tan agradecida de tenerte a mi lado —respondió Luna, sonriendo. —No importa lo que suceda, sé que siempre estarás aquí conmigo.

Adriel tomó su mano, apretándola suavemente. —Y siempre estaré contigo, Luna. Juntos, somos invencibles.

La noche comenzó a caer, y la atmósfera se volvió más tensa a medida que se acercaban al momento del enfrentamiento. Selene se acercó a ellos, su rostro serio.

—Es hora de prepararse para la batalla final. Recuerden lo que han aprendido y mantengan la luz encendida en sus corazones. La oscuridad intentará seducirlos, pero no permitan que eso los detenga. La luz siempre encontrará su camino.

Mientras el grupo se dirigía hacia el campo de batalla, Luna sintió una mezcla de miedo y determinación. Sabía que este era el momento decisivo, el momento en que demostrarían su valentía y amor.

La luna llena brillaba en el cielo, como un faro que los guiaba hacia lo desconocido. A medida que avanzaban, Luna se sintió más fuerte. Ya no era la misma chica que había llegado al bosque. Ahora era una guerrera, lista para enfrentar a la oscuridad con la luz que llevaba dentro.



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En el texto hay: ficcion, vampiro

Editado: 06.10.2024

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