Él es y sera mi más grande perdición. Lo había visto una ves en mis sueños, una sola vez y su belleza me hipnotizo al igual que me asusto. Era el mismo que apareció y me acechó como una presa.
Recuerdo ese sueño perfectamente fue en mi hogar donde todo estaba completamente oscuro como si hubiesen dejado de habitarlo, no había ningún solo mueble mientras recorría todo el lugar tal y como estaba a la perfección después de terminar el recorrido volví a mi cuarto. Fue allí cuando me asomé a la ventana todo estaba igual de vacio y oscuro parecía que no había vida ni color, allí estaba el parado afuera en ropas oscuras tan negras como el abismo mismo, él era el abismo mientras me veía fijamente y atrás de él apareció otro hombre intimidante a pesar de ser más bajo, feo y gordo que él después el hombre detrás de él se transformó en un humo negro. Él le dio la orden al para que me atraparon no lo pude oír pero era como si pudiese saber lo que decía fue cuando ambos se acercaron rápidamente y yo trate de huir aterrada.
Mientras ellos entraron por la ventana en la que yo estaba, rápidamente salí de mi cuarto para llegar a la puerta principal ellos iban tras mi casi al mismo paso, abrí la puerta de la entrada principal salí apresurada para correr hacia afuera mientras atemorizada trataba de salir de allí. Entonces fue cuando desperté asustada, confundida miré a mi alrededor y fue que me di cuenta que todo fue un sueño, había tenido ese sueño días antes de cumplir 16.
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Sin darme cuenta cuando volví a reaccionar él estaba observando como si fuese una presa, como si tratase de averiguar que hay en mi mente rápidamente me alejó y vuelvo a chocar con la mismas chicas que me tope en más temprano.
-Blanco y negro—pronuncia la chica con pircing en la nariz mientras escanea mi atuendo que consistia en una blusa blanca deportiva y unos pants .
-Disculpa —pronuncio confundida ya que no sabia a lo que refería realmente.
‐El color blanco es pureza e inocencia y el negro misterio, no pareces una mala persona —mientras señala mi ropa. -Soy Vera por cierto, mientras que aquí mi amiga se llama Alexa sigues sin agradable todavía —mientras murmura lo último.
‐Por cierto ¿Como te llamas?—me pregunta de manera algo hostil Alexa.
-Eris —pronuncio algo apenada.
‐Un nombre extravagante —mientras habla emocionada Vera mientras asiento.
-El azul ¿Qué significa? —pregunto algo dudosa y con curiosidad.
‐Libertad y sinceridad —exclama emocionada ‐Por cierto perdón por lo de hace rato es que algunas veces las sabandijas y yo no nos llevamos ‐dice de manera algo altanera.
-Escuche que estaremos en el mismo equipo —finalmente pronuncia Alexa después de seguirme mirando algo agresiva.
-Si lo estamos —pronuncio de manera apacible.
-Como sea no me arriesgare si estás en peligro por alguien tan débil como tu —pronuncia de manera tosca y agresiva. Poco después se alejan ambas dejándome sola un poco aturdida mientras Vera de despide de manera alegre.
Meneó un poco la cabeza negativa mientras trato de pensar en lo que acababa de pasar. Doy un paso hacia atrás cuando siento a alguien detrás de miro instintivamente miró hacia arriba y allí estaba él detrás de mi era más alto que yo debido a que no necesitaba agachar tanto su cabeza hacia mi pero aún así casi podíamos sentir nuestras respiraciones chocando. Mientras me miraba con intensidad algo ruboriza bajo mi cabeza ya que en la forma que estábamos me avergonzaba. Me alejó de él rápidamente solo dando dos pasos pero lo suficiente para poder verlo correctamente. Mientras mantenía mi distancia lo miraba fijamente pero a la vez algo apenada.
‐Comandante Killian ‐pronuncia con su voz varonil y profunda que me eriza la piel. -A si es como debería de dirigirte en vez de mi nombre —mientras me sigue mirando como tratando de vigilar cada uno de mis movimientos.
‐Eris me llamo Eris ‐pronuncio mientras me sentía como retrasada mental en serio pensaba seriamente en tratar de huir pero sabía perfectamente que si lo hacía me podríahallar en cuestiónde díase o incluso horas con solo mi nombre. Debatía mentalmente si huir o simplemente acercarme y cuestionarlo sobre el sueño que tuve con él, esto me estaba volviendo loca y no de amor precisamente. Necesitaba respuestas y las conseguiría de una forma u otra cueste lo que cueste.
-No se permite el uso de la brujería y lo sabes —pronuncio de manera hosca y grosera para mi gusto.
‐¿A que te refieres? —lo miro extremadamente confundida por sus palabras, aunque sabía que tenía verdad en lo de que la magia estaba prohibida era algo que incluso se castigaba con cárcel y muerte debido a que creían que las mujeres fueron las que crearon a aquellos monstruos y dragones.
Eso era algo completamente ridículo ya que empezaron a existir al mismo tiempo que los dinosaurios pero se "extinguieron" aunque perfectamente eso nunca pasó simplemente sobrevivieron y se ocultaron hasta que hace 5 años atrás aparecieron.
Fue cuando todo el mundo cayó en el caos, yo apenas cumplía once años, fue cuando los vi por primera vez aquellas bestias aparecieron y atemorizaron todos, arrasando con todo a su paso. Poco después se empezaron a crear las brigadas donde alojaban a los que sobrevivían. Desafortunadamente fue en ese ataque que perdí a mi padre quedando solo mi madre y yo. Algunos meses después en las noticias y periódicos los gobiernos intentaban de todo pero aquellos monstruos eran casi imposibles de matar debido a eso muchos soldados morían tratando de aniquilar aquellas bestias, los dragones son los contrincantes más fuertes hasta el momento nadie incluso ha podido domar uno. Incluso soñé que estaban preparando grandes armas para matarlos y cuando me di cuenta al día siguiente fue realidad pero incluso así solo parecían volverlos más fuertes. Entonces empezaron con una ley para construir los escuadrónes de los chicos más jóvenes para empezar a enlistarlos y que fueran a pelear contra aquellas bestias y dragones.