Sangre Púrpura

Capítulo 34 - FINAL

 

 

 

 

Georgia se encontraba respondiéndole las cartas que su familia, a excepción de Marsias y Wolfram le habían llegado el día de hoy.

Ya llevaba tres meses en Boston y sentía que pertenecía a ese lugar. Era sin lugar a dudas donde se podía vivir muy bien y las personas eran muy amables.

Ya tenía planeado todo para que en dos meses partieran a Inglaterra, ya que para esa época Aitasis iba a dar a luz. Hace dos semanas Robert había comprado un barco y lo estaba acondicionando para que fuera cómodo para los viajes futuros.

Iuola lo había llamado Poseidón y estaría disponible para toda la familia.

Era casi media noche y Georgia se encontraba en el despacho de Robert. Este aún no había llegado, los tres días anteriores estaban llegando demasiado tarde y Georgia no podía dormir hasta que el llegara.

Ella tenía algo importante que decirle. Ésta dejó la pluma en el tintero y esperó a que se secara la tinta.

Georgia se recostó en el sillón y se llevó ambas manos a su vientre.

Hace dos meses no le llegaba el ciclo menstrual y lo más probable era que estuviera embarazada, la idea le aterraba y le gustaba a la vez; porque iba a tener un hijo del hombre que amaba.

Hace mucho que ya lo había aceptado pero temía decírselo y que él no le correspondiera de la misma forma. Para ella Maximillian y Freyja eran sus hijos, los amaba tanto como si los fuera concebido y esperaba que quisieran a su nuevo hermanito.

En ese momento algo se cayó al suelo y se partió al chocar el piso. Ésta se levantó y vio que era el cuadro donde la habían pintado a ella, junto con Robert y los niños. El vidrio se había hecho pedazos.

Georgia tomó el cuadro y de inmediato tocó la campana, una criada apareció al instante.

-¿Sí mi lady?

-Mary por favor limpia eso-le ordenó Georgia-No entiendo cómo pudo caerse si las ventanas están cerradas y el viento no puede entrar

-Sí mi lady-ésta salió buscar los implementos del aseo.

Georgia suspiró y colocó el cuadro en el escritorio.

En ese momento comenzó a escuchar gritos femeninos que provenían de afuera. Ésta salió de inmediato y se dirigió a la antesala.

El ama de llaves se encontraba obstaculizándole el paso a...

-¡Camelia! -exclamó Georgia al verla. Ambas mujeres la miraron.

-¡Georgia! -exclamó ésta con lágrimas en los ojos.

-Déjanos solas-le ordenó Georgia a su ama de llaves y ésta se marchó. Ambas se dieron un abrazo.

-No tienes idea de cómo me alegra verte-le confesó Georgia. A su prima se le llenaron los ojos de lágrimas.

-Sé que te debo muchas explicaciones pero no llores Lía, mírame estoy bién

-Georgia...-susurró sin poder contener las lágrimas-Georgia lo siento tanto...

Ésta sostuvo a su prima-¿Qué sucede cariño?

-No sé cómo decirte esto... perdóname...

-¿Qué se supone que te tengo que perdonar? Ya Robert me contó que te casaste con el señor Bright, estoy feliz por ti cariño

-No... no es eso

-¿Entonces?

-La fánobrica explotó. No hayamos el cuerpo de Robert―Georgia se separó de ella.

―Cameron y yo llegamos hoy―continuó ésta mientras le temblaba la voz―y tuvimos que llegar directamente a la fábrica de textiles. Cuando llegamos encontramos el alboroto, Ethan está allá. Creo que... no resistió la explosión porque están buscando su cuerpo hace horas y...

Georgia ya no la escuchaba. Se llevó su mano al vientre y comenzó a negar con la cabeza.

―Mientes―susurró

Camelia se acercó a ella―Georgia...

―No me toques... es mentira lo que me dices ¿Por qué me haces esto? ¿Acaso me odias como lo hacía tu madre y tú hermano?

Su prima se llevó una mano a los labios y no pudo evitar derramar lágrimas.

―Eres la única familia que me queda Georgia ¿Cómo puedes pensar eso?

―Es mentira... ¡Mientes! ¡Mi esposo no está muerto!

―Pero ¿Qué son esos gritos? ―preguntó Iuola. Ésta se encontraba en lo alto de la escalera con un vestido blanco de mangas cortas.

―Mi lady...―susurró Camelia

―¿Señora Bright? ―preguntó Iuola mientras bajaba las escaleras―¿A qué se debe el honor de su visita a esta hora?

Georgia negaba con la cabeza―Es mentira... todo es una vil mentira...

Iuola las miró a ambas―¿Qué sucede aquí?

En ese momento se oyeron los toques de la puerta y de inmediato el ama de llaves la abrió. De allí entraron Ethan y Cameron con el aspecto terrible. Sus rostros reflejaban incertidumbre.

―¿Señor Bright? ―preguntó Iuola y luego miró a Ethan―Señor Shaw ¿Dónde estuvo usted metido? ¿En un bote de basura?



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En el texto hay: gay, nobleza, novela historica

Editado: 11.09.2018

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