Rahab protege a los espías: Josué envía dos espías para explorar Jericó. Rahab, una prostituta, les da refugio y engaña a los hombres del rey. Reconociendo el poder de Dios, Rahab pide protección para ella y su familia. Los espías prometen salvarla si cuelga una cuerda roja en su ventana. Rahab acepta y los espías escapan. Informan a Josué que la gente de Jericó está aterrorizada.