Abraham mintió diciendo que Sara era su hermana, y Abimelec, rey de Gerar, la tomó como esposa. Dios advirtió a Abimelec en un sueño que Sara era casada. Abimelec defendió su inocencia y devolvió a Sara a Abraham, junto con regalos y tierras. Abraham explicó que mintió por temor a ser asesinado. Abimelec oró por Abraham, y Dios sanó a su familia de la esterilidad causada por tomar a Sara.