Moisés reúne al pueblo de Israel y les recuerda los diez mandamientos dados por el Señor en el monte Sinaí. Les insta a obedecer estos mandamientos para vivir en paz y prosperidad en la tierra prometida. Los mandamientos incluyen no adorar a otros dioses ni hacer ídolos, honrar el día de descanso, respetar a los padres, no cometer asesinato, adulterio, robo o dar falso testimonio, y no codiciar lo que pertenece a otros. Moisés relata cómo el pueblo temía la voz y el fuego del Señor en el monte, pero les recuerda que el Señor los escuchó y quiere que lo obedezcan para su propio bien. Les instruye a seguir fielmente los mandamientos del Señor para asegurar una vida larga y próspera en la tierra prometida.