Llevábamos meses conviviendo y era lo más parecido a un pre escolar. Nos jugábamos bromas todo el tiempo y esa mañana debía devolverle a Facundo la del agua helada.
-Barbi, me voy a duchar... No se te ocurra hacerme nada. ¿Ok? –Se previno entrando al baño mientras yo tomaba un café y leía las noticias matutinas.
-Descuida, no te haré nada, ¿Acaso me crees muy rencorosa? -Le respondí riendo.
-Tú eres de cuidado, por eso lo digo...
En cuanto escuché correr el agua lo encerré bajo llave y escondí su ropa para luego salir sin el más mínimo sentimiento de culpa por un café a casa de Trini.
Cuando regresé a eso de las 20:00 Facundo estaba de muy mal humor sentado en el sofá:
-¿Qué sucede? -Pregunté tratando de contener la risa.
-¿Cómo qué sucede? Me dejaste encerrado. -Respondió levantándose del sillón y sonriendo diabólico.
"Mierda, mejor corro a la habitación porque la venganza será terrible..." Tiré el bolso sobre la mesa del comedor y corrí, Facundo se tomó el tiempo suficiente para preparar su venganza. El sabía que cual sería el rumbo que tomaría para esconderme y también sabía que los tacones no tienen resistencia en un suelo resbaloso... tiró vaselina en el pasillo que daba a nuestra habitación y como era de esperar rompí mi zapato.
-¡Facundo! ¡Mis tacones! -Grité mientras me esforzaba por levantarme del suelo sin éxito debido a la vaselina.
-Jaja. Cuenta saldada, amor. -Dijo entrando despacio a la habitación. Me corté la mano con el dije del brazalete y estaba sangrando:
-¿Estás bien? -Preguntó preocupado y tomándome en brazos.
-Sí, estoy bien es solo un corte. –Lo tranquilicé.- Lo desinfectaré. Pero a ti te toca limpiar ese desastre. –Concluí señalando el pasillo.
-No es justo. Sabes que la limpieza no es lo mío.
-Jaja. Debes pagar la consecuencia por tu broma.
Desinfecté mi herida y me senté frente a la tv en lo que Facundo intentaba inútilmente limpiar el desastre que había provocado.
Se acercaba nuestro mes aniversario y buscaba el regalo adecuado para nuestra fecha especial.
Por esos días un sentimiento extraño me oprimía el pecho y me asustaba pensar en que algo muy especial estaba pasando con nosotros...