Sarah
Caminaba con las chicas por el Centro Comercial, ellas tuvieron la idea de salir a "festejar" por así decirlo, lo que pasó con Clare. Aún no hemos hecho nada con el vídeo, pero ya tenemos una idea de que hacer con el. Layla fue invitada por Nora, dijo que ella debía salir con nosotros por ser la primera en unirse a grupo Anti-Baker, me pareció un nombre poco original, pero me mantuve callada, no tenía nada que opinar al respecto, tampoco me importaba, hoy solo me concentraria en una sola cosa.
Volver hacer, lo que hacía antes de irme de New York.
Mi mamá me sorprendió con un regalo después de llegar del instituto. Me dio dinero para comprar y remplazar las cosas que tenía en nuestra antigua casa. Ella sabe lo que me costó dejar mis cosas allí, creo que algo bueno tuvo está semana. Iba a volver hacer lo que me apasionaba luego de unos largos días.
Lo primero que buscábamos era lo esencial. Un maniquí de costura, recuerdo que el antiguo era negro y personalizado por mi.
— ¡Mira ese rosado Sarah!. —Señala Abbie en una tienda. Se veía hermoso, y era casi de mi estatura, si servirá.
— Me gusta. —Bramo, sonriendo. Creo que me llevaré ese.
— Está genial. —Opina Layla, salimos de la tiendo con Elliot llevando el maniquí. Me pareció muy amable de su parte venir a ayudarnos, es una buena persona.
El se lleva el maniquí al auto, y nosotras nos dirigimos al lugar donde venden comida. Tengo un poco de hambre.
— Yo invitó. —Ofrece Nora.
— Que bien. Porque yo no pensaba pagar. —Bromea Layla.
Todas pedimos helados, y uno que otros dulces. Extraño mis noches de soledad, dónde solo estaba yo, muchas telas y pintura. Solo mi madre sabía de ello, y ahora las chicas. Aunque les pedí que no dijeran nada, sin explicarles el porque.
Mi madre solía decir que tenía un talento y mucha creatividad, ahora que estoy mayor, ya sé porque lo decía. Solo no quiero compartir esto con alguien, quiero reservarlo y ya.
— ¿Que haremos con el vídeo?. —Interroga Layla, comiendo parte de su muffin.
— Tengo un primo que hace magia con esas cosas, le pasaré el vídeo y haré que lo edite. —Menciona Nora.
— ¿Lo publicaremos y ya?. —Pregunta la pelirroja, que se encontraba al frente de mi.
— No, será mejor que no. —Opino, degustando mi helado de menta.
— ¿Por que no?.
— Piénsalo Nora, somos solo tres. Y Clare y Jade tienen a media escuela de su lado. Debemos ser más. Agregando que si subimos el vídeo, ella sabrá que fue Layla. Solo tendría que prestar atención al ángulo. —Analizo.
— ¿Entonces hicimos todo eso para nada?. —Comenta Abbie.
— Le dimos una pequeña probadita de su medicina. Tu creaste está grupo Abbie, tu la conoces más que nosotras; tienes que pensar cuál será el siguiente paso. —Le digo.
— Sarah tiene razón, hay que seguir. No podemos perder el ritmo. —Suspira Layla.
— Entonces ya tengo una idea.
— ¡Que rápida Abbie! ¡no pierdes el tiempo!. —Bromea Layla.
— Digamos que los años que he estudiado con Clare, me han servido.
— Debemos reunir más personas. —Sugiere Nora.
— Yo se donde buscar. —Confiesa Layla—. En la cafetería hay unos veinte chicos becados al igual que yo, que Jade molesta siempre. Ellos querrán entrar.
— Incluso veinte no es suficiente. —Habla Abbie.
— Por algo se empieza. —Animo.
— Con veinte es suficiente para hacer bromas más pesadas. —Opina Layla.
— Los últimos de cada mes, las Baker hacen una fiesta. Sus padres salen de viaje por trabajos y ellas lo consideran el mejor momento. Sería el lugar perfecto para hacerle una broma a ambas.
— Creo que vamos muy rápido, se nos acabaran las ideas luego.
— Concuerdo con eso, ya Clare piensa que somos nosotras. Bueno yo .—Aclaro—. Ella atacará, y no sabemos cómo lo hará.
— Solo faltan dos semanas para el último de Septiembre, será suficiente. — Revela Nora.
— Haremos una el lunes y luego esperamos al último. —Afirma Layla.
— Suena bien. —Dice Abbie.
— Nos dará tiempo para planear todo. — Concuerdo con la idea.
— Entonces ya está decidido el siguiente paso.
— ¡Esto es una locura!. —Rie Layla.
— ¡Entonces bienvenida al Club de las locas!. —Grita Abbie con mucho entusiasmo, haciendo que varias personas nos miren de manera extraña.
¡Que vergüenza!
***
Caminaba por los pasillos de el instituto, dirigiéndome a la biblioteca.
Hoy fue un día tranquilo, y eso me asusta, Clare no miraba a nadie, y solo se la pasaba susurrando con Jade.
Suspiró.
Entro en la biblioteca y dejó mi bolso en una mesa. Creo que esta es la parte más tranquila del instituto.
Pensar me hará muy bien hoy. Tal vez no sea correcto hacer eso contra las Baker si no me han hecho nada, pero quiero apoyar a Abbie sin verme tan involucrada; no quiero ser mala amiga. Tampoco mala persona.
Comienzo recogiendo los libros que se encontraban en las mesas para llevarlos a sus lugares.
— Hola Señora Violett. —Saludo amablemente a la bibliotecaria.
— Niña Sarah, te he dicho que no me llames Señora. —Recuerda señalándome de forma acusatoria. Yo rió suavemente y un poco apenada, colocó un mechón de cabello detrás de mi oreja.
— Lo siento Violett , soy un poco olvidadiza. —Miento y ella sonríe.
— Te entiendo cariño, yo con la edad, me he puesto más que olvidadiza. —Ríe de su propia confesión y yo solo camino a dejar los libros dónde iban.
— Cinco minutos de retraso señorita, ¿A que se debe eso?. —Aparece Axel, detrás de mi sorprendiéndome.
— ¡Axel¡, ¡no vuelvas hacer eso!. —Chillo asustada. Me encontraba tan concentrada que no me di cuenta cuando llegó.
— Perdón si te asuste. — Suena apenado.
— Soy muy fácil de asustar. —Revelo sonriendo incómoda.
— Anotado. —Dice. Y me ayuda con unos libros.
— ¿Cómo te fue hoy?. —Rompo el hielo, por primera vez.
— Nada fuera de lo normal, solo que Clare está rara hoy. Creo que fue por lo de la broma. —Menciona—. ¿Sabes quién fue? —interroga.