Saturn [#1 Cerises] Primera Edicion

Un pequeño vistazo al pasado III

LAGRIMAS DISFRAZADAS DE SONRISAS

Octubre 

Los 20’s es la edad en la que según muchos se aprenden muchas cosas, como a arriesgarnos, decir no con confianza, aceptarnos tal y como somos… en fin, miles de cosas.

La edad de los 20 se considera como la edad en la que la vida empieza a transcurrir.

Para Lorena llegar a los veinte significó darse cuenta al 100% de lo cuan enamorada estaba de su mejor amigo Nicholas, sin embargo, no se atrevía a decirlo en voz alta, por el miedo de perder su amistad.

§

Terminaba de arreglar los últimos detalles de su disfraz para la fiesta de noche de brujas que se llevaría a cabo en la fraternidad a la cual pertenecía Nicholas, había hecho la elección del disfraz con ayuda de una de sus amigas de la carrera, que curiosamente, era novia de uno de los amigos de Nicholas de la carrera de medicina.

Quería impresionar a Nicholas esa noche, y si lo lograba, ella lo tomaría como luz verde para confesarse con él, decirle lo mucho que le gustaba y que desde los dieciocho lo ve como algo más que un amigo.

—¿Lista guapa? — pregunto Janeth, su amiga.

—Si, estoy lista. — respondió con una sonrisa.

—Bueno, vamos que de seguro los chicos se estarán preguntando porque no llegamos.

Lorena asintió y sin más salieron de la residencia, a diferencia de Nicholas, Lorena no quiso intentar pertenecer a una fraternidad, quería vivir una experiencia universitaria común y corriente, claro que sin llegar a lo antisocial.

De la fraternidad a la residencia era un corto camino, lo que permitió que las chicas no tuvieran que coger el automóvil de alguna de ellas. Al llegar a la gran casa, el ambiente se inundaba con las notas de música electrónica, cientos de universitarios se podían observar incluso antes de ingresar, algunos tirados en el césped, otros disfrutando de manosear a su pareja y otros tantos yendo un poco más allá, sin miedo a ofrecer un espectáculo porno.

—¡Al fin llegan! — la voz de Nicholas hizo voltear a las chicas, que se encontraban paradas aun cerca de la entrada, precisamente tratando de encontrar a los chicos.

—Sé que nos extrañaron ¿dónde está Jake? — habló Janeth.

—En la cocina… — la chica asintió a la respuesta de Nicholas y se fue dejando solos a la pareja de amigos. — …te ves muy guapa cerecita.

El corazón de Lorena dio un salto de emoción, ante el comentario de Nicholas, y daba gracias a dios que el ambiente estuviera a oscuras y el rubor intenso que habían adquirido sus mejillas, no fuera notable.

—Gracias, tú también te ves muy bien. — sonrió, recibiendo el mismo tipo de sonrisa de él como respuesta.

Sin embargo, el momento duro muy poco, ya que casi al instante observó como la mirada de Nicholas se posaba a sus espaldas, sus ojos se iluminaron de una manera que jamás había visto, volteó para conocer el motivo del brillo en la mirada del hombre que tanto le gustaba, y se encontró con una sensual, sí, porque tenía que admitirlo, Olivia Lawrence a sus dieciocho años era una chica muy bella.

Sintió como Nicholas pasó a su lado, guiando sus pasos hacia Olivia, estaba hipnotizado, no podía despegar su vista de aquella chica, desde que su hermana los presentó, el quedó embobado y Lorena quedó plantada en su lugar, viendo como él la saludaba, la guiaba al interior de la casa y como reía genuinamente, incluso más que cuando estaba con ella.

Esperaba una luz verde de esperanza para tener el valor de confesarse, pero solo encontró una brillante luz roja que la hizo volver a colocar sus sentimientos bajo llave.

§

—Hacen una muy linda pareja ¿no crees? — la voz de Isabella, la hermana de Nicholas llegó a sus oídos.

No era un secreto para ella que Lorena vivía enamorada de su hermano, pero Isabella, aunque no odiaba a Lorena, no quería ver a su hermano con Lorena, porque veía en la mirada de él que no la amaba como ella lo hacía, y nunca estaría de acuerdo en que su hermano estuviera con alguien que no le atrajera en todos los sentidos.

—¿Perdón? — Lorena decidió hacer como si el tema no le afectara.

—No finjas conmigo, sé qué vives enamorada de mi hermano.

Algo que si había aprendido Lorena en veinte años era ocultar sus emociones y controlar sus expresiones corporales, por lo que mantener la calma ante la afirmación de Isabella, no fue complicado.

—No sé de qué hablas y ciertamente no me preocupa lo que pienses, y si lo que te inquieta es lo que pienso… — Lorena la miro fijamente. — …pues la respuesta a tu pregunta es sí, también considero que hacen una muy linda pareja. — mintió y puso el alma en no derramar una sola lágrima.

No espero respuesta alguna de parte de Isabella, simplemente se alejó de donde ella estaba y con eso dio por terminado el tema, puede que no haya convencido en lo absoluto a Isabella de su respuesta, pero por lo menos no había dejado ver lo mucho que le afectaba pensar en Nicholas con otra mujer.

§

Lorena se aburría, pero esa fiesta le estaba dejando ver lo cero por ciento correspondida que era en cuanto al tipo de amor que ella sentía hacia Nicholas.




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