Saturn [#1 Cerises] Primera Edicion

Especial POV Lorena I

Mayo/Junio

Treinta de mayo.

Treinta años de vida.

Otro cumpleaños que pasaré sin Nick a mi lado.

Han pasado dos meses desde la última vez que lo vi, dos meses desde que me dijo que no quería volver a verme, si él tan solo me hubiese dejado explicarle, entendería que no pasó nada, que sí lo intenté pero que yo misma supe que estaba mal…

El inicio de mi largo hilo de pensamientos se ve interrumpido cuando una alegre Hanna ingresa a mi oficina.

—Buenos días. — saluda ingresando y cerrando la puerta con el pie, pues sus manos vienen ocupadas sosteniendo su tableta y un pequeño pastel.

—Buenos días, Hanna. — regreso el saludo sonriendo.

Y realmente me es inevitable no sonreír, ella es como una hermana para mí y en este tiempo me ha ayudado a no caerme, siempre hace hasta lo imposible por verme bien y es algo que le agradezco, además de agradecerle a la vida por ponerla en mi camino.

—¡Feliz Cumpleaños a la mejor jefa! — gritó mientras depositaba en frente de mí el pequeño pastel de frutas mixtas, mi favorito.

—Muchas gracias. — expreso con mucha sinceridad.

—Treinta años, como pasa el tiempo, siento que apenas ayer fue que cumpliste veintinueve… — sonríe mientras habla viéndose como pensativa. — …envejeces rápido.

Suelto una leve risa, de verdad que sin ella estaría hundida en la depresión y no saldría de la soledad de mi departamento.

—Bueno, eres una gran asistente y amiga, pero… — Hanna hizo una mueca sabiendo que le diría que era hora de volver a trabajar, algo que me hizo reír nuevamente. — …tenemos trabajo que hacer, así que ¿Qué tenemos para hoy?

—Odio trabajar… — gruñó, y la vi fingiendo seriedad. — …mentira, me encanta trabajar… por favor no me corras. — susurró desviando la mirada.

Y de nueva cuenta me hizo reír, de verdad amo a esta mujer. — Estas loca Hanna, pero agradezco que me hagas olvidar todo con estos momentos de felicidad.

—Sabes que eres como mi hermana, siempre estaré aquí. — sostuvo mis manos de forma cariñosa por encima del escritorio.

—Lo sé. Pero bueno ahora sí, a trabajar. — dije rápidamente respirando profundo para evitar derramar lágrimas.

—Bien… amm… New York Times te ha enviado la copia que solicitaste del reportaje del evento de aniversario… y… — empezó, revisando todo en su tableta. — Ah si, la revista…

—El reportaje del New York Times de nuestro evento de este año, es una joya, por eso siempre los dejo asistir. — interrumpí al ver el reportaje de la celebración del aniversario de la empresa. — Perdón, continua.

—Oh, te decía que la revista The New Yorker te ha enviado su número de esta semana, con el reportaje de la entrevista que te hicieron sobre tu trayectoria empresarial.

—Si es lo que veo, el reportaje es muy bueno. — sonreí y luego de darle una leída rápida a una parte del artículo, seguí mirando las noticias de la revista.

—A medio día tenemos una reunión con Thomas para ver lo de la entrega del balance mensual y…

Dejé de escuchar por completo la voz de Hanna, sentí que mi mundo se paralizó, simplemente mi mirada no se despegó de la noticia que ahora estaba frente a mí en el computador…

¡En exclusiva!

Boda a la vuelta de la esquina entre el mundo empresarial y de la salud.

La noche del día de ayer, en uno de los restaurantes más exclusivos de Nueva York, se llevó a cabo un evento entre las familias Lawrence y Wright donde se dio la gran pedida de matrimonio del famoso cardiólogo Nicholas Wright a la empresaria Olivia Lawrence dueña de SL Marketing.

"La boda queremos que sea lo más pronto posible, no podemos esperar más", habló en exclusiva para nuestra revista la empresaria Lawrence.

Ambas familias dicen estar felices de esta unión, ya que confirman que ambos han estado enamorados desde la universidad y…

Una y otra y otra vez mi vista se deslizaba por la noticia, releyendo, tratando de confirmar lo que decía.

En ese momento entendí, que el corazón de Nicholas jamás me aceptaría, que lo que yo sentía nunca sería correspondido de la misma forma.

Como un balde de agua fría, la aceptación llegó a mi…

—¿Lorena? ¿Qué pasa? Estas pálida.

Escuché la voz de Hanna algo lejana, sabía que me hablaba, pero era como si mi cerebro aún siguiera desconectado tratando de terminar de aceptar todo.

—Lore, respira, por favor…

Y eso fue lo último que logre escuchar, después todo se volvió completamente negro.

§

<<—Algún día iremos a todos estos lugares y nos tomaremos miles de fotos juntos. — pronunció Nicholas mientras veíamos imágenes hermosas de diversos países.

—Lo haremos, y comeremos todo lo que podamos.




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