Winter
—¡Hace tanto ya que no salíamos tú y yo! —Hope me abrazó sin dejar de gritar como una loca. Ella era mi mejor amiga, sin duda alguna, aunque siempre he pensado que muchas veces exagera mucho.
—Sí, Hope, es cierto —asentí al mismo tiempo que nos acercábamos a la barra. Por un momento en el que nos quedamos en completo silencio, no podía dejar de recordar los besos que había compartido con Devan la misma noche de la fiesta sorpresa, además de la conversación tan íntima. Ese hombre era el indicado, ya no podía dudar de ello ni por un solo instante y mi devoción hacia él no dejaba de aumentar cada segundo. Me he enamorado, me he enamorado de manera profunda de Devan Reed y ya no me interesa admitir que es verdad.
—¿En qué piensas, Winter? —Enarcó una ceja después de que nos sirvieran un par de margaritas. Acomodé mi vestido lo más pronto que me fue posible para poder sentarme en la barra—¿En ese Devan, no es cierto?
—Por supuesto que pienso en Devan porque lo hago todo el tiempo —sonreí como una tonta recordando lo mucho que me gustaban sus dulces y adictivos labios, y cuánto en verdad me encantaba su voz tan varonil.
—No puedo creer, por más que me lo haya planteado miles de veces, que te estás enamorado de esta forma...—me abrazó ligeramente y luego, puso su cabeza sobre mi hombro—Me gustará mucho conocer a Devan Reed.
—Uno de estos días que él esté libre, yo voy a pedirle que nos encontremos contigo para que puedan conocerse finalmente —respondí sin dejar de sonreírle—Gracias por invitarme a salir, hace tanto tiempo que yo no hacía esta clase de cosas.
—Siendo sincera contigo, amiga mía, siempre prefieres el trabajo a otras cosas. Y está bien, supongo ya que es tu decisión y nadie más que tú puede elegir lo que tiene mayor importancia en su vida.
—Es cierto —por primera vez en la noche comencé a beber de mi vaso y el corazón prácticamente se me detuvo en el momento que escuché lo siguiente:
—Darcy, cariño, no sé si ya te has dado cuenta de quien se encuentra aquí —una voz desconocida susurró y un escalofrío me recorrió el cuerpo entero.
¿Es que acaba de decir Darcy? ¿Es la misma Darcy que se involucró con Devan Reed en el pasado? Si es así, mierda, en qué lugar acabo de meterme ¿Debería averiguar si se trata de ella o si es otra Darcy y yo ya me estoy volviendo loca? ¿Debería llamar a Devan?
—¡Winter! ¿Qué pasa contigo? —Mi amiga dio pequeños golpes en cada una de las mejillas para que yo le prestara atención, algo que logró momentos después. Estaba sumamente nerviosa, demasiado si soy del todo honesta—Parece que hubieses visto un fantasma…
—No lo sé, Hope, creo que hay una persona en este lugar con la que no me quiero encontrar por nada del mundo —murmuré bajo, evitando que alguien más me escuchara. Cerré los ojos, tratando de asegurar que esa no era nada más que una casualidad y que por lo mismo, yo no tenía razón por la cual preocuparme. Estaba por abrir los ojos, cuando alguien más que estoy segura que no era mi amiga, puesto que sus manos eran más suaves, tocó mi hombro y me obligó a dirigirle la mirada.
—¿Winter Howland? —Una muchachita más baja que yo, de ojos verdes y cabello negro, me sonreía con maldad y de nuevo, me puse nerviosa, pero, decidí que no tenía que hacer que el resto se diese cuenta de mi comportamiento.
—Sí, esa soy yo —me puse de pie, intentando intimidarla. Luego, la miré de arriba abajo preguntándome quién era ella y cómo es que me conocía—¿Quién eres?
—Darcy Payne, qué gusto conocerte de una buena vez. Digamos que…He salido con tu novio en el pasado y nos la pasamos muy bien —en ese mismo instante, me contuve para no abalanzarme hacia ella y golpearla. Era una maldita mentirosa, porque ella fue la que jamás quiso tener una relación seria con el hombre que yo amo y no voy a permitir que quiere verme la cara y creerse la gran cosa —Te he visto al lado del señor Reed y según su secretaria, pasas demasiado tiempo dentro de su oficina husmeando.
—¿Así, eso es lo que te dijo la secretaria de Devan? —Enarqué una ceja, también sorprendida por pensar que la estúpida de la secretaria había ido de chismosa con la tal Darcy—Bueno, señorita Darcy, me pregunto por qué no regresas por donde has venido y dejas de ser como un puto grano en el culo.
Su boca se abrió ligeramente y Hope la miraba llena de enojo.
—¿Te crees mucho por estar saliendo con Devan Reed? ¿Acaso él te ha contado sobre la lista de todas las mujeres con las que ha salido en los últimos años? —Sonrió burlona.
—Beatrice, Olivia, Gretchen, Hazel, Isobel y tú —respondí con simpleza—Sí, la verdad es que a él no le gusta guardarme secreto alguno y fue por eso que me contó sobre su historia y como tú fuiste quien no quiso tener una relación formal con él. Qué lástima por ti, querida Darcy, que creo que ya te has dado cuenta de lo que has perdido porque de lo contrario, no estarías ladrando como una perra aquí.
—Winter, Winter, Winter…De todas las mujeres con las que Reed ha establecido una relación, eres la menos agraciada.
—¿Ah, en serio? Según Devan, soy la mejor mujer que podría haber conocido —contesté empezando a perder el control. Yo no era una persona que tenga demasiada paciencia, por lo que si no me controlaba ahora mismo estaba a punto de golpearla hasta verla tirada en el piso—Y mira, que no tengo ningún afán en discutir con una mujer a la que ni siquiera conozco, y pues, tengo cosas más importantes que hacer que verte la cara y perder mi tiempo.