Capítulo 1

Dos meses antes. 

-¡Chicos a cenar!.- exclamó mi madre. Sabia perfectamente que ese llamado era solo para poner la mesa así que seguí en lo mío. -¡La mesa ya esta servida eh! Así que bajen o no hay postre!.- por el bien de Alex, mi hermano pequeño, decidí bajar. 

-Hola ma, ¿Cómo fue en el trabajo?- pregunto Bruno, mi hermano mayor, mientras se sentaba en la mesa. 

-Bien cariño, como siempre. ¿Cómo te fue en el colegio Alex?

-Bien ma! Hoy casi me peleo con un chico mayor jeje. 

-¿Se puede saber porque?- dijo mientras servía la comida y se sentaba. 

-Es que se estaba metiendo con Olivia… 

Bruno y yo nos miramos de forma cómplice y luego a Alex de forma burlona.- Te gusta verdad? Creo que sos muy joven…¿la podes presentar?- Alex solo se digno a sacarnos la lengua.

-Chicos ya no sean así con su hermano y vos pequeño…galán, deja de meterte en peleas. 

-Pero… 

-Pero nada, ahora come.- mi madre tenía su carácter, desde que nuestro padre nos abandono se vio obligada a mantenernos a los cuatro sola. Es una mujer muy amorosa pero nunca le gusto que sus hijos sigan el pasa de su ex esposo.-Y vos Vero, ¿tenés algo que contar? 

-No, todo tranquilo. 

-Me alegro. Ahora comamos que si no se nos va a enfriar. Por cierto esta noche traten de dormirse temprano, siempre escucho cuando perdes en esos jurgos Bruno, Alex con tus videitos de gente gritando y vos Vero llorando por esos doctores. 

-Si ma, perdón.- dijimos los tres mientras nos llevábamos mas comida a la boca. 

Cuando terminemos de cenar, mi madre se fue al piso de arriba ya que estaba muy cansada, Alex se hizo el dormido y se fue a dormir. Bruno recogió toda la mesa por lo que a mi me toca lavarlos. 

-Te hago compañía, estoy bastante aburrido. 

-¿No querés hacerme compañía mientras  limpias?  

-No, ni sueñes.- le saque el dedo del medio.-¡¿Qué son esos gestos?! 

Después de hablar un raro Bruno fue a su cuarto y yo me fui a bañar. Puse mi lista de canciones favoritas y me meti en la ducha.  

Después de unos veinte minutos salí de la ducha, me vestí y estaba a punto de prender el secador de pelo cuando escucho que un vaso se cae. Asome la cabeza por la puerta y vi a Bruno que también estaba tan asustado como yo.  
-No es un buen momento para estar viendo algo de terror. 
-Bajemos. 

-¡¿Qué?! ¿Nunca viste una película de terror?- susurro. 

-No, me dan miedo, hay que bajar ¡mira si entro el cuco tiro algo! 

-No seas boba, ahora por eso bajas adelante. 

-Pero que valiente… 

Me acerque a las escaleras y nuevamente se escuchó otro ruido, ambos nos miramos con miedo. Yo ya empecé a ponerme nerviosa y a sudar. 

Cuando bajamos la luz de la cocina estaba prendida, se que la apague porque sali corriendo después de eso.  

-Tengo miedo…- susurre tomando el brazo de Bruno. 

-Yo también pero me vas a cortar la circulación boba…entremos a la cocina. 

-Pero… 

-Tranquila, no te va a pasar nada. 

Ambos estábamos en los costados de la puerta esperando a que solo sea una broma pesada de Alex. Me arme de valor y entre en la cocina. 

-Ya era hora.-hablo una voz  

Mire aterrorizada hacia donde estaba Bruno mientras empecé a retroceder. 

-No te vas a ningún lado pequeña.- ahora la voz ya no era una voz si no que era un sujeto con un arma apuntandome.- Sal de ahí niño bonito, se que estas ahí. 

Bruno salió de su escondite pero empezó a correr hacia las habitaciónes, se escucho un disparo. 

-¡BRUNO!- Grite lo mas fuerte que pude pero el sujeto me tapo la boca, no me podía mover estaba completamente petrificada por el miedo. 

-Ya callate niña, solo llegue a darle en la pierna. 

-¿Mami?- escuche la voz de Alex desde la puerta. Estaba muy dormido como para darse cuenta del peligro al que se enfrenta. 

-Tu mami ya esta soñando muy muy profundo, yo mismo me encargue de eso. 

Al oír esas palabras la furia y el miedo me empezaron a consumir y me pude escapar de este asesino, agarre a Alex del brazo y escapamos pero en la sala de estar nos estaba esperando otra sorpresa. Bruno y otro señor encapuchado nos estaban esperando. Un disparo dio directo en el estomago de Alex y el otro en el brazo de Bruno.

-¡NO!.- trate de zafarme pero no podía, mis ojos empezaron a ver borroso por todas las lágrimas.  

-Ya cállate niña, sigues tu.- sabia que iba a pasar, no podía parar de llorar y gritar. Mi madre estaba muerta y mis hermanos en camino a morir. Como era posible que de un minuto a otro estábamos compartiendo una cena como las otras y ahora estábamos todos a punto de morir. Como por arte de magia se empezaron a escuchar las sirenas de la policía. 

-¡Mierda!-exclamo uno. 

-El jefe nos va a matar pero hay que salir ya mismo.  
Antes de irse me golpearon la cabeza contra la pared y se fueron. 

-Bruno…Alex…mamá…tengo que…llegar…-todo a mi alrededor se empezó a ver borroso y cada vez mas oscuro.  

Bip…bip…bip 

Estiro el brazo hacia la mesa de noche y voy tanteando hasta donde se supone que tiene que haber un reloj sonado pero lo único que logro es clavarme algo afilado en el brazo. 
-¡ay! ¿pero qué? 

Abro los ojos de par en par dejando que toda la claridad entre en mis ojos, estoy en una habitación fría y estéril que no reconozco. 

-¿dónde estoy?  

Miro el brazo, en el que recibí el pinchazo, tengo un largo tubo de plástico por el que entra algún tipo de fluido en mi cuerpo. El sonido del bip proviene de la máquina que hay al lado de la cama y que se encarga de controlar tu ritmo cardiaco. 

-¡ay por dios! ¡doctor!.- una chica pelinegra salió corriendo de la habitación, mi visión todavía estaba borrosa y no pude distinguir quien era.