— Hola, por lo que veo, ahora seremos compañeros de asiento — le comento el joven que estaba a su lado. Suho solo lo miro y asintió, él nunca había sido bueno a la hora de socializar o entablar alguna conversación con una persona que no conoce.
— Veo que eres de pocas palabras lo cual no es malo, ya que yo puedo hablar por los dos, a menudo la gente suele decirme que soy muy intenso y hablo hasta por los codos debido a esto el profesor siempre… No pudo seguir hablando, ya que una voz autoritaria lo interrumpió.
— ¡JOVEN HONG JISSO PODRÍA PORFAVOR PARAR DE HABLAR Y DEJARME DAR MI CLASE! — grito el profesor.
— Si profesor lo siento no volverá a pasar — se disculpó con nerviosismo, la persona que lo regaño le dio una última mirada de reprensión y siguió con su clase.
— Bueno, alumnos como les venía diciendo el tema que daremos hoy se trata sobre las identidades en general y de este tema no falta la inevitable pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez en la vida ¿Quién soy yo? Y no quiero respuestas genéricas de ese tipo que dicen tales como soy un humano o que me digan su nombre, sino que yo quiero que me den una respuesta mucho más argumentada y fundamentada, alguien podría decirme algo al respecto.
Suho maldijo para sus adentros como odiaba este tipo de clases o preguntas que a su parecer no tenían una respuesta fija y prácticamente nunca sabía que contestar sobre estas y eso que apenas era su primer día no quería ni imaginar lo que vendría el resto del año.
— Jóvenes, ¿por qué están tan callados hoy? De verdad ninguno va a decir nada — continúo hablando el profesor esperando a que algunos de sus alumnos se atreviesen a participar.
Después de unos cuantos minutos, una estudiante llamada Jugyeong alzo la mano para participar.
Inmediatamente, el profesor le dio la palabra y le dijo que se pusiera de pie los estudiantes y hasta el mismo docente agradecieron internamente de que alguien fuera hablar, era como si eso les quitara un peso de encima.
— Profe sinceramente lo que yo puedo decir de este tema en particular es que a medida que avanzamos en nuestra vida siempre nos preguntamos ¿Quiénes soy? Y es una pregunta tan compleja que a veces ni nosotros mismos tenemos una respuesta a esa interrogante, nosotros no solo somos nuestra etnia, género o religión somos mucho más que eso, cada uno de nosotros es una combinación de todo aquello que dije e incluso más tenemos experiencias, valores, creencias y aspiraciones que dan forma a nuestra identidad individual y colectiva, sin embargo, muchas veces no somos capaces de reconocer los méritos y virtudes que poseemos debido a esto a la hora que nos hacen la pregunta de ¿Quién eres? Por lo general nunca sabemos que contestar nuestras identidades nos definen, pero no nos limitan, ellas se moldean a lo largo del tiempo y a medida que crecemos nos encontramos con diferentes culturas y personas, nuestras perspectivas se amplían y nuestras identidades se enriquecen son un reflejo de la complejidad humana que nos permite descubrir nuestro verdadero yo y si tal vez muchos de nosotros todavía no lo sabemos, pero será nuestro objetivo
Descubrirlo y comprenderlo para nosotros mismos y respetar las identidades de los demás, cada uno es único a su manera y eso no está mal, de hecho, está bien, sería muy aburrido si el mundo estuviera lleno de personas iguales, eso es todo lo que tengo para decir profesor — finalizo y se volvió a sentarse en su lugar.
El profesor felicitó a Jugyeong por su respuesta y siguió dando su respectiva clase.
Suho se quedó reflexionando después de oír las palabras de esa chica, sintió que algo en ella le causó cierta curiosidad y le llamaba la atención conocerla.
…
Una parte de la jornada de clases acabo y ahora se encontraban en el receso, Suho iba caminando acompañado de Hong Jisso el cual no paraba de hablar, ambos se dirigían a la cafetería.
— Se me olvido decirte, puedes llamarme Joshua — hablo.
— ¿Por qué Joshua? — le pregunto Suho.
— La verdad no hay una razón en particular me gusta como suena y mis padres me apodaron así y me gusto entonces simplemente así se quedó.
— Vale — respondió.
— ¿Te molesta que hable mucho? — le pregunto esperando a que este le respondiera, que sí, sin embargo, le sorprendió escuchar que la respuesta había sido negativa.
— No me molesta que hables mucho, ¿por qué tendría que molestarme? — le dijo.
— A menudo la gente me dice que soy muy intenso y me piden que me calle y yo entiendo, sé que puedo llegar a ser molesto y que nunca paro de hablar, la verdad se me hace bastante difícil quedarme en silencio y como veo que siempre tienes respuestas cortantes siento que te molesto y si lo hago puedes decirme con tranquilidad no me voy a enojar sé que a veces tiendo a agarrar confianza muy rápido.
— Así como tú tiendes a hablar mucho y tener confianza muy rápido, yo no hablo mucho con personas que acabo de conocer, no me molesta que hables mucho, sé que debido a mi actitud parece lo contrario, sin embargo, te escucho, aunque no aporte mucho a la conversación, simplemente es mi manera de ser.
Joshua sonrió y abrazo felizmente a Suho.
— ¡¡GRACIAS, NUEVO AMIGO, ¡¡¡NO IMPORTA LO CALLADO QUE SEAS ME HAS CAÍDO MUY BIEN SEREMOS BUENOS AMIGOS A PARTIR DE AHORA!! — grito alegremente mientras seguía abrazándolo.
Esto hizo reír a Suho este chico a principio le parecía un poco extraño, bueno, no extraño como tal, más bien le pareció raro el hecho de que le hablara mucho aun sin conocerlo, aunque ahora mismo le parece muy gracioso, de todos modos, apenas se conocen, sin embargo, sintió que había hecho un amigo después de mucho tiempo tal vez al fin se permitiría tener uno después de lo que había sucedido.