-¿QUÉ? NO ES POSIBLE LE HABLE HACE DOS DÍAS, ¡ESTABA BIEN!-gritó Makoto muy desesperadamente, sin saber que hacer
-Lo sé pero necesito que te relajes, no hay una solución a esta situación- le dijo la persona que le daba la noticia
-No, como pudo la vida hacerme esto, ya no estará conmigo jamás era parte de mi vida, ¿ENTIENDES? NO SOY NADA SI NO ESTÁ-, Pues Makoto ya no pensaba en la situación
-Mira yo solo vine aquí para darte la noticia, se que es muy mala pero no vine a aguantar tus gritos-, salió la persona de la casa de Makoto, y la dejo con más dudas que respuestas.
El funeral sería esa misma tarde en la iglesia, por la tarde, ella no quería ir pero necesitaba ver la situación con sus propios ojos y saber que no le estaban mintiendo; cuando llegó a la iglesia vio a mucha gente que no conocía, había gente llorando por todos lados, le llegó un momento de agonía.
¿Quienes eran? ¿Porqué jamás hablo de estas personas?; empezó el velorio, la gente rezaba a su alrededor otros lloraban, otros estaban por compromiso a la familia, cuando de repente alguien se le acerca a Makoto.
-¿Estás bien?-, le preguntó
-No-, contestó Makoto, -lo era todo para mí