THOMAS
Conduzco hacia mi hogar pensando en la fiesta que debo festejarle a Ana, sin duda Evan quera ir mejor a la reunión que llevar acabo la fiesta y eso será mejor, así me encargo de que Ana tenga una buena fiesta, en el cual invitara a sus amigas, también tendré tiempo con Miranda, espero ese día con entusiasmo, en ese momento en la ventana veo a Evan su moto, no me voltea a ver y solo conduce cuando estamos casi cerca de llegar a la casa.
Cuando llegamos nos detenemos al esperar que el portón sea abierto, cuando este se abre Evan se adelante quitándome el pulso, suspiro manteniendo mi enojo ya que últimamente se ha comportado muy mal conmigo y eso no me deja de molestar.
Me parqueo al lado de la moto de Evan, cuando ya apague el motor bajo del auto encontrándome con mi hermano quien se quita el casco, le sonrío pero este solo esta serio. Se da la vuelta queriéndose ir pero antes tengo que decirle algo.
-El veintidós tenemos una reunión y recuerda que es el cumpleaños de Ana – digo en seguida, Evan se detiene y me voltea a ver con una ceja enarcada - así que estaba pensando en que tú te encargaras de la reunión mientras que yo organizo la fiesta – agrego al final y lo veo pensando sobre ello.
-Ok – es lo único que dice cuando se encamina a la casa, entra primero dejándome solo aquí, suspiro de nuevo pensando que hice mal, sobre aquella conversación no creo que se haya enojado ya que me dijo que todo está bien.
Dejo de pensar en ello y mejor me adentro a la casa, cuando estoy ahí, veo a Ana acostada en el sofá jugando con su celular, después veo a lo lejos a Evan que rápidamente veo que se ha cambiado, ya que se encuentra cerca de la alberca, se tira y se pone a nadar.
Evan tomo en serio todo en el pasado para ponerse a nadar, siempre le ayuda a liberarse de sus pensamientos, sin embargo según lo que mi padre me comento es que él tuvo toda la culpa, no sé si creerle pero Evan tiene todas las de perder por sus actitudes; me acerco a Ana quien no deja de mirar el celular.
-¿No piensas saludar a tu hermano? – le pregunto frunciendo el ceño, ella solo despega por unos segundos sus ojos del aparato para verme, solo sonríe y luego sigue con su juego.
-Hola Thomas – responde, de repente parece que detiene el juego porque se pone recta y empieza a ver a todos lados - ¿y el estúpido de mi hermano?
-No le digas así – le digo queriéndome reír – está en la alberca, ¿Por qué tanta las ganas de saber de Evan que de mí?
-Porque tu no me debes nada Thomas – responde acostándose de nuevo – en cambio Evan no me debe mucho dinero.
-¿No te dio nada antes de irnos? – le pregunto frunciendo el ceño, ella niega enojada y volteo a ver a Evan quien esta aun en la alberca - ¿pero que le hiciste para que no te diera?
-¡Nada! O eso creo – responde encogiéndose de hombros – pero no importa que le haya hecho, él tiene el deber de darme dinero.
-Tienes razón – digo cuando la volteo a ver de nuevo, me acerco a ella y me siento a su lado – cambiando de tema, ya faltan solo tres días para tu cumpleaños.
-Si aburrido – responde cuando detiene su juego y se levanta - ¿A dónde me lo van hacer?
-Aquí – respondo sonriéndole – tendrás la mejor fiesta, nuestra madre quiere que sea especial – agrego cuando le toco su cabello sonriéndole.
-Mejor fiesta seria que ella estuviera aquí – dice haciendo un puchero – pero será mejor que no, porque si viene ella viene mi padre.
-¿Cuál es el problema que nuestro padre este ahí? – pregunto frunciendo el ceño observándola con atención, mi padre es una buena persona, soportar mucho es lo que lo ha hecho un hombre como es ahora.
-Tu eres el único que no se da cuenta – dice seria – como a ti te tiene en un pedestal no te das cuenta de lo tan enojado puede ser.
-También conmigo es enojado – respondo defendiéndole – pero es una manera de educarnos porque nos ama, debes entender eso.
-¿Y lo de Evan es su forma de amarlo? – Pregunta un poco enojada, nunca la había visto así - ¿crees que eso es amor? No lo creo.
-Eh bueno, eso no viene al caso – respondo cuando me acerco para darle una palmada en su espalda – hablando de tu fiesta, déjame decirte he invitado a una chica a tu fiesta, ¿Espero no te molesta?
-¿Es tu novia? – pregunta admirada con una sonrisa, como me gustaría decir que si pero no he tenido aun el valor ya que temo que ella no quiera.
-No aun no – respondo sonriéndole.
-¡Entonces si es una chica que te gusta! – exclama sorprendida cuando se levanta - ¿y cómo es, es muy bonita como yo?
-Si – respondo riéndome por las locuras que se les ocurre – pero antes que pongas expectativas, quiero decirte algo, siéntate – le ordeno y ella asiente sentándose de nuevo.
-¿Qué pasa?
-Ella es muy joven, tiene tu edad y ya tiene un hijo – respondo cuando ella abre los ojos como platos, sabía que se sorprendería – es un bebé que tiene como tres o cuatro meses.
-Aww quiero verlo – exclama de forma tierna – que lindo, saber que te has interesado por una chica que ya tiene un hijo – dice cuando hace un mimo.
-No sé si lo traerá, recuerda que será una fiesta de las ruidosas que te gusta – respondo cuando la calmo porque ella le gustan los bebes, sin embargo después de ella ya no hubo otro hermanito.
-Tienes razón, ¿y cómo la conociste? – Pregunta poniendo sus manos en el mentón poniendo toda la atención del mundo – con detalles.
-La contrate como mi secretaria – respondo sonriéndole – ella me insistió que no pude negársela con su condición, ya que quería trabajar y a la vez cuidando a su hijo, me encanto su forma de expresarse que al final la acepte.