—¿Jade? —volteo al escuchar a Klein llamándome.
—¿Tu padre?
—Se ha quedado dormido, dijeron que en la mañana lo darán de alta.
—Me alegro —lo abrazo.
—Vamos con tu mama.
Toma fuerte de mi mano y caminamos directo hasta la habitación donde está mi mama.
Peter desapareció de un momento a otro, nadie sabe dónde está, Jenny lo llamo un millón de veces, pero nada ha pasado, ni siquiera un mensaje....
Abro la puerta sin tocar, al entrar veo a mi padre y Jenny junto a la cama donde está mi mama con un yeso en una de sus piernas y la frente con un parche, y mi pequeño Nicolás en sus brazos queriendo tirar de su pelo.
—Estas mucho mejor al parecer —me acerco a ella y me siento en la cama.
—Mucho hija, además este pequeñito me ayuda mucho, ¿Cómo esta Jorge, hijo?
—Mucho mejor, ya lo darán de alta —responde feliz Klein.
—Igual a mí, solo quiero irme —acaricia los deditos de los pies de Nicolás
—¿Jenny haz sabido algo de Peter? —le pregunta Klein.
—Nada, dijo que me enviaría un mensaje, pero no ha pasado nada.
—Se encuentra bien, no es tan tonto —le guiña un ojo— Mama te dije que no le quitaras los calcetines.
—Amo sus deditos, hacia lo mismo cuando tú eras apenas una bebe.... Como pasa el tiempo —suspira.
—No te vayas a poner melancólica —dejo un beso en su mejilla— Te comprare helado cuando lleguemos a casa.
—¿Me tratas como a una niña? te recuerdo que yo soy tu mama.
—¿Acaso no puedo cuidar de mi madre después de todo lo que me has entregado?
—Tienes razón ¿Sabes toda la paciencia que te he tenido?
—¡Hey!
Nos reímos.
***
—¡¿Que hacen?! —grita Peter— ¡Suéltenme!
Dos de sus primos aprisionan sus brazos detrás de el.
—Aprenderás Peter que la familia no se abandona.
Con un fuerte golpe detrás de la cabeza de Peter, cae al suelo inconsciente.
—Rápido, enciérrenlo que partimos de inmediato —dice su padre.
—Estas yendo muy lejos.
—Peter aprenderá, es mi nieto y estará a mi lado, quien quiera irse hágalo, no estoy obligando a nadie.
***
—¿A dónde vas hermosa? —Klein me detiene.
—Tengo que mudar a Nicolás.
—Hazlo aquí —me besa con suavidad.
—Prefiero llevarlo al baño.
—No tardes.
Me regala un último beso y deja otro en la frente de Nicolás.
—Regresare pronto.
—Klein estoy tan preocupada, tengo un mal presentimiento —Jenny se aferra a mí.
—Tranquila.
—No puedo estar tranquila —me ve con ojos llorosos— Mi corazón no deja de latir con rapidez, quiero a Peter a mi lado, lo necesito.
—No puedo creer cuanto han cambiado nuestras vidas, hace un año eramos solo nosotros dos, lo más probable es que en este momento estaríamos planeando una escapada al rió para acampar.
—Muy cierto, de hecho ya estaríamos allá intentado pescar algo.
—Yo nunca logre pescar nada, no sé cómo lo haces.
—Eres muy feo, los peces huyen de ti a penas te ven.
—Cuando todo esto acabe, podríamos ir todos juntos acampar.
—Sería fantástico, pero Jade y yo tendríamos que arrendar una cabaña, Nicolas no puede dormir con nosotros en un colchón inflable.
—Eso perdería la magia de acampar, pero lo acepto.
—¡Suélteme! —escuchamos un grito.
—¿Esa es Jade? —me pregunta Jenny.
Unas enfermeras tenían agarrada a Jade que intentaba soltarse, corro hasta ella lo más rápido posible, lloraba desesperada y su frente sangraba.
—Jade amor ¿Qué sucede?, Suéltenla
La soltaron y ella se aferró a mi enterrando su cara en mi hombro
—¡Se lo llevaron, se lo llevaron! —grita desesperada.
—¿A quién? —mi corazón estaba latiendo a mil por hora.
—Nicolás.... Se lo llevaron —callo de rodillas llorando desconsolada.
—No pude ser... —escucho a Jenny a mi lado.