—Deja a mi hijo tranquilo —digo casi susurrando por los golpes en mi estómago y en todo mi cuerpo.
—Tranquilo cuidare de mi nieto, no cometere los mismos errores que contigo.
Nicolás no deja de llorar estando en sus brazos. Debo protegerlo, aún no logro ser un buen padre para el.
—Iré contigo a dónde sea, solo déjalo ir con su mamá.
—Ya es muy tarde, pero dejaré que este contigo y disfrutes tus últimos momentos junto a él.
Después de dejarlo en mis brazos, se fue dejándonos solos en el sótano.
—Por favor hijo ya no llores, voy a proteger de ti lo prometo.
—Jade, debemos dejar que la policía haga su trabajo.
—Solo es un bebé klein.
—Lo se, pero van a encontrarlo.
—Disculpen —nos dice un agente del FBI— ¿Este es el padre de su hijo? —Nos muestra una fotografía de Peter.
—¿Por qué el FBI está preguntando por el? —pregunta Klein.
—¿Es el o no?
—Si es el —respondo— ahora dígame que está sucediendo.
—¿Sabe dónde esta ahora?
—No responderé nada hasta que me diga que está sucediendo, ¿le pasó algo a Peter?
—Peter desapareció, no he sabido nada de él en todo el día —interrumpe Jenny casi llorando.
—Disculpen —se va, sin decir nada más, para hablar con sus compañeros.
—Que demonios —voy hasta ellos —me dirán ahora mismo los que saben sobre mi hijo y Peter.
—Señorita creemos saber quién secuestro de su hijo le hemos estado siguiendo el paso desde que salió de prisión
—Oh por Dios —Cubri mi boca con mis manos— es el papá de Peter, el tiene a mi hijo.
—Es lo más seguro.
—¿Porque lo investigan? —Klein pasa su brazo por mi cintura y apoyo mi cabeza en su pecho.
—Confirmamos que está metido en tráfico de drogas, mientras lo investigabamos encontramos fotos de su hijo y Peter y fotos de usted junto al niño.
—No se preocupen —dice otro agente que estaba a su lado.
—¡Que no me preocupe! —le grito llamando la atención de muchas personas— Se llevaron a mi hijo !lo sé secuestraron!, Sé qué clase de psicópata es el papá de Peter ¿Y ustedes me dicen que no me preocupe?
—Jade basta —me dice Klein.
—Encuentren a mi hijo y a su padre, ese desgraciado se ha llevado a ambos.
—Sabemos dónde lo tienen.
—¿Donde? —pregunta jenny— ¿por qué no están allá ahora mismo?
—En este momento un equipo especial está allá.
—Nicolas debes resistir, vendrán por nosotros.
Escucho como caminan de un lado a otro, susurros, pero nada claro.
—No llores hijo —camino para moverlo e intentar calmarlo —se que quieres a tu mamá, la verán muy pronto, lo prometo.
La puerta se abre después de horas, mi padre con un arma en una de sus manos, abrazo a mi hijo más fuerte.
Su expresión de desquiciado total, jamás había visto algo así.
—Tio debemos irnos, ya vienen.
—Vayanse ustedes, tengo algo que hacer primero.
Nos observa en todo momento.
—Dejalos, solo nos atrasara y escucharán el llanto del bebé.
—No abandonare a mi hijo otra vez, no lo hare —dice los último en un susurro.
—Haz los que quieras.
Sé va, dejandonos con este demente.
—Solo lárgate y déjanos tranquilo, tu no podrás con ellos.
—Sabes hijo, le prometí a tu madre.
—No hables de mama —lo interrumpo.
—Que estaríamos juntos pase lo que pase, no cumplí mi palabra en ese entonces —camina hasta un mueble y saca algo que no alcanzo a distinguir —Pero ahora lo hare, vivimos juntos y morimos juntos, como familia —unas lágrimas resbalan por sus mejillas con los ojos muy abiertos y un poco rojos, estaba drogado.
—Dejabos ir —miestras voltea intento caminar muy tranquilo y despacio hasta la puerta.
—No tengas miedo hijo —toma el bidón, lo abre y da vuelta su contenido sobre el —Veremos a tu madre muy pronto —enciende un fósforo y lo deja caer.
—¡Nooo!... Te sacaré de aquí hijo, soy tu padre y te protegere.