La vida me había otorgado unos padres amorosos, que siempre veían por mi seguridad y felicidad, ante cualquier cosa. Siempre fui la niña protegida y amada, mis hermanos mayores de habían ido de casa cuando cumplí los cinco años, así que crecí como hija única, prácticamente.
Se me daba de maravilla socializar y hacer amistades, me era fácil desenvolverme, y entablar una conversación, tener un lazo de amistad con cualquier persona, sea mujer u hombre, adulto o niño, a todos les agradaba, ya sea por mis padres y su posición social, o mi forma de hablar con ellos. A menudo me gustaba pensar que era por mí, llevarme todo el crédito, me hacía sentir más feliz, más orgullosa conmigo misma.
Mis fiestas siempre estaban llenas de gente que me quería y admiraba, como a mi padre, algún día seré como él, pensaba a menudo, una lider nata, solía decirme mi padre, me gustaba pensar que era su favorita, aunque los padres no deban tener un 'favorito', en el fondo sabía que era yo.
Mis hermanos los habían tenido por varios años, era mi turno de brillar, inclusu su legado era algo que ya me acontecía, en la preparatoria mis padres y hermanos eran reconocidos, habían dejado huella en ella, tanto mi madre como jefa de porristas, mi padre como presidente estudiantil, mi hermano mayor como quarterback del equipo escolar, mi medio hermano como líder de los mateatlétas, y el menor de los tres como último presidente estudiantil.
Era mi legado, mi herencia, ya estaba ahí, sólo debía tomarla y hacerla mía, pensaba iniciar siendo jefa de porristas, luego líder de los mateatlétas, para después convertirme en presidenta estudiantil y obtener la corona de Reina del baile de graduación, cada año haría cada cosa, todo eso ya estaba estipulado para mí.
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locura y asesinatos, falsas amistades, depresion y descontrol
Editado: 20.10.2019