Capítulo 4: Comienza el juego

Travis

Nadie puede quitarme la sonrisa de la cara, desde que Cole me llamo malhumorado. Al parecer Danielle Shaw dejo impresionado al viajo Mark y eso se lo gano por mérito propio, no es fácil impresionar a un viejo zorro como él. Ahora Cole estaba empeñado en descubrir de donde la había sacado, porque era evidente que no me conocía. Sé que mañana intentará hacerla sufrir cuando deba pasar por su oficina antes de ponerse a trabajar, pero no me siento nervioso, creo que es muy capaz de sorprenderlo.

Mi relación de «amistad» con Dominic había avanzado bastante las últimas semanas, cuando descubrí que realmente apreciaba pasar tiempo con él. Todos los viernes organizaba una fiesta en su casa, ya no eran tan exclusivas como solían ser, cualquier borracho podía entrar, lo que las volvía más peligrosas, eso y al igual que la cantidad de drogas que circulaba por ahí, en más de una ocasión de manera sutil me encontraba parado junto a las escaleras para evitar que alguien fuera a subir al segundo piso donde mi querido tormento estaba durmiendo. En más de una ocasión la visión se me había vuelto roja en cuanto encontraba a un borracho en la planta alta, Dominic se burlaba de mi cuando estaba lo suficiente borracho para no recordar su nombre, en el fondo de mi realmente sentía que debía ayudarlo, se estaba ahogando en la depresión, y sumado a que se había peleado con su única compañía, realmente hacía de todo esto una mierda.

Suena el aviso que tengo un correo nuevo.

De: Scorpion (Cole Owens)

Para: T

Asunto: Demente.

Hoy te has superado a ti mismo. Cómo es posible que no me hayas dicho que esa muchacha tenia a Seyfried entre ceja y ceja, no puedes jugar así con los sentimientos de las personas, pedazo de insensible. Ya está dentro del caso, ahora es tu responsabilidad, tú dijiste que solo trabajarías con ella, pues hazte responsable.

Tiene razón como la mayoría del tiempo, ella quiere su venganza, yo solo le estoy dando los medios necesarios para llegar al fin

Mi teléfono comienza a sonar, casi me sorprende que sea Dominic, es viernes el día que comienza su celebración personal, hoy me siento de ánimo de acompañarlo.

—Hola muchachote.

No puedo evitar dejar salir una carcajada por la manera en que se refiere a mí, solo a mi abuela se lo había escuchado, es extraño, pero al mismo tiempo me siento bien con ello.

—Hey, body ¿listo para festejar esta noche?

—No, esta noche no tengo ganas de pasarla con un montón de borrachos, posiblemente mañana no recordare ni quienes eran y no sabré ni el nombre de la fémina que estará entre mis sabanas.

—Que calvario el tuyo —digo con sarcasmo y un deje divertido en mi voz, es la primera vez que escucho a alguien quejarse por esas cosas.

—Muy gracioso, pero ya me estoy cansando de eso, lo creas o no, no estaba acostumbrado a este tipo de vida, y esas porquerías que traen ya me han causado suficientes problemas con Dan y Leonor, si quiero que mis pelotas me acompañen por unos años más, tengo que volver a pensar con la cabeza correcta.

Asiento, lo había pensado pero quien era yo para decirle lo que debe hacer.

—Bueno entonces si no es para la juerga de esta noche…

—En estas semanas he pasado por alto el hecho que quieres meterte en los pantalones de mi prima. —Su tono, aunque tranquilo, es terminante—. Y eso es algo que no puedo decir que me haga feliz.

Me acomodo en mi silla.

—Entiendo que quieras proteger a tu prima, pero si vamos a los hechos ni siquiera me conoce aún, además de que creo que me has conocido lo suficiente este tiempo, te aseguro que soy bastante anticuado en eso.

—Te creo un tipo decente, y pienso que con eso te has ganado una oportunidad, pero aun si tienes mi apoyo, quien tiene la última palabra es Danielle — está protegiendo aquello que es preciado para él, se ha ganado mi admiración por eso, aún tengo que descubrir yo mismo que es aquello que me llama a ella como un imán — Ahora cambiando de tema, que te parece si vamos al bar de un amigo.