Volví a mi apartamento, ya era tarde, fui directo al baño quitándome mi chaqueta, viendo aquella enorme herida en mi brazo. Busque un botiquín entre mis cosas para poder limpiar mi brazo, cociendo luego este, joder, en serio esto duele mas de lo que imagine. Al acabar, puse un vendaje cubriendo por completo aquella zona. Me fui a descansar, necesito recuperar las energías perdidas en este día de mierda. Acabaré con Alex, y acabare con este maldito negocio de una vez por todas.
Me dormí, pero por alguna razón soñé con aquel sujeto, en el sueño, me veía junto a el, en una hermosa casa de campo, de la nada dos pequeños niños aparecían y nos abrazaban con fuerza. Era un momento hermoso, de mucha paz. Hasta que unos hombres vestidos de negro comenzaron a disparar, entre los gritos, y todo vi al que creí que era mi esposo y mis dos hijos cubiertos de sangre. Desperté gritando, y sudando frio, mis manos estaban temblorosas, y mi corazón estaba latiendo mas rápido que nunca.
Intente quedarme dormida de nuevo, pero no funciono en lo absoluto. Solo pensaba en esos niños y en el. No podía tener ninguna clase de sentimiento hacia ese chico, uno no lo conozco, dos, tengo que matarlo, y tres, jamás se fijaría en alguien con mi historial. Ya era de mañana, me aliste y vesti de negro, como siempre, es el único color que uso, y se me ve bien. Tome mi bolso con las armas y salí en dirección al edificio de este chico, creo que acabare con el primero. Me fui caminando a paso lento, pensando paso a paso que haría para acabarlo de forma sutil.
Me infiltre en ese edificio, evitando las cámaras de seguridad y a los guardias del mismo. El vivía en el piso número diez, así que tendré que subir muchas escaleras. Llegue al piso por fin, llame a la puerta, y un chico abrió esta y de inmediato le apunte con el arma en la frente, notando al instante el miedo de este.
Camino por un pasillo algo angosto hasta el ultimo cuarto en donde supuse que se encontraba el. Ya no hay vuelta atrás, tenia que acabar con esto de una vez.
Este chico estaba muy nervioso, entre con el a las demás habitaciones, ya estoy aquí, y bueno, se bien que ese niño no se quedara callado. Saque a todos los chicos llevándolos a la sala, todos estaban realmente confundidos.
Nuevamente vinieron a mi esas tontas imágenes de mi sueño. Los dos niños muertos, ash, no es momento para pensar en estupideces. Tengo que estar concentrada. Aquel chico apareció y de inmediato mi corazón comenzó a latir de forma descontrolada, nos quedamos viendo a los ojos por unos cuantos segundos, pero luego reaccione. Con una de las armas apunte al chico y con la otra a los demás.