Lo abracé, es que lo vi llorar con tanta nostalgia que no pude evitar que salga de mis ojos una lágrima, no entendía en ese momento que sentía al acariciar las letras escritas del diario, al parecer para él era demasiado triste, no quería ni pensar el por qué se veía así en este momento, ¿Algo malo había pasado? Claro, estaba llorando delante de mí, nunca lo hizo, me separé de él y lo miré a los ojos, se secó las lágrimas y suspiró.
—¿De donde lo tomaste?
—Estaba en la gaveta de los señores, lo... Tome porque...
—Tranquila princesa, gracias, hace mucho lo quería —mi padre me volvió abrazar y al separarse observó el diario—. Me extraña que no lo haya quemado —Al escuchar aquello me quedé en blanco, ¿Quién lo quemaría? ¿El señor o la señora Bennett? ¿Por qué lo harían? No quería hacerle esos tipos de preguntas, además entendía que él no me diría nada—. Solo no le digas a nadie, si por favor. ¿Lo leiste?
—Apenas lo abrí cuando entraste.
—Sé que tengo que explicarte muchas cosas nena y lo haré pero, no ahora necesito salir de la mansión.
—¿Para qué, es importante?
—Sí, tengo que sacar el diario de la casa por si se enteran de que no está, que lo dudo, ya que habrá una reunión mañana, pero aún así lo haré por precaución.
Papi escondió el diario bajo su ropa y me llevo de la mamo hasta la cocina, ¿De quién hablaba así? Tantas preguntas me comenzaba a molestar, al entrar caminamos directo a Bere la cual picaba unas papas.
—Cuida a Lorena, Saldré al centro de la ciudad recordé que tenía que hacer un mandando para el señor, por cierto, como era que se llamaba ese chico que encontraron en el mercado.
—Kevin, Kevin Mendes —contestó Bere.
—Lo conozco —dijo papi, saliendo muy rápido de la cocina.
—¿Sabes a donde va?, la verdad no le creí sobre el mandado.
—No sé nada, solo te diré que le deseo suerte —Bere me miro incrédula y sin más preguntas siguió pelando las papas.
No sé que pasará desde ahora en adelante lo que si sé es que nada sera igual, algo se estaba cocinando y no estoy hablando de la comida de Bere, estoy hablando de algo más, algo muy malo, o quizás no tan malo, lo presentía, sentía que desde ahora en adelante algo cambiaría en mi vida y no solo en mi vida, sino en la de todos, sí, es con la llegada de ese diario.

Final de la primera parte.
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Editado: 09.08.2022