Lorena entró a la habitación del hombre a pasó lento, no estaba segura de la idea, pero debía hacer lo que le pidiera el detective a su abuelo para ganarse su confianza, Michael le había dicho que quería dormir con su hija.
"Sólo cuidate" le informo su abuelo, al que no le gustó mucho la idea, pero que por el plan debían mantener la figura.
—Si eres mi papá ¿Por qué no me hablaste, por qué te escondías de mi? —Lorena se sentó en el borde de la cama, Michael pensó que le diría, o bueno, que mentira se inventaria para no decirle la verdad.
—Haa, tu abuelo, eso, tu abuelo no me quería cerca de ti, respetaba su decisión —Michael rascó su cabeza y echó hacía atrás su pelo rojo, se acercó a ella sentándose a su lado y rodeo el delgado cuerpo de Lorena con sus brazos.
—Bien, ¿Que paso el... —iba a terminar la pregunta, pero luego pensó que eso lo haría sospechar. Su papá abuelo le había dicho antes de ir con Michael que fuera muy cautelosa con las preguntas.
—¿Que decías? —Michael posó sus ojos verdes en Lorena, le regaló una linda sonrisa, por un momento Lorena pensó que él no era igual a sus hermanos, quizás esté hombre que ahora miraba era la pureza de esta familia.
—¿Me puedes decir cómo conociste a mi mamá? —Michael pensó que sí podría decirle la verdad con esta pregunta.
—La conocía desde pequeña, nos habíamos criados juntos, bueno, no juntos, ella era muy reservada, se alejaba mucho de nosotros, cuando me di cuenta que me gustaba ella tenía 14 años, tu edad.
—¿Cómo sabes mis años?
—Sé todo sobre ti nena, eres mi hija, siempre estoy atento a ti —La abrazó poniendo su cabeza en el cuello de Lorena.
—¿Que más?
—Nos declaramos ambos el amor que sentíamos uno por el otro —Empezo a mentir—. Pero sabes que... ese no fue el mejor día de vida —Michael no decía toda la verdad después de todo, ser mentiroso estaba en su sangre.
—¿Cuál fue?
—Cuando naciste —Lorena sonrió le creía, una de las cosas que tenían los mentirosos patológico es que hablaban las mentiras y te hacían creer que era la verdad absoluta, pero Lorena no era tonta quería creer que él decía toda la verdad y que su abuelo solo había sido muy exagerado.
—¿Me puedes decir cómo murió mamá?
—¿Tu mamá? —Se levantó de su cuello y suspiró, miro hacía el techo buscando en su cabeza que decirle —. Murio tres días de tu nacer —Esto era parte de la verdad—. Al caer de los escalones —La otra era parte de una mentira.
Lorena respiro profundo, se había dado cuenta de que el también le estaba mintiendo ¿Cómo era posible? El hombre le sonreía tan dulce que no dudaba de que fuera solo una víctima se sintió tan triste, pero debía sacarle todo lo que podía para mandarlo tras de rejas, que ser su padre no lo eliminaba de ser un posible asesino.
—Oí sobre algo y como tú eres mi papi me lo puedes contar —Tomó su rostro en sus manos y beso su mejilla.
—Lo que sea nena —Michael acostó su cabeza en su regazo.
—¿Que pasó el cinco de agosto? —Lorena acarició su mejilla. Michael sonrió por tal mención, nunca pensó que hablaría de ese día con su hija, decirle esto los uniría más o lo alejaría, una de dos y él esperaba que fuera la primera opción Lorena pensaba que lo sabía todo.

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Editado: 09.08.2022