⚡ CAPITULO 31

HOLA FELIZ LECTURA 
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La pistola rebotó en sus manos asiendo que la mujer temblara, más disparos se escucharon, no había tenido el equilibrio suficiente y le dió en el hombro derecho asiendo que la bala por la cercanía saliera por la espalda, la joven cayó al suelo por el impacto, había disparado a Lorena; la sangre que comenzó a salir era demasiada que hizo que la chica perdiera el conocimiento, Eladio agarró a su hija para tapar su herida, quitó su camisa y apretó el lugar para detener el sangrado, no sólo hubo un solo disparo; si abres fuego delante de oficiales ellos no tienen de otras que abrir fuego por igual, La señora Bennett se encontraba en el suelo, en realidad no se sabía si aún estaba con vida, Eladio estaba tan desesperado, ver a su hija inconsciente tal vez muerta lo hizo temblar, las cosas malas no se acabarían nunca, ya la noche estaba llegando a su fin y aún no paraba el sufrimiento.

Al llegar los paramédicos atendieron a ambas mujeres, se escuchó decir que ambas tenían señales de vida y que debían llevarla rápido al hospital central del pueblo.

Tres disparos recibió la señora Bennett, tenía tanta suerte que después de una larga operación sobrevivió y no solo eso, se tomó poco tiempo para volver en si con los tubos en su garganta. Le permitieron a los jóvenes llegar donde estaba su madre, por si moría. Melquiceded se tomó un pequeño tiempo y pidió que le dieran información de la niña. Michael ni siquiera se tomó la molestia de entrar a la habitación de su madre, se quedó en el pasillo intentando procesar todo lo que había pasado.

—Me pueden decir como se encuentra Lorena Johnson, es mi sobrina —Preguntó melquiceded a la secretaria. La mujer tecleo varias veces. El detective Kevin entró caminando por el pasillo hasta encontrarse frente a frente a él.

—No hay información oficial aún —Contestó la mujer amablemente, Kevin lo miraba con tanto resentimiento. Ellos seguían siendo las personas más ricas de este pueblo y seguían teniendo privilegios. Sabía que no podía meterle una cachetada sobre todo porque tenía oficiales a su alrededor y no era eso nada más lo que quería hacerle.

—¿Como está mi hija detective?—Preguntó Michael desde su asiento, no obtuvo respuesta y prosiguió diciendo —Mi mamá no quería hacerlo, yo sé que no.

—No sabemos cómo está la chica,  No me interesa que quería tu madre estará en la cárcel en cuanto se recupere junto con ustedes, si esto no hubiese pasado yo no estuviera aquí ahora, ella hubiese gozado de todas las riquezas que  ustedes no podrán gozar y tal vez con el dinero que tenías te sacaría a ti el cual no estás tan hundido como los otros.

—Lo sien...

—No lo hagas, no te atrevas. No sé que tienen ustedes, pero los quiero lejos de mi vista—Contestó Kevin pensando que de verdad había algo malo en esta familia que ni siquiera la madre de esta se quedó quieta sino que perjudicó su libertad, esa fue la peor estupidez que pudo haber cometido.

Ya casi pasaría al día siguiente y Eladio no sabía nada de Lorena, beatriz y Bere estaban con él, pero se comenzaban a dormir en el sofá del hospital, Estaban del lado derecho de aquel hospital muy lejos de donde se encontraban los Bennett, miró a las mujeres cabecear en el asiento y le pidió al chófer que se encontraba en la sala que las llevara a la casa, pero ambas mujeres se negaron a irse sin embargo poco momento después seguían cabeceando del sueño.

—Familia de Lorena Jhonson —Las dos mujeres se levantaron del asiento de golpe, Eladio se encontraba de pie y fue directo al doctor.

—Nosotros doctor.

—La jovencita está fuera de peligro, por suerte quién le detuvo la emorrajia lo hizo a tiempo y no perdió tanta sangre, más la bala que salió del otro lado hizo que estuviera en menos peligro, ya la pasaron a la habitación número tres pueden verla, despertará pronto —Despues de decir aquello se fue a sus deligencias.

—Vayan, descanse yo me quedo con ella.