Esa noche no pude dormir, me fue imposible pegar los ojos pensando en esas chicas, ellas no tenían la culpa de lo que había sucedido también me dolía la tráquea de tanto vomitar, seguía con ganas, pero ya no tenía nada más para devolver.
Aunque pensando las cosas fue culpa de Luca por dejar la puerta sin llave, di mil vueltas, pero los rayos de sol me golpearon en la cara, estaba muy agotada por no dormir y por haber vomitado. Pero la verdad quisiera tener algo que hacer para distraerme y dejar de pensar en Stefania y sus amigas, mire los libros de medicina sería una buena idea pero por no haber dormido no estaría con mis cinco sentidos para entender lo que leía.
― Buenos días. ― La puerta se abrió, Luca tenía la bandeja del desayuno.
― Te ves fatal. ― Dijo mirándome, dejo la bandeja sobre la mesa y se acerco a la cama y toco mi frente. ― No tienes fiebre ¿Estas bien?
― No pude dormir en toda la noche y la comida me cayo algo mal tuve que vomitar.
― ¿Sera por eso? O ¿Por estar espiando y escuchando cosas que no deberías escuchar? ― quito la mano con brusquedad de mi frente.
― ¿Vanessa que hacías fuera de esta habitación anoche? ― pregunto algo molesto, lo miré sin parpadear me di cuenta que tenía unas pequeñas cortadas en la mejilla izquierda. ― Sabes que no puedo salir de aquí. ― Me encogí de hombros y le di la espalda para que no me viera la cara porque estaba un poco preocupada por cómo se había dado cuenta, intente pensar en una mentira creíble, pero en ese momento por el cansancio no se me ocurría nada.
― No me mientas Vanessa. ― Me tomo de la muñeca y me giro un poco fuerte. Me miro a los ojos no podía apartar la vista. ― Dime la verdad ¿Qué hacías fuera de esta habitación?
― Yo no salí de esta habitación Luca llevo varios días sin poder salir de aquí, tú siempre dejas la puerta cerrada― mentí, esperando que me creyera y dejara de cuestionarme.
― Hay cámaras de seguridad por toda la casa. ― Me quede congelada ya no podía debatir con él, me había atrapado en la mentira. ― Así que no mientas, dime la verdad, porque sé que hiciste anoche. ― me tomo por la barbilla y hizo que lo mirara a los ojos fijamente. Pude ver que las pupilas de Luca estaban un poco dilatadas.
― Solo me di cuenta que la puerta estaba abierta y salí para ver qué era lo que pasara es la verdad, te lo juro. ― Me achante al recordar lo que había escuchado, estaba triste al pensar en todo eso. Luca me soltó.
― No debiste haber salido de aquí. ― Luca se sentó en la cama parecía achantado por lo que acaba de pasar suspiro desanimado.
― ¿Por qué no? ― me senté a su lado.
― Tú sabes que toco hacer con ellas. ¿verdad? ― sentí un escalofrió por mi espalda al pensar en lo que debía decir.
― ¿Las mataron? ― Luca asintió.
― ¿Por qué dejaste que Stefania entrara aquí? ―pregunto intrigado, me miro y sus ojos parecían tristes.
― Yo estaba acostada me iba a dormir cuando me di cuenta entro a la habitación, encendió la luz y estaba por agarrar mi ropa le dije pregunte que hacía aquí y la verdad su actitud no era la mejor pero aparte de todo. ― me pause un momento Luca me estaba culpando porque su amiga había entrado.
― Espera un momento ¿Cómo que porque la deje entrar? Tú eres el que está encargado de la puerta, no es mi culpa que ese día la dejaras abierta. ― Lo acuse, tome aire por si ahora íbamos a pelear por quien tuvo la culpa.
― Si en eso tienes razón, fue mi culpa. ― Luca se agarró la cabeza con preocupación.
― ¿Que hicieron con sus …? ― pregunte señalando mi cuerpo no quería decir esa palabra.
― Bueno Matteo se hace cargo de eso … ― Suspiro. ― La verdad nunca he le preguntado que hace con los cadáveres de las personas que asesina. ― Puse mi mano sobre la espalda de Luca que parece que le molesto porque se levantó de un salto y con el ceño fruncido.
― Pero no era la solución Luca, por el hecho que me haya visto no era para tanto.
― ¿No era para tanto Vanessa? ― Camino molesto de un lado a otro. No comprendía que ocurría ahora estaba furioso, no sabía si fue por la pregunta que hice o por haberlo tocado. ― Vanessa nadie se puede enterar que estas aquí, alguien más aparte de Paolo o yo se enteran que están aquí y debemos desparecerlo, en este momento no existes tienes que estar escondida aquí y así tiene que ser.
― ¿Por qué? ― Inquirí algo molesta. ― No sé porque estoy aquí y no es mi culpa que ahora maten a personas a diestra y siniestra por algo que ni enterada estaba.
― No importa ahora no es lo relevante. ― Por primera vez agarre el brazo de Luca enojada estaba cansada de todo lo que estaba pasando, mi agarre no era muy fuerte, pero hizo que él se quedara quieto. ― ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué nadie puede saber que estoy aquí? ― inquirí furiosa.
― ¡Dime la verdad! ― Grite. Estaba algo agitada y conmocionada por todo lo que acaba de suceder.
― No me vuelvas a gritar Vanessa. ― Luca me agarro de la muñeca un poco duro, pero no me hizo daño, pero si me asusto.
― En el momento llegara y podrás preguntarle a Vincenzo Fantini y comprenderás todo y para que lo sepas esto es la vida de la mafia. ― Me soltó con un poco de brusquedad.
― Por cierto, no vuelvas a salir. ― salió de la habitación, pero no me encerró, pero estaba vez no iba a volver a poner un pie fuera de la habitación.
Pasaron tres días y Luca solo me dejaba la comida en la mesa sin dirigirme la palabra, ni siquiera volteaba a verme. Era una situación muy molesta aparte no lograba comprender porque estaba tan molesto conmigo.
Una noche estaba pasando el tiempo y tenía hambre, Luca no había aparecido desde la hora del almuerzo, por glotona me comí todo lo del almuerzo y no había dejado nada.
Ya habían trascurrido seis o siete horas y tenía demasiada hambre, espere un rato más para saber si Luca aparecía con mi cena. Pasaron dos horas y ya mi estomago me pedía comida así que no pude hacer otra cosa que salir. Sabía que él me tenía prohibido salir. Tome la perilla de la puerta y me di cuenta que estaba abierta, pensé por varios minutos si era lo mejor salir o no, tome aire inhale y exhale, ni siquiera tenía cabeza para pensar en las consecuencias de mis actos, solo quería comer; abrí con cuidado esperando que no sonara la puerta. Salí sin zapatos para no hacer nada de ruido, mire para la habitación de Paolo y Luca por lo visto no estaban, así sería más sencillo ir hasta la cocina asaltar la nevera, comer algo y regresar sin dejar evidencia. Mire hacia arriba buscando las cámaras tenía que arriesgarme ya no aguantaba. Camine lo más rápido posible hasta las escaleras me agache para intentar ver si había rastro de alguien en el primer nivel de la casa, baje muy despacio cada uno de los escalones. Me alegre al llegar al primer piso y no encontrar a nadie. Di unos pequeños saltos de victoria, todo estaba saliendo bien.
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Editado: 02.06.2022