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¡Hola! Paso muchísimo tiempo desde mi última actualización.
Lo cierto es que tuve un gran bloqueo con esta historia y no podía escribir nada, pues nada me agradaba y eso no me satisfacía.
Para no hacer de esto un cuento seré breve. Me bloquee y ya lo supere, espero poder seguir adelante con esta historia.
En mi mente tengo nuevos planes ¡Jajajaja! (Risa maligna :v)
Bueno los dejo leer en paz.
Narrador Omnisciente
— ¿Has traído lo que te pedí? — inquirió serio, mirándola a los ojos en búsqueda de una pizca de duda u arrepentimiento en la persona que tenía frente a él.
— Si — le dio la bolsa transparente con el contenido que él mismo había pedido dentro de esta. — Si alguien se llega a enterar de esto mi...
— Nadie tiene porque enterarse. Esto — señaló la bolsa —, será nuestro secreto — alegó serio, sin atisbo de duda que pudiera ser visible en su joven y masculino rostro.
— No se ha donde lo llevará eso, pero no permitiré que ni ellos, ni mi familia corran peligro por una niñada suya — expuso la mujer, armándose de valor y sosteniendo la mirada en alto.
— Si te dije que nadie correrá peligro es porque así será — dijo seco. — Solo quiero descubrir la verdad que hay detrás de todo esto, necesito saber si puedo seguir confiando — alegó con seguridad, pero dejando a la mujer muy confundida e inquieta.
El muchacho frente a ella le daba inseguridad y demasiada desconfianza.
— Yo hice mi trabajo, espero que usted cumpla con su palabra y cuide a mi familia — cambio su expresión por una sería e incluso demandante.
— Su familia ya esta a salvo — expresó él, sin vacilar. — Gracias por este pequeño regalo, y si todo sale como lo estoy pensando pronto tendrá noticias mías — sonrío.
Una sonrisa fría y llena de sadismo, una sonrisa capaz de lograr que la mujer se arrepintiera rápidamente del trato que había formado con él, con Demon.
El temor a que algo malo le llegará a pasar a su amada familia la venció y por eso firmó aquel contrato.
Después de todo solo se trataba de entregar un objeto, para ella no tenia importancia, solo un objeto a cambio de la protección y seguridad para cada miembro de su familia.
— ¿Entonces esto es todo? ¿No mas extorsión? — inquirió dudosa e incrédula.
— Es todo, a partir de ahora eres libre de mi persona — respondió sin inmutarse.
La mujer, antes de marcharse suspiro con pesadez y le lanzó una mirada cargada de odio.
Demon se quedó allí, la vio alejarse y cuando supo que no daría marcha atrás sacó el móvil del bolsillo de su pantalón y marcó el número de Ulises, su fiel amigo y colega.
Demon le contó todo los planes que tenia en mente a su amigo y este sin dudar decidió ayudarlo en todo lo que estuviese en su alcance.
— Ya lo tengo, solo tienes que hacer lo acordado y cuando tenga los resultados iré a enfrentarlo — alegó Demon entre dientes, apretaba tanto sus dientes que estos rechinaban con cada palabra que salía de su boca.
Tenia una sospecha, era muy fuerte a decir verdad pero solo era eso una «sospecha» y hasta no obtener los resultados no podría hacer nada mas que seguir con la asociación que años atrás había comenzado con alguien muy poderoso.
— Esto fue demasiado fácil — jacto Ulises —, bueno... Lo importante aquí es que ya tenemos eso y te sacarás toda duda que tengas — expreso.
— Cierto. Voy a la mansión y de allí tú te encargas del resto — dejo en claro antes de colgar el llamado que el mismo había iniciado.
Como mencionó, fue hacia la mansión y busco a Ulises para entregarle la bolsa con discreción.
Debía mantener a sus hermanos al margen de todo aquello, por lo menos hasta estar seguro de que sus sospechas eran ciertas.
Y sin levantar sospechas de nadie hizo lo pactado y luego se retiró a descansar.
***
1 día antes
Por años, Demon fue el pequeño niño de la familia Campbell, el niño prodigio de Los cobras, todos lo veían como al chico que era protegido por sus hermanos, sin embargo él sabía que todo eso le favorecía.
Nadie sospecharía del aquel "niño" que no podía lograr nada sin la ayuda de sus hermanos mayores.
Curioso resultaba el hecho de que todavía no sé dieran cuenta de lo que él era capaz hacer. No era el simple chico que se resguardaba bajo los muros de la mansión, él era capaz de todos.
Un chico temible, meticuloso, temerario, audaz, muy perspicaz y con el talento de convertirse invisible ante las miradas ajenas cuándo a él le convenía.
Las sospechas que rondaban por su mente, eran las consecuencias y causantes de sus pesadillas; Sospechaba de su aliado, aquel hombre que por algún motivo lo sabia todo y el cual siempre se mantenía en contacto. Poseía y le entregaba información valiosa, información que en ocasiones le servía para ayudar en los negocios de sus hermanos.
Pensaba en probar o intentar ir con sus hermanos a cumplir con el nuevo trabajo asignado, pero sabía que, Kaleb y Xander, se pondrían de acuerdo para que él no fuera.
El tintineo de su móvil lo desconcertó.
— Diga — mencionó neutro, sin atisbo de enfadado. No quería levantar sospechas.
— DEMON — grito su "socio y aliado", blanqueo sus ojos y no le presto ni la más mínima importancia a la socarronería del aludido — Mi llamado es especialmente importante — mencionó, pasando por alto que Demon, conocía bien su forma de actuar; Era muy predecible para el pelinegro de ojos verdes.
— Como todos los anteriores — alegó con poco ánimo — ¿Cuál es la noticia? — inquirió mirando el techo de su habitación.