Secretos & Venganza

Capítulo 30

Mila Ivanov 
 

En nada me han servido estos años de haberme ocultado, de nada sirvió el cambiar mi identidad e imagen.

Una pequeña parte de mi se alegra de saber que mi hermano esté sano y salvo, sin embargo en gran parte estoy repudiada por saber que solo se mantuvo alejado por una estúpida venganza, decepcionada por saber que todo en mi entorno era una maldita farsa.

Siento que he estado confiando en las personas equivocadas, siento que todos se han estado riendo y burlándose a mis malditas espadas.

¿De qué me sirvió escapar? 

En todo el santo día Los Cobras no se han despegado de mi hijo, en todo el dia no he podido hablar con mi hermano o supuesta amiga. 

William y los Campbell no han tenido mejor idea que unir alianzas, fuerzas y soldados para su maldita guerra.


Odio tener que soportar esto, pero si no he intentado huir es por la protección de mi hijo, solo por él trato de mantenerme en el absoluto "acuerdo" con esto que están haciendo.

— Necesitamos hablar — lo escuchó hablar detrás de mi.

Sé a lo que se refiere, pero no quiero... Me rehusó a darle explicaciones del porqué hui lejos de él.

— Ahora no, Kaleb — farfullo con disimuló.

— Mila, Scarlett o como prefieras que te llamen — su enojo resalta en la vena marcada a un costado de su frente — Necesito hablar contigo, ahora — artícula lo último con demanda.

¿Se piensa que por colocar mal gesto y escupir veneno con sus labios le voy a temer?

— He dicho que no ¿Ahora sí serías tan amable me dejarías con mi hijo? — el enfatizarlo parece hacer crecer su enojo.

— Mila — artícula entre dientes.

— Kaleb — respondo neutra de modo que no se note la burla.

De algún modo me hace gracia el provocar su ira, ya no soy una adolescente ¡Ya no le temo!

Es hora de que se vaya enterando la mujer fuerte y capaz que él mismo ha creado.

Suavizando sus facciones se dispone a hablar, sin embargo levantó la mano y niego con mi dedo.

— No lo volveré a repetir, lárgate y déjame con mi hijo — soltando un bufido agacha la mirada. De pronto lo veo sonreír con cinismo, esa mirada no me agrada en absoluto.

¿Qué tramas Campbell?

— Bien, tú lo has querido del modo difícil. Ahora atente a las consecuencias — amenaza y se voltea sin dejar de relucir esa sonrisa que una vez pudo intimidarme.

— Kaleb. — vocifero y se detiene para conectar su mirada con la mía — Hablemos. — murmuro conteniendo los cientos de insultos — Ian, hijo ¿por qué no vas con tu tía? — pregunto, él asiente y se coloca de pie para juntar los juguetes que están esparcidos sobre el césped.

— ¿Puedo comer pastel? — pregunta mirándome con esos ojitos compradores, los mismos ojos que me hacen sonreír y asentir con leves movimientos — Te quiero mamita — musita luego de tronar sus labios en mi mejilla.

Eso es lo que él jamás logrará obtener, de eso me he asugurado durante estos seis años y por más que suene egoísta, no me arrepiento de haberle negado la paternidad.

— Ahora dime que mierda quieres — exijo cuando logro divisar a Ian entrar a la casa — Si lo que quieres son explicaciones, de una vez te digo que lo hice porque pude y así lo quise — suelto parandome frente a él sin atisbo de miedo — Y para que te enteres, jamás voy a arrepentirme de habertelo ocultado, jamás me arrepentiré de haberlo alejado de tu mundo de mierda.

— Lo siento — lo escucho murmurar apenado — Se supone que esto no debió pasar, yo debi sacarte de allí y llevarte conmigo. Fui un maldito cobarde y... lo siento — su alegación parece sincera, sin embargo me niego a creerle.

Él jamás ha sido de fiar, está vez no va a convencerme con palabras estúpidas.

— ¿Lo sientes? — inquiri sarcástica — Es curioso que lo sientas, puesto que recuerdo bien haberte rogado millones de veces a que me sacaras e hiciéramos una vida juntos lejos de todo esto. Resulta irónico que lo sientas ahora cuando ya es tarde — hablo desde lo más profundo del enojo — Dejate de articular palabras vacias, Kaleb — no voy a soportar una más de sus mentiras.


Ya no soy una adolescente y no me quedaré a escuchar una sarta de palabras vacías.

— Espera — murmura deteniéndome sugetandome por antebrazo —, Scarlett solo quiero mantenerme cerca de us...

— No voy a negarte que te acerques a él, pero de mi no obtendrás nada más que despreció — digo quitando su mano de mi brazo — Para que te quede claro lo que paso hace unas semanas solo fue calentura, así  que no te armes de sueños que de nada te valdrá, querido.

La expresión sobre su rostro asemeja a la decepción. 

Eso sentí con sus rechazos a las propuesta hacia un mundo mejor, eso sentía cuando prefirió a su trabajo en vez de nuestra relación

— Me decepcionaste una vez y te prometo que jamás volveré a derramar una lágrima por tu culpa. Me has enseñado que en este mundo no se puede confiar en nadie. Bien hecho Kaleb, has creado un nuevo monstruo — soltando eso me alejo.



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En el texto hay: mafia, romance, amor y venganza

Editado: 01.03.2023

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