POV Samara.
- I'm on my fourteen carats
I'm fourteen carat
Doing it up like Midas
Now you say I got a touch
So good, so good
Make you never wanna leave
So don't, so don't
Gonna wear that dress you like, skin-tight
Do my hair up real, real nice
And syncopate my skin to your heart beating- mi intento de canto hacía eco en todo el cuarto de baño. La verdad estaba inspirada, mientras el bote de shampoo era mi micrófono estrella.
Hasta que una llamada con el tono “You & I” de One direction interrumpe mi armonioso e improvisado escenario. Reconocí el tono al instante y supe que era una llamada de Helsey, mi mejor amiga. Salgo de la ducha bufando y cerrando el grifo. Enrosco una suave toalla alrededor de mi cuerpo y otra en mi cabello.
-Dime-contesto la llamada mientras rebusco algún pijama calentito para este lindo y preciado viernes.
-Vamos a una fiesta-vaya, que directa es mi querida amiga. Ruedo los ojos y dejo de buscar.
-Sí, Helsey, tuve un buen día, gracias por preguntar-digo con sarcasmo. ¿Dónde demonios dejé mi pijama? Miro alrededor intentando visualizarlo.
-Di, que si anda-suplica-Andaa Saaaamaaaraa.
Pasaron unos diez o veinte minutos donde me estuvo suplicando (y amenazando) para ir a esa estúpida fiesta. Algo cansada cedo en un murmuro.
-Dios-bufo sentándome en la cama, rendida-Ok, Helsey.-Soy una persona muy fácil de convencer. Creo.
-Siiii-chilla-Paso por ti a las nueve-dice para luego cortarme
Pongo los ojos en blanco y veo la hora en mi celular
20:00pm.
Genial (notase el sarcasmo) tengo una hora para arreglarme. Después de peinarme, maquillarme, depilarme las piernas.
Me dirijo al closet para escoger mi atuendo de esta noche.
De allí tomo unas botas negras que me llegarán por encima de la rodilla, más o menos, una falda acampanada roja, un top ajustado y mi tan frecuente chaqueta de cuero negra. Tomo mi plancha y comienzo a hacerme leves ondas con está ya después de haberme vestido. Coloco un poco de perfume en mi cuello. Una vez lista, termino de bajar las escaleras y tomo mi celular junto a las llaves las cuales guardo dentro de mi pequeña cartera de mano color negra.
Una vez lista me siento en uno de los sillones de la amplia sala y comienzo a explorar mis redes sociales.
El sonido del claxon del auto de mi amiga hace que me levante del sillón y salga de la enorme casa para encaminarme hacia el auto de Helsey.
-Hola, guapa-dice mi amiga saludándome con un beso en la mejilla. Aún le guardo rencor por arruinar un hermoso y vago viernes donde mi plan era acostarme a hacer nada.
-Hola-digo, seria para que note mi intento fallido de enojo. Me coloco el cinturón de seguridad. Ella ríe y niega con la cabeza sabiendo que se me va a pasar. Y todavía se ríe la muy asquerosa.
Helsey lleva un vestido negro con un escote que deja mucho a la imaginación. Ella siempre es más atrevida que yo en algún sentido.
Después de diez largos y aburridos minutos de camino donde cantamos a todo pulmón las canciones de The wekend llegamos a la gran casa donde es la fiesta, me bajo del auto y espero a mi amiga para que haga lo mismo.
(…)
(2:00am)
Eran las dos de la madrugada y yo todavía me encontraba sobria.
No piensen que soy de las chicas que no toman, que no se han emborrachado y no le gusta salir de fiesta. Soy todo lo contrario a eso, solo que lo único a lo cual no he podido experimentar es el sexo, porque así es gente; Soy virgen.
No es algo de lo que me avergüence, ni nada por el estilo, solo que no he encontrado a la persona indicada la cual quiero entregarme.
En fin, busco a mi amiga por toda esta gente, ya he revisado la casa entera y hace más o menos una hora la he estado buscado, no hay rastro de ella, así que decido llamarla, pero al prender mi celular un mensaje de ella me avisa que no hace falta.
Hels
<<Lo siento amiga pero me he ido con un chico, de verdad perdón. Te quiero>>
-Hoy 2:14 a.m-
Genial, simplemente genial, tendré que irme en taxi. Salgo de la fiesta y llamo a un taxi, este no tarda en llegar y me monto dándole al taxista la dirección de mi casa.
Una vez en mi humilde morada me dedico a quitarme esta ropa y colocarme algo más cómodo.
Mi pijama consiste en una camiseta de mi hermano que me queda enorme y unos shorts algo cortos. Me dirijo a el baño y cepillo mis dientes, peino mi cabello y hago mis necesidades una vez lista me acuesto en mi suave cama y caigo en un profundo sueño en tan solo un minuto.
Al otro día...
Me levanto gracias a una llamada de mi padre, Aleksei, es todo un hombre de negocios, él trabaja en una de las empresas más grandes de Los Ángeles, en cambio mi madre es una diseñadora de modas la cual no está mucho en casa ya que va de país en país derrochando su gran estilo y habilidad para la moda. La verdad me sorprendió el hecho de que me haya llamado, es decir, sé que es mi padre pero no suele hacerlo mucho.
Al parecer me quiere en la empresa en unos minutos así que me apresuro en vestirme, me pongo una camiseta blanca larga que me llega por debajo del muslo con unos tenis negros y mi chaqueta de cuero. Una vez me cepille mis dientes me voy hacia la empresa de mi padre en mi auto. Cuando voy a entrar a la empresa un gran brazo rodea mi cintura y cubre mi boca con un trapo, pataleo lo más fuerte posible pero mis parpados pesan y mis extremidades se cansaron de moverse.
Y lo último que escucho es un "Jefe, ya la tenemos" para después sumirme en pura oscuridad.
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Editado: 18.05.2020