Estoy tratando de mejor aún mi narración en tercera persona (cuaqluier comentario que quieran ahcer sobre esa parte en tercera persona lo recibire con gusto para seguir mejorando en esto), les agradezco el apoyo a la historia aún con todos los cambios que a dado.
Cada cosa que veía de ella se me hacia difícil el lograr controlarme, pero tenía que hacerlo. Solo podía romper las cosas a mi paso tratando de controlarme para no lanzarme sobre ella y hacerla mía, la lastimaría no soy un semental, no sé nada de ese tema y tengo miedo que en mi estado suceda algo malo.
No me di cuenta de mi celo, soy un estupido. La tengo secuestrada básicamente en una cabaña lejos de todos, nadie nos a encontrado algo bueno porque nadie me aleja de ella. Me vuelvo loco sí lo hacen en este momento.
— Alexis, ¿qué sucede? —
Parpadeo mirando su hermoso rostro.
En cualquier momento saltaría sobre ella y la haría mía forzadamente si ella aun no lo quiere, y era algo que quería evitar. Trataba de controlar a mi bestia que por si ya estaba en su limite, pero sería peor si me mantenían alejado.
Trataría de matar a todos por no tener a lo único que me hace ser pensativo sobre todas las cosas, tan solo en estos días había dormido con ella aunque solo me afectaba por estar pegado a ella, mi bestia se había acostumbrado a ella mientras compartíamos cama.
Ella lo había querido.
Y yo ni mi bestia nos negaríamos a algo que queremos desde hace tiempo, había recorrido diferentes lugares para confundirlos y que nunca me encuentren han tratado de atraparme poniendo a omegas con celos, pero yo tengo a mi Luna yo nunca le seria infiel de esa manera.
— Nada —
— Tu mirada da miedo — sonreí mientras que la de ella se oscurecía, había estado conviviendo con su parte demoniaca y era más expresiva en lo que quería.
Miro cómo se cose la carne que había cazado mientras usa su poder, yo la como cruda sin importar nada. Mientras ella la cose y come tratando de que sea algo apetitoso. Mire sus labios mientras mordía la carne con sus manos y mire lo tierna que se veía.
Quería besar sus labios pero solo me descontrolaria, lamí mis labios cuando termine de comer sintiendo aun la sangre en mis dientes, negó con una risa mientras veía cómo tomaba agua y algún pedazo de fruta que ella había teletransportado. Era perfecta.
Solo mía.
— Alexis ¿qué sucede si yo quiero…? — la detengo en estos últimos cinco días había hecho la misma pregunta.
Al principio la bese con tanta pasión, pero me calme al saber que podría causarle algún daño sin su consentimiento. Nada debía ser forzado.
— No — mire su ceño disconforme y volví a hablar. — Solo lo dices por verme así y es algo que no quiero — niega, se acerca a mí con más cercanía y trato de alejarla con una silla.
La hace a un lado y se sienta en ella.
Sabe lo que hace al no estar con algo abajo, solo tiene mi camisa y es algo que me esta causando problemas severos, mire hacia otro lado neutro sin hacer nada más. Yo no quería que intentara ser algo que ella no quería, siempre que la espiaba era una chica con un aura delicada e inocente.
No quería que su aura se volviera solo delicada.
— Lo he pensado, podríamos estar meses aquí si no lo… — evita la palabra. — yo no quiero eso, te estas afectando y yo no me estoy forzando ha decirte algo solo por tu estado. En serio lo quiero, no me estoy forzando a nada. ¿Por qué no me crees? — se incorpora.
Camina hacia mí y me tenso volviendo mi vista a la pared imaginando otras cosas, siento sus manos alrededor de mi cuello y no hago nada, en cierto punto quiero que me toque y quiero sus labios sobre mi. Beso mi mejilla con timidez y solo me intranquilizo, mi aire salió de mi sistema cuando volvió a besar pero ahora mis comisuras.
Agarre su cuello y la bese desconsoladamente mandando todo a la mierda, no podría estar ningún minuto más sin ella. Se escucha el azote en la puerta y gruño sin dejar de besarla, alguien me aleja de ella y solo soy sedado con una fuerte cantidad. Miro cómo niega mientras se abraza así misma para que las otras personas no la vean, Mason la tapa con una manta y aunque quiera matarlo agradezco el gesto.
— No pueden, te hará daño — es lo único que escucho antes de caer inconsciente.
❀
La noche había dejado por completa oscuridad el lugar, un eclipse había sorprendido a todos los que trataban de vigilar que el coito entre la Luna y el Alpha primerizos no se consumiera, sería un peligro para la joven por que él no estaría en su capacidad de coordinar y reflexionar sobre las cosas.
Mientras que Mía miraba solo un guardia en la ventana observo la oportunidad de abrir su closet, nadie sabía lo que ella había descubierto, ni Mason sabía del escondite de una puerta pequeña que daba hacia el cuarto del Alpha que estaba asegurado con barras de plata por las ventanas y puertas excepto en esa pequeña.
Gateo dentro de la puerta y la cerro con delicadeza, sabía que ese eclipse tardaría 12 hrs en culminar y era algo que estaba a su favor, camino nerviosa fuera del closet de él y suspiro cuando sintió esos pesados ojos rojos sobre ella. Brillaban en toda la oscuridad que había en el cuarto.
Observo las cadenas de las cuales no pudo quitar ninguna, un plan cruzo por su mente y se destapo quedando solo en lencería que había encontrado en un cajón, se había probado a escondidas miles de conjuntos hasta que le gusto uno.
Con su visión nocturna por su parte demoniaca veía cada facción de su hermoso Alpha, al que tanto tenía nervios por los sentimientos que le causaba a ella. Esto sería algo nuevo. Los dos lo tenían claro, escucho las cadenas romperse y callo su grito poniendo sus manos sobre su boca.
Lo hare…
Pensó antes de que se distrajera mirando la respiración entrecortada de su Alpha.