Seducción

18

Alessio

Clark abraza a Victorie. Miro a Estaban quién no dice nada. Mientras que los hermanos y el padre hablan por lo bajo. El padre se acerca a la reina.

—Si quiere dinero —habla la reina —Hablaremos después

—¿Por qué le pediría dinero? Mi familia y yo consideramos a Abby…

—Es Rouses, su nombre es Rouses

—Amamos a su nieta y no queremos estar a su lado en este proceso. Sabemos cuanto le ha costado querer recuperar sus recuerdos. Es una hija para mí.

—Ella no necesita esa mierda sentimental

—¿Mierda sentimental? —Pregunta uno de los hermanos —Tal vez esa sea la razón por la que no quiere recordar

—Madre, no podemos quitarle su nueva vida tan rápido

—Se deshizo de esta en un abrir y cerrar de ojos

—Perdió la memoria —Dice Esteban —Ella no quiso dejarlos así

—Pero no quiere recordar —Susurro

—Quiso hacerlo —Dice el señor Williams —lo intento por seis meses, lo único que recordó fue estar en alguna playa

—Lucho por recordar y se culpaba cada noche pensado que por su culpa sus padres murieron. Quiso matarse.

—La apoyamos, estuvimos para ella, no pueden decir que ella no lo intentó cuando lo único que quería es recordarlos aún que no supiera quiénes eran

—Si van a ayudarla a recuperar, se me moría, deben respetar su espacio —Me mira el mayor de los hermanos.

La puerta se abre y es Ashley que entra. Mierda lo que me faltaba. Tiene una sonrisa en el rostro. Se intensifica cuando Abby, o Rouses aparece.

Mierda es que tratando de estar calmado pero no puedo. Quiero ir donde está y besarla, pero hay algo que me detiene, ella no es mi Rouses, no me recuerda, no sabe quién soy.

—Mamá llegará en la noche —Me mira —Podría ir por ella al aeropuerto

—Claro

—¿Por qué traerías a tu madre? —Pregunta Ashley —¿Necesitas consuelo al no ser…?

—Señorita Harris le pido que se dirija como se debe, ya que se encuentran frente a la heredera dl trono italiano y su jefa

Las bolsas que trae cae al suelo, me mira y luego a ella. El terror en su rostro es evidente.

—Al final, si regresaste del mismo infierno, maldita bruja —Habla Ashley recuperándose. Se acerca y me pongo alerta. —No pudiste morirte

—Y darle el gusto, creo que no, señorita Harris, supongo que tenerle miedo al muerto hizo que su pesadilla se cumpliera.

Ashley sonríe.

—Ahora entiendo por qué no me caías bien —Ashley serie peor que una llena —No puede ser, el ángel regreso de la muerte —Me mira —Pero el demonio ya no es tuyo. Sabes me dará placer saber cuando recuperes la memoria te dolerá tanto saber que los has perdido todo. Sobre todo a él.

La señorita Williams no se mueve, me mira de reojo y sonríe. Mira a Ashley.

—¿A qué le teme más? —Pregunta ella —¿Qué la persona que ama su prometido ha regresado o al hecho de que si se lo pidiera él la dejaría?

Siempre la última palabra, no hay duda de que es ella. Su comentario no me afecta, solo me comprueba que es el mismo demonio disfrazado de ángel.

—Me pregunto si realmente perdiste la memoria o solo es una más de tus artimañas

—Si la recordara no estaría aquí, señorita Harris, usted también me cae muy mal. Es más, su voz me produce jaqueca.

—Pense que solo era yo —Habla Clark

—Se dará el aviso del regreso de la princesa en dos horas, señorita Harris, espero que sepa mitigar lo que pasará —Eso parece traer a Ashley a la realidad —Si necesita algo comuníquese con mi asistente. Este es su último día de vacaciones, así que debe estar por llegar.

La reina se sienta, Abby y Ashley se miran. La primera es la que decide entrar en el salón nuevamente, en el proceso Ashley le pone el pie haciéndola trastabillar, me apresuro y la sostengo quedando tan cerca de ella.

Los lentes de contacto no me permiten ver su verdadero color. Se le tiñen las mejillas de rojo, pero no me muevo, es más, me atrevo a colocarle un mechón de cabello detrás de una de sus orejas, donde puedo observar con mayor detenimiento una cicatriz en la parte izquierda de la sien. No se nota a simple vista, peor ahí está.

Quiero estar enfadado con ella, pero no puedo. Quiero matar a Estaban, pero lo comprendo, Rouses tenía un sin fin de enemigos, que hubieran estado dispuestos a aprovechar su vulnerabilidad. No justifico su acción, no la perdono. El debió regresármela cuando vio que era más seguro, pero la realidad es que no lo era, ni ahora, ni antes, nunca lo sería. Rouses tenía enemigos, y en este momento debían estar preparándose para atacarla de nuevo.

Pero esta no es Rouses joder, esta es una versión de Rouses más dulce, voluble, más pura, con el mismo carácter de mierda pero sin la parte de la sangre, muerte en su vida.

Es separada de mí por uno de sus hermanos, Ashley grita, pero no nos dejamos de ver.

—Ellos no pueden estar cerca. Nunca —grita Ashley como si fuera una amenaza

—Mi hermana no se acercará a su prometido, pero dudo que su prometido no quiera acercarse a mi hermana.

Ashley se para frete a mí, pero desvío mi mirada a donde está ella. Quiero quitarle los lentes de contacto, quiero que se destiña el cabello. La quiero mía de nuevo, la necesito, necesito ponerme de rodillas e implorarle perdón. Yo le falle, le falle a ella y es algo que no me perdonaré.

Ashley chilla y yo solo me doy la vuelta saliendo del salón. No puedo estar cerca de ella. Me muevo hasta una de las ventanas del pasillo y enciendo un cigarrillo le doy tres caladas y mi cuerpo se relaja. Quiero algo más fuerte, pero no pienso consumir de nuevo. No joder.

—Pense que estarías más feliz con ella aquí —Desvío la mirada

—Cállate Esteban. Tú y tu hermano debieron estarse riendo de mí

—Aleck no sabe nada Alessio —Lo miro —Esto fue solo algo mío

—Siempre las has querido para ti, no creas que no sé qué te gusta tu propia sangre —No se inmuta con mi comentario, se acerca más

—Al principio lo fue, pero luego no Alessio. Porque no era solo tu sufrimiento, era el de todos aquí, ella también ha sufrido mucho ¿Cuándo planeas decirle la verdad?




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