Capítulo 3: Conflictos

Hannah Horch. 

     Cuando finalizó la reunión todos los ejecutivos acudieron a la mesa de bocadillos y café, parecía que la noticia de mi aparición no les causaba cierta curiosidad después de todo fueron ellos los que provocaron mi salida de la empresa. Los magnates con poder son personas vacías en su mayoría, su mayor interés es el capital y cómo pueden generar más a partir de él, todo quien se muestra como amenaza es apartado de la mesa de accionistas y ese fue mi caso.  

     Continué inmersa en mis pensamientos, evité cualquier contacto con Thomas o los hermanos en busca de un pequeño espacio de tranquilidad. Finalmente mi cuñado notó mi presencia en la esquina de la sala de conferencias y con una mirada de preocupación se acercó a mí. 

     —Ahora sabes el porqué de mi presencia en la reunión, tu padre me solicitó que te presentara de forma indirecta a la mesa de accionistas. Si bien no todos ellos son parte de nuestra empresa, Hans pretende que atraigas más inversionistas al conglomerado.  

     —¿Sabes? Jamás imaginé que este día vendría tan rápido, estos dos años han sido una pequeña cura para mi corazón. He conocido hermosas personas y unos cuantos enigmas de los que me duele separarme, todo volverá a ser como era antes de mudarme a los Ángeles. 

     —No estás del todo segura de ello, tu hermana ha tenido problemas este último tiempo para cargar con la presidencia, su estado de ánimo es muy cambiante y su fuerza parece decaer —dijo—. Estoy preocupado por Maggie, tras su decaída de salud he tenido que suplir dos cargos en uno y esta situación no me permite atenderla a tiempo completo. 

     Mi corazón latió con fuerza, mi hermana jamás  mencionó esta situación en absoluto y recuerdo haber hablado con ella unos días atrás. Joyce quien se presentó en mi apartamento esta mañana tampoco lo mencionó, puedo asegurar que Maggie le prohibió decirme cualquier comentario sobre su salud, después de todo así es ella. 

     —Thomas esto es preocupante, si tan solo hubiese una forma de integrar mis labores a los Ángeles, todo sería más sencillo.  

     —No es tan difícil la situación, Hannah —me sonrió alegremente—. Durante los últimos seis meses pensé en una estrategia para que te integraras a la empresa sin que esto afectara tu salud nuevamente. Por lo que planteé que te hicieras cargo de la vicepresidencia desde la central de Los Ángeles. 

     —¿Por qué pensaste que sería una mejor idea? 

     —Te diré la verdad, Hannah. Desde que te conozco has sido el blanco de múltiples críticas por tu gran parecido a tu madre, te recuerdo que los accionistas no estuvieron de acuerdo con el matrimonio de tu padre al casarse con su secretaria —suspiró—. Jamás había visto tanto brillo en tu rostro desde que vives en esta ciudad, el cambio de aire te ha hecho más hermosa de lo que recuerdo y la sonrisa en tu rostro hace que mi corazón sienta paz. 

     —Thomas…

     —Te tengo tanto cariño porque te vi crecer y también lo hice con Joyce, ambos son como mis hermanos y haría cualquier cosa por ustedes. Si no eres capaz de creer en mis palabras, fui yo quien le propuso a tu padre que te hicieras cargo de la vicepresidencia desde una central —expresó—. Ese era el fin de estas filiales, si alguno de ustedes tres no deseaba residir en San Francisco podría mantener su puesto desde otra filial en el país incluso en Alemania. 

     De forma inevitable una sonrisa se dibujó sobre mi rostro y sin medir mis acciones me abalancé sobre sus brazos en señal de gratitud. Thomas era más que mi cuñado y fue así desde el principio, era mi mayor confidente y mentor en mi juventud, él me vio crecer desde que era una adolescente hasta convertirme en la mujer que soy hoy. 

     Tengo muy presente el recuerdo de cuando mi padre nos sermoneaba a mis hermanos y a mí, era Thomas quien intervenía con su sonrisa amable y sus ocurrencias. 

     Él tiene en sus manos una parte de mí corazón. 

     —No sabes cuánto te agradezco todo lo que haces por mí, Thomas —una lágrima bajó por mi mejilla y él la removió con su pulgar mientras sonreía.

     —Deberíamos alejarnos o comenzarán a sospechar de nuestra cercanía, a excepción de tu jefe quien parece que piensa otra cosa distinta a lo que es en realidad —enarcó una de sus cejas y soltó una discreta carcajada alejándose de mí.  

     Giré hacia David quien nos observaba desde una esquina de la habitación, con una taza de café en mano y la otra en su bolsillo. Un brillo frívolo destellaba de sus ojos y contuve la respiración cuando me percaté que su mirada estaba fija en la mano de Thomas sobre mi cintura. 

     —Te lo tenías guardado, pequeña pecosa. 

     —¿Qué sabes tú de esto? 

     —Solo lo que Joyce observó esta mañana, está furioso con David. 

     —Por favor no menciones ni una sola palabra de este asunto a Margareth o mi padre. 

     —No pensaba hacerlo, por el momento esperaré hasta la gala de caridad. Debo retirarme ahora o el avión partirá sin mí, te estaré informando del estado de salud de Maggie. 

     Con un beso en la mejilla se despidió de mí y partió a su destino, dejándome con mil dudas en la cabeza y el corazón desbordante de alegría. Jamás imaginé que sería capaz de convencer a mi padre de tal manera, siempre veló por mi felicidad cuando solo era una adolescente y ahora es capaz de dejarme ir con tal de vivir libre como algún día lo deseé. 

(...)

     Cuando volví a mi oficina, mi cuerpo se sintió exhausto a pesar de haberme despertado tarde esta mañana. Mientras revisaba los informes pendientes y respondía los correos electrónicos, mi mente divagaba en un solo pensamiento; el descolocado amor que sentía hacia David jamás sería correspondido por más que este se enterara de mi identidad. 

     No somos de mundos distintos, ambos coincidimos en familias cuyo objetivo era una educación estricta. Al contrario de David, crecí con un padre amoroso quien me reprendió cuando debía hacerlo, sin embargo, jamás causó en mí una inseguridad. Era consciente a través de las conversaciones con Theodore que era posible que David tuviese un par de traumas a raíz de su estricta educación.