Tras terminar el desayuno el padre de Nicole invitó a Douglas a jugar el ajedrez. Mientras ella y su madre iban al jardín a entretener a Tommy.
— ¿Qué ha pasado entre Douglas y tú? — le pregunto su madre una vez fuera de casa y lejos de los oídos de su padre y de su esposo.
— No ha pasado nada realmente. — y como buena madre que era Marine supo que su hija no le decía del todo la verdad y Nicole se dio cuenta de la mirada de su madre. — Le he pedido el divorcio.
Marine evito decirle que había tardado en darse cuenta del error que había cometido, más reflexionó y vio que su hija no necesitaba en esos momentos recriminaciones sino ánimos, un divorcio fuese cualquier motivo, era doloroso y más si habían niños implicados.
— Supongo que por eso Douglas está aquí, — dijo Marine viendo a Nicole de reojo. — he intuyo que él se ha opuesto a dártelo.
Ambas se sentaron en una de las bancas que se encontraban en el jardín.
— Si. — Nicole escucho como su madre soltaba lentamente un suspiro.
— Pase lo que pase tu padre y yo te apoyaremos en lo que decidas.
— Gracias. — Simplemente no tenía más palabras para agradecer lo que Marine y Logan hicieron por ella.
— Bueno, basta ya de charlas sobre divorcios— dijo su madre colocándose de pie con Tommy en brazos — es hora de pensar en que haremos para el cumpleaños de esta preciosura.
Por otro lado, en el despacho de Logan se encontraban él y el esposo de su hija.
Lo único que pedía era un hombre que amara realmente a su hija, y de algo estaba seguro era EL hecho de que Douglas no amaba en lo más mínimo a Nicole, ella ya había sufrido mucho en su infancia al vivir la mayor parte de su niñez en una casa hogar, fue totalmente deprimente, hasta que la habían adoptado a la edad de catorce años, una edad en la que las parejas no adoptan a los que sobrepasaba los diez años debido a que la mayoría buscaba bebes.
Y eso tenían planeado, adoptar a un bebé, pero terminaron adoptando a una adolescente.
— Jaque mate— dijo Logan, sospechaba que su yerno lo estaba dejando ganar.
— Sí que eres bueno. — dijo Douglas.
— O tú realmente no tienes ganas de jugar. — le respondió.
Ambos se quedaron un momento en silencio, acomodando de nuevo el tablero para iniciar con una nueva partida y se la pasaron en total silencio, hasta que Logan se atrevió a hablar.
— Creo que ambos somos padres y como tal lo único que queremos es lo mejor para nuestros hijos.
— Lo sé, y también sé que Nicole es lo mejor para Tommy. — había esperado a que Logan le expresará su opinión.
Y por lo visto aún seguía sin aprobar su matrimonio, lo único que agradecía era que, a diferencia de sus padres, Marine y él no se entrometían y dejaban a Nicole tomar sus propias decisiones.
— Solo quiero que ella sea realmente feliz, si tú puedes darle eso estaré más que tranquilo.
Sabía que detrás de esas palabras había un mensaje oculto. Era obvio que Logan quería lo mejor para Nicole. Si bien no sentía más que agradecimiento hacia Nicole, se obligaría a amarla.
— Ella será feliz si se mantiene conmigo y créeme haré todo lo posible porque ella lo sea.
Sabía que era un egoísta al haber privado a Nicole de encontrar a alguien que la quisiera realmente por lo que era. El ajedrez era un juego que duraba bastante tiempo, se requería paciencia, la misma que su esposa había tenido desde que se casaron y de la que él necesitaba para hacer que ella se enamorara de él. Parecía que Logan y él estaba peleando por quien tenía la razón sobre qué era lo mejor para Nicole y tras un tiempo Douglas hizo el último movimiento.
— Jaque mate. —dijo Douglas, esa afirmación no solamente había sonado como si él estuviera ganando el juego, sino como una forma de decir que el lograría darle a Nicole la felicidad que tanto merecía.
— Tal parece tus ganas de jugar aparecieron. — se rio Logan, viendo su reloj se dio cuenta que ya era tarde. —Creo que será mejor que vayamos con mi esposa e hija, en otro momento te daré la revancha.
Douglas solo le dio una sonrisa de lado y se encaminaron al jardín, donde se encontró a Nicole ayudando a Tommy a caminar.
— Que bueno que están aquí, estábamos comentando sobre la fiesta de Tommy. — hablo Marine apenas los vio.
Sin prestar atención a sus padres y su esposo Nicole siguió ayudando a Tommy a caminar sobre el césped. Y eso sirvió para que Douglas por primera vez empezara a verla realmente, su cabello estaba más largo, castaño y sus ojos marrón oscuro eran brillosos.
— Le he dicho a mi mama que no es necesario hacer una gran fiesta, apenas tiene un año y ni siquiera recordara la fiesta, — dijo Nicole tomando a Tommy en brazos. — quizás comprarle un pastel y si quieres invitar a tus padres y a los Wall.
— Quizás… Creo que es hora de irnos. Douglas estrecho la mano de Logan y de Marine.