Seduceme lentamente y amame

SIETE

Douglas se dirigía fuera del salón justo cuando vio entrar a Nicole, pero antes de que él llegara a su lado Audrey la detuvo.

— ¿Te encuentras bien? — dijo Audrey con preocupación. — Te noto un poco pálida.

— Estoy bien, solo me ha dado un ligero dolor de cabeza, lo mejor será que busque a Douglas para decirle que me voy a casa. — le respondió Nicole.

Owen la había besado, no se lo podía creer, lo peor del caso ella le había correspondido. Se sentía tan mal como si tuviera un nudo en el estómago, ¡estaba casada! Quizás su matrimonio fuera solo de papel, pero eso no era una justificación para haber besado a Owen. Trataba de mantener la calma, había sido un simple beso, el problema era que Nicole no lo sintió de esa forma, había vuelto a caminar con Audrey a su lado y con disimulo vio hacia atrás Owen estaba a unos pasos de ella intentando alcanzarla.

Ella no se dio cuenta de Douglas hasta que choco con él, la tomo de los hombros. Douglas solo podía mantener su mirada fija en Nicole y en su caminar apresurado, parecía como si ella estuviera nerviosa, tanto que no se dio cuenta de que él ya estaba a su lado y habían chocado.

— ¿Te encuentras bien? — le hizo la misma pregunta que Audrey.

Nicole trago saliva y dándole una última mirada Owen vio a Douglas, le estaba dándole demasiada importancia a ese beso.

— Si, le he dicho a Audrey que me ha dado un dolor de cabeza insoportable lo mejor será que me vaya. — dijo Nicole. Vio la confusión en la cara de Douglas cuando ella hizo referencia a irse sola. — Pensé que tal vez te gustaría quedarte un rato más, es decir a penas y llevamos unos minutos aquí.

— Creo que nos vamos— sin darle tiempo de replicar Douglas tomo a Nicole de la mano. Dirigiéndose a Audrey le dijo — despide me de Paul— y empezó a caminar a la salida.

Apenas entraron a casa Nicole fue directamente a las escaleras para ir a su habitación, se sentía perturbada y necesitaba pensar.

Que había pasado precisamente en la fiesta, solo recordaba a Nicole bailando con aquel desconocido y después entrando al salón de fiesta. Sin pensarlo entro detrás de Nicole a la habitación de esta antes de que ella cerrará su puerta.

— ¿Te puedo ayudar en algo?— le pregunto Nicole con un tono de enojo que no pudo pasar desapercibido por él.

— Creo que yo debo hacerte esa pregunta, nos hemos ido de la fiesta porque tienes dolor de cabeza, ¿quieras que te de una pastilla? — dijo de la mejor forma, dentro de su cabeza miles de preguntas aparecían y no eran precisamente sobre sí podía ayudarla.

Nicole trago saliva, a pesar del tono meloso de Douglas sintió que este ocultaba sus verdaderas intenciones, tomó asiento en el banquito de su tocador. Y a pesar de sentirse perturbada por la presencia de Douglas en su habitación trato de mantener la calma, él nunca había estado en su habitación ni ella en la de él, cuando se casaron Douglas compro una casa, Nicole en ese entonces llego a pensar que tendría que vivir en la antigua casa que él había compartido con Melissa. Pero para su sorpresa no fue de esa forma y ella lo agradecía en su interior, aún seguía sintiéndose como una usurpadora. No compartían habitaciones, ese había sido parte del trato aunque no le hubieran dicho explícitamente.

— Estaré bien, tengo unas en alguna parte guardadas. — con manos temblorosas empezó a quitarse sus pendientes.

Tomó unas cuantas toallitas para quitarse el maquillaje, a través del espejo vio a Douglas que seguía parado en el mismo lugar como si estuviera pensando en las siguientes palabras que diría.

Estaba poniéndole los pelos de punta el tener a Douglas ahí. ¿Qué es lo que realmente quería? Se colocó de pie y al hacerlo tenía a su marido cerca y enfrente de ella.

— ¿Con quién bailaba esta noche? — Douglas coloco una mano en la mejilla de Nicole, más que una pregunta sonaba como una exigencia.

— Un invitado. — contestó con un encogimiento de hombros. No sabía que más decirle, hablar de Owen la pondría nerviosa y en evidencia con Douglas.

El solo sonrió de medio lado, era una sonrisa cínica. Por desgracia no le había visto la cara a aquel rubio que había bailado con su esposa, ella se sentía temblorosa y sin darle a pensar siquiera junto su boca con la de Nicole de manera brusca, no suavizó el beso, con desesperación llevo una mano a la cabeza de Nicole enredando sus dedos en su cabello, como si de esa forma pudiera acercarla más a él aunque ya no quedaban más centímetros.

Con pasos torpes llegaron a la cama, Douglas encima de Nicole empezó a subirle el vestido y se colocó entre las piernas de ella empezando a acariciar la pierna de Nicole. Ella se dio cuenta que las cosas se estaban volviendo demasiado serias, y ella no estaba preparada para eso.

— Douglas, para. — susurro Nicole aún con sus bocas juntas, él no estaba pensando y en vez de parar hizo todo lo contrario. El asunto estaba empezando a salirse de control hasta que por la mejilla de ella callo una lágrima y usando todas sus fuerzas intento empujar a Douglas. — ¡He dicho que pares!



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En el texto hay: bebe, romantica, matrimonio

Editado: 01.12.2019

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