Segunda oportunidad

Será realmente...

Mis días pasan como el correr del agua, solo siguen su curso y en nada puedo afectarlo a pesar de mi constante depresión. El despertar no me parece agradable es como el recuerdo de la oscuridad que atravesé y que vuelve con cada noche. Las pesadillas son algo rutinario, me despierto sobresaltado a medianoche y no puedo volver a dormir. Antes me refugiaba en la esperanza de volver a levantarme, pero ¿ Cómo si no tengo la determinación para hacerlo?...

Despierto y me siento algo fuera de lugar, lo que me rodea me resulta extrañamente familiar, es muy temprano todavía, demasiado para que la alarma esté sonando, espera, ¡Este no es mi tono de alarma! Por lo menos no el actual lo usaba cuando estaba en la secundaria, antes que todo pasara, antes que eso pasara, pero lo cambié hace mucho tiempo.

A medida que me voy despertando me percato que esta no es mi cama, ni mi cuarto; es más se parece al cuarto en que dormía cuando estaba en la secundaria cuando vivía con mi mamá, pero hace años de eso y esto no puede ser real, debo estar soñando, mi subconsciente se tortura con el recuerdo de cómo era mi vida antes.

Me voy incorporando y efectivamente es la misma habitación en que viví aquellos días, frente a mí está mi uniforme de colegiala como siempre estrujado. Pero hay algo extraño, esto no parece un sueño, normalmente en mis pesadillas sobresalen los momentos de la noche en que todo se vino abajo, no suele haber tanta paz.

Entonces escuchó una voz y me quedo helada, esa voz hace mucho que dejé de escucharla. Corrí hacia la puerta y me aventé a los brazos de la persona que tenía enfrente.

- Ya era hora que te levantaras dormilona, vas a llegar tarde - dijo mi madre en mi oído y mi mundo se detuvo. 

Era ella, realmente era ella después de todo el tiempo que he deseado escuchar su voz por fin, no me lo puedo creer. Si esto es un sueño no quiero despertar. Pero realmente lo será???




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