Segundas Oportunidades

Capitulo 19: Anna

—Que tengas un buen día, cariño. —Deposito un beso en la cabecita de Tomy y lo abrazo—. Recuerda lo que hablamos anoche, ¿sí?

—Lo prometo, mami. Te amo. —Mi niño me abraza más fuerte antes de entrar corriendo a la guardería.

—¿Hablaste con él acerca de la pelea? —Pregunta su maestra, Sara, cuando Tomy está lejos.

—Si. No me esperaba nada de lo que me dijo, pero lo hablamos. —Respondo sin querer entrar en detalles.

—Anna, la directora me contó lo que Tomy dijo, la razón por la cual se peleó con Bramdon. No sé si fue solo su imaginación o si es verdad lo que contó acerca de ti, pero quiero que sepas que te considero mi amiga y si quieres hablar, aquí estoy. —Posa una mano en mi hombro y me sonríe con complicidad.

—Gracias, Sara. Yo también te considero mi amiga y cuando esté lista, te lo contaré, lo prometo. —Trago fuerte al decir eso, sintiendo miedo y ansiedad.

—Bien. —Trata de relajarse y sonríe ampliamente—. ¿Cómo está tu primo?

Soltando una carcajada respondo:

—Bieeeeeen. Ayer le empecé a sacar el tema para lo de la cita contigo, pero nos interrumpieron y ya no pudimos hablar de eso, pero tranquila que en eso estoy. —Pienso en Rafa, lo que me dijo que pasa entre Becca y él y no sé qué pensar.

—Está bien, tú solo avísame. Yo sé esperar.

Nos despedimos rápidamente y me monto al auto en dirección a la empresa.

—Anna, el señor Foster quiere verte. —Dice Lucy a través del teléfono.

—Hazlo pasar, por favor.

A los segundos tocan la puerta y la abren.

—Buen día, señorita Dempsey. —Saluda mi jefe con voz ronca, luciendo un traje negro impecable.

—Buen dia, señor Foster, pase adelante, por favor. —Saludo de vuelta, tratando de no lucir nerviosa.

—Primero que todo, creo que como nos vamos a estar viendo a diario a partir del lunes, podríamos dejar los formalismos y tutearnos, llameme Luke, si quiere, por supuesto. —Me mira atentamente y eso solo me pone más nerviosa.

—Por supuesto, creo que eso estaría bien.

—Bien. —Sonrie levemente. —¿A que hora empieza la reunión?

—En diez minutos. —Respondo después de mirar el reloj—. Deberiamos ir caminando hacia la sala de juntas, así verifico que el desayuno esté listo, también.

—Vamos, quiero ver ese desayuno también. —Se toca su estómago por lo que lo observo y noto que aparenta estar tonificado—. Después de ti, Anna.

Se levanta y abre la puerta dándome campo para pasar primero.

—Gracias. —Susurro. Él sólo sonríe.

En la sala de juntas ya están todos los directivos, quienes observan con miedo a Luke, y está Rafa, quien alza las cejas al vernos llegar juntos a la reunión.
También están dos muchachas del caterine las cuales seguramente Becca envió para servirnos el desayuno.

—Buen día a todos. —Comienza Luke—. En breve empezaremos la reunión, por lo que vayan tomando sus asientos. —Todos se apresuran a sentarse y esperar más órdenes en estado tenso. Noto que Luke frunce el ceño y se tensa también.

—Ven, verifiquemos el desayuno. —Por alguna razón lo tomo de la mano y lo arrastró detrás de mi. Cuando él mira nuestras manos fijamente lo suelto rápidamente—. Lo siento.

—No, tranquila. —Murmura viendo mis manos.

—Bien, veamos... —Trato de enfocarme en otra cosa para quitar la incomodidad—. Hay frutas, tortitas, miel, huevos revueltos, tocino, queso, café, leche y jugo de naranja.

—Suena delicioso. Vamos a sentarnos, así podemos empezar a comer. —Añade observando con fascinación la comida.

Pido una tortita con miel y tocino, y un café con leche.

—Bueno, no sé por dónde empezar, así que me presentaré ya que veo rostros poco conocidos. —Empieza Luke mirando a los directivos. —Me llamo Luke Foster y soy el dueño y director de esta empresa. Llevo ya cinco años al frente de esta compañía, pero de lejos. La señorita Dempsey me tiene al día con todo lo que sucede mes a mes, pero he decidido que debo estar presente en las instalaciones, conocer a los trabajadores, ser un apoyo moral y físico, y por supuesto, convivir y trabajar con todos ustedes. Por mientras podemos hablar y conocernos mientras desayunamos.

Me gusta que piense en convivir con los trabajadores, eso demuestra humildad de su parte. Lo observo comer con hambre voraz hasta quedar satisfecho y cuando me atrapa mirándolo aparto la mirada, pero sé que es tarde cuando lo veo sonreír.

Al final de la reunión, todos están más relajados, le hacen preguntas a Luke y le preguntan por sus padres.
Todos se dispersan para seguir hablando unos minutos más antes de ir a trabajar.

Yo sigo sentada en mi puesto, terminando mi segundo café con leche cuando mi celular vibra.

De: Kerdyn 😊
Hola, nena. ¿Cómo amaneciste? 😘

                                                                                ​​Bien, ¿y tú?

Bien. Quería comentarte que Becca me envió a la oficina una invitación para celebrar el tercer aniversario de su empresa y quiero saber si tú vas a ir...

                                                                 Si, iré, por supuesto.

Bien, entonces te veré allá, nena. 😉


—Qué linda sonrisa. —Susurran a mi lado. Levanto la mirada asustada y observo a Luke.

—¿Disculpa? —Pregunto sin creer lo que me dijo.

—Te dije, que qué linda sonrisa. —Repite.

—Gracias. —Respondo sin saber qué decir.

—De nada. Es la verdad. —Mira mi celular y pregunta—. ¿Y qué te hacía sonreír así? si se puede saber, claro.

—Ah, es que estaba hablando con mi mejor amigo acerca de vernos mañana en un evento. —Frunce el ceño y posa una mano en su barbilla.

—¿Es un evento de la empresa?

—Oh no —Me apresuro en responder—, es el tercer aniversario de la empresa de mi mejor amiga, Becca. Su empresa es la encargada del servicio de caterine aquí.

—O sea, es la responsable de ese glorioso desayuno. —Añade con una sonrisa espléndida.

—Exacto. —Correspondo a su sonrisa inevitablemente—. Ella va a tirar la casa por la ventana para el evento y está invitando a todo el que conoce.

—Bueno, parece que será un gran festejo, espero que te diviertas mucho. —Sus palabras suenan sinceras.

Pienso unos segundos en que Luke de verdad me cae bien, es agradable, parece ser muy solitario y sé lo que se siente ser de esa manera. Para él debe ser extraño empezar a venir todos los días a la empresa, imagino que debe de sentirse como si fuera su primer día de trabajo, con un nuevo lugar, nuevos compañeros, nueva rutina...

—¿Te gustaría ser mi acompañante? —Pregunto sin pensar realmente. Abro los ojos desorbitados al escucharme decir eso y me sonrojo al ver su rostro sorprendido—. Eso sonó mal, lo siento. Quise decir que si quieres acompañarme mañana al evento. —Pasan unos largos segundos y me sigue mirando con sorpresa—. Realmente lo siento, no debí hacer ninguna de esas dos preguntas. Seguro tienes mejores cosas que hacer, además, seguro no quieres ir a festejar algo que no tiene nada que ver cont...

—Me encantaría ir contigo mañana. —Interrumpe abruptamente mi monólogo. Ahora la sorprendida soy yo y él aclara:—. Realmente me gustaría ir contigo. — Sus labios tienen una suave sonrisa y sus ojos oscuros tienen cierta calidez al observarme detenidamente.

—Bien. —Sonrio titubeante—. El evento empieza a las 19 horas, pero quiero estar ahí media hora antes para ayudar a Becca con algún último detalle que pueda faltar, así que si quieres te doy la dirección y puedes llegar a las 19 horas o un poco después.

—Anna, me acabas de invitar como tu acompañante, lo que me corresponde es pasar por ti en mi auto. —Señala relajadamente, aún mirándome atentamente.

—Oh, tranquilo. Por eso no te preocupes. Seguro sería tedioso pasar a recogerme y luego estar en el evento esperando que comience. —Le digo, porque no quiero que se aburra mientras ayudo a Becca en lo que pueda, pero sobre todo, la ayudo con los nervios, que ya sé como se pone.

—No es ni será ningún tedio, al contrario, será un honor para mí pasar por ti y acompañarte durante toda la celebración. —Sus ojos se profundizan haciendo que le crea, pues no dejan dudas de su sinceridad.

—Está bien, entonces te enviaré mi dirección por mensaje, ¿de acuerdo?

—Perfecto. —Sonríe de nuevo, relajado.

Saco mi celular para enviarle la dirección y remarco la hora. Saca su celular y ve mi mensaje. Alza una ceja al ver la hora remarcada en negrita. Abre la boca para decir algo cuando lo interrumpen.

—Disculpe jefe, ¿puedo llevarme un momento a mi prima? Necesito hablar con ella. —Rafa sonríe tenso y espera la aprobación de Luke.

—Claro, adelante. Yo debo irme ya, pero, te veo mañana Anna. —Se acerca y deja un beso en mi mejilla. Solo me da tiempo de sonrojarme antes de que él salga de la sala de juntas y desaparezca.

—¿Qué acaba de pasar? ¿Desde cuanto te despides así del jefe y que quiso decir con que te veía mañana?

El inquisidor Rafael al acecho, pienso aturdida y divertida a la vez.

Le cuento que invité a Luke al evento y le aclaro que él fue quien se despidió de mi, no al revés.

—Ay primita, estás muy rara con el jefe, muy cariñosa. —Suelta molestandome. Sus cejas suben y bajan repetidas veces, como insinuando algo.

—No seas bobo. Simplemente él me cae bien, es todo, ya te lo dije.

—Ajá... —Dice sonriendo condescendiente—. Cambiando de tema... ¿Cómo sigues después de lo de ayer con Tomy? —Mi humor cambia drasticamente y vuelvo a sentir un vacío en el estómago.

—Mal. Solo espero que Tomy de verdad me haga caso y no se pelee con nadie más, ni por mi ni por nadie. —Pienso en el horror que sentí cuando la directora me contó que se había peleado y el sudor frío que me recorrió cuando me enteré que Tomy es consciente de las veces que me despierto llorando y gritando o de las veces que el pánico que acecha y Rafa debe socorrerme—. Pensé que siempre había sido cuidadosa cuando entraba en crisis, pero... Tomy siempre se ha dado cuenta.

—Es que es un niño muy inteligente, Anna. —Su voz demuestra orgullo y preocupación a la vez. —Recuerda que hace unos meses me preguntó si tú me habías contado tus pesadillas, yo le dije que no eran nada, que estuviera tranquilo y como no volvió a mencionarmelo, pensé que lo había olvidado, pero evidentemente no fue así.

—Es más que eso, Rafa. Ayer que hablé con él me lo dijo todo: que me escucha cuando me despierto en media noche, me escuchar llorar, gritar, pedir ayuda y que sabe que algo malo me pasó. —Siento escalofríos al decir eso y Rafa se acerca para abrazarme—. No quiero que mi niño sufra por mi. Me dijo que le daba miedo cuando eso me sucedía y que no sabía que hacer cuando eso pasaba. —Limpio mi rostro al sentir resbalar las lagrimas y miro alrededor de la sala de juntas avergonzada de que los ejecutivos me vean en este estado, pero me sorprendo al verla vacía.

—Tranquila, todos se fueron hace unos minutos. —Aclara cuando nota mi sorpresa—. Anoche me dijiste que le aclaraste a Tomy que te pasaba por algo malo que te ocurrió, pero que sabías que estabas segura y no tenías miedo, en especial porque sabías que él estaba contigo, ¿cierto? —Cuando asiento, prosigue:—. Eso es bueno. Es bueno que lo hablaras con él, así le quitas la confusión y miedo que pueda sentir. Ya verás como lo de ayer no vuelve a pasar.

—Eso espero Rafa, de verdad. Me duele que él sufra por mi culpa.

—Ahora tranquila. Vamos a trabajar, así despejas tu mente un poco. —Me da una apretón en el abrazo y me suelta para irnos a nuestras oficinas.

El día pasa rápidamente y durante el almuerzo Rafa se ofrece a ir por Tomy para que yo pueda ir a comprarme un vestido para mañana, así que cuando es la hora de salida me voy a un centro comercial y comienzo la búsqueda.

Termino comprando dos vestidos, uno rojo y uno turquesa, espero que mañana pueda decidir cual ponerme. También me compré unos tacones y algunos accesorios para combinar.

Cuando llego a casa, Tomy y Rafa están muertos de risa viendo Bob Esponja y mi estomago retumba cuando me llega el olor a estofado.

—¡Qué rico huele! —Exclamo yendo a dejar mis compras a la recamara.

—Lo sé, para que veas cuanto te quiero. —Grita Rafa desde el sofá. Tomy suelta una risa al escucharlo.

Cuando termina la caricatura, nos sentamos en el comedor y comemos entre risas y bromas.

Tomy está entusiasmado por la fiesta y Rafa me comentó que Becca casi no le da su invitación, pero después de insistir terminó dándosela. Definitivamente tengo que someter otra vez a Rafa a un tercer grado acerca de Becca.

El Viernes se pasa volando y en un abrir y cerrar de ojos estoy en mi casa arreglandome para el evento.
Tara, la niñera que a veces cuida de Tomy y también es mi vecina, lleva puesto un vestido color verde lima precioso, el cual hace resaltar su figura y logra que su bello rostro de 19 años luzca resplandeciente.
Tomy tiene puesta una camisa gris manga larga, un corbatin negro y pantalón de vestir, negro también. Su cabello luce perfectamente peinado y él no para de verse en el espejo. Es un coqueto.

Me pruebo los dos vestidos que me compré ayer y la decisión es unánime, me pongo el rojo.

Es un vestido largo precioso, con escote palabra de honor lleno de brillos, con tiras extra delgadas que casi no se notan y de la cintura para abajo es suelto y vaporoso. Me encanta.
Le aplico ondas de calor a mi cabello y lo dejo suelto. Me pongo unos tacones negros que compré ayer y de todos los accesorios, solo me coloco un collar fino con un dije que corazón.
Me maquillo rápidamente con sombras rojas y oscuras, labios rojos, rimel y un poco de rubor.
Termino poniéndome perfume y tomo una cartera negra donde coloco lo esencial.

—Te ves hermosa, mami. —Los ojitos de Tomy me miran con adoración y estoy que me lo como a besos.

—Gracias mi amor, tú también estás muy guapo. —Su rostro se sonroja y sonrío al pensar que en eso se parece a mi.

Al ser las 18:00 mi celular suena anunciando un mensaje:


De: Luke Foster jefe

Hola. Estoy afuera justo a la hora que me dijiste. 😉


                                                                                   ¡Ya salgo!


—Ya vinieron a recogernos, vamos.

Tara agarra el bolso que contiene cosas de Tomy, como una camisa, un pantalón, juguetes, agua y una galletas... cosas que pueden ser útiles en una emergencia con Tomy.

Agarro de la mano a Tomy y los tres salimos de mi casa.

Cuando estamos en la calle rápidamente noto a Luke en frente de nosotros, recostado en su auto color azul rey, luciendo un traje gris oscuro que se le ajusta perfectamente al cuerpo. Me quedo sin respiración cuando lo miro detenidamente.

Es muy atractivo y sexy.

Me observa de pies a cabeza y abre la boca para decir algo, pero la vuelve a cerrar. Lo intenta de nuevo y vuelve a fallar.

Tomy mueve mi mano para llamar mi atención.

—¿Quién es él, mami? —Pregunta sin apartar los ojos de Luke.

Lentamente Luke baja la mirada y la enfoca en Tomy. Su rostro se llena de confusión. Rápidamente dirige sus ojos a mi y luego otra vez a Tomy. Ve nuestras manos sujetadas y palidece un poco.

El ambiente se llena de tensión y todo se vuelve incómodo. Siento que me sudan las manos al darme cuenta que Luke no sabe que tengo un hijo. Todos en la empresa lo saben así que asumí que él también lo sabía. Quiero decir, es mi jefe, por Dios. Se supone que sabe los detalles importantes y tener un hijo es algo muy, muy importante.

—Hola, Luke. —Saludo con una sonrisa que se siente tiesa en mi rostro—. Te presento a mi hijo Thomas, Tomy, él es Luke, mi... amigo.

Luke abre los ojos desorbitadamente al escuchar que lo presentó como mi amigo y no como mi jefe. Sinceramente, me cae bien y doy por hecho que ya que vamos a ir al festejo juntos, pasamos de ser simplemente jefe y empleada.

—Es un gusto, Thomas. —Saluda Luke. Se acerca a nosotros y le extiende la mano derecha a Tomy. Tomy la acepta a la vez que replica en voz baja:

—Igualmente, Luke. —Suelta la mano de Luke y se pega a mis piernas, como tratando de esconderse.

—Yo... no sabía que tu tenias... —Señala hacia Tomy y no continúa, no sé si por no saber qué decir o por no querer hablar del tema frente a mi hijo.

—Lo sé, me acabo de dar cuenta. —Replico rápidamente para que sepa que lo entiendo—. Lo siento, todos en la empresa lo saben, simplemente asumí que tú también.

—¡Demonios! —Exclama y sus ojos se abren asustados mirando a Tomy— Lo siento, no quise decir eso.

—Oye, tranquilo. No pasa nada. Creo que Rafa dice cosas peores frente a él. —Sonrio para que sepa que todo está bien, pero solo abre más los ojos y su piel se vuelve pálida.

—¿Rafa? ¿Tu esposo? —Murmura asustado.

—¿Qué? No. Rafa, mi primo... —Cuando me sigue mirando como si yo tuviera tres cabezas, continuo:— Rafael Hall, el Gerente de mercadeo.

—Oh... —Sus ojos se llenan con conocimiento y alivio. Luego se llenan de vergüenza y culpa, y luciendo totalmente adorable, sus mejillas se sonrojan—. Lo siento, debes pensar que soy un idiota... lo siento, no debí decir eso frente a tu hijo.

—Luke, de verdad, tranquilo. Todo fue un mal entendido, pero está todo bien y como dije, no tienes que disculparte, seguramente Rafa dice peores groserías cuando cuida de Tomy. —Sonrie con alivio y continuo con las presentaciones para dejar este momento atrás—: Ella es Tara, la niñera de Tomy. Nos va a acompañar para ayudarme durante la noche. Tara, él es Luke.

—Un gusto, señor. —Murmura ella. Su rostro parece un tomate de lo rojo que está y noto sus ojos brillantes al apreciar a Luke. Claramente él lo nota pues sonríe engreidamente cuando la toma de la mano.

—Un gusto, Tara. —Deposita un beso en el dorso de su mano y Tara casi casi se babea.

Completamente divertida observo la interacción, pero carraspeo para interruptirlos, pues temo que Tara se desmaye aquí mismo.

—Bueno, señoritas y señor, —Luke le sonrie a Tomy y se acerca a la puerta de su auto, la abre y sostiene—, vamos, suban.

Tara acomoda la silla de viaje de Tomy cuando ya se monta. Subimos a Tomy y le colocamos el cinturón.

—Anna, me encantaría que viajes en el asiento del copiloto, si no hay problema. —Me dice Luke desde afuera.

—Por supuesto. —Le respondo. Él, siguiendo con su caballerosidad, abre la puerta del copiloto y la sostiene de igual manera—. Gracias. —Le lanzó una pequeña sonrisa y me monto teniendo cuidado con el vestido.

Luke rápidamente camina hacia el otro lado del auto y se monta.

—¿Donde me dijiste que es la celebración? —Pregunta cuando enciende el motor.

—En el Castillo Thornewood. La verdad no sé exactamente donde queda, así que si no sabes por dónde es, puedo usar GPS.

—Sé donde queda. Ahí me han celebrado mi cumpleaños varias veces.

—Oh, bueno, supongo que no tendremos problemas en llegar entonces. —Susurro sonriendo, aunque por dentro estoy impresionada. No ha celebrado un cumpleaños ahí, si no varios. A Becca le costó demasiado poder alquilar por unas horas uno de los salones y el que logró conseguir es uno de los más pequeños.

—A tu amiga debe irle bastante bien si pudo alquilar el castillo. Cuando me celebran el cumpleaños ahí es impresionante, todos los salones, las decoraciones... es simplemente fantástico. —Comenta mientras estamos en un semáforo rojo.

—Le va muy bien, su empresa es reconocida, pero no alquiló el castillo completo, solamente un salón y tuvo que pelear e insistir mucho para conseguirlo. —Cuando Becca se propone algo, lo logra.

—Oh, ya veo. Igualmente será impresionante, estoy seguro.

—También lo creo. —Sonrio y deseo con todo mi corazón que esta noche a Becca le salga todo perfecto.

Diez minutos después Luke estacione frente al castillo y no puedo apartar la mirada de la estructura tan hermosa.

El Castillo Thorbewood está hecho de puro ladrillo por lo que la fallada es roja. Todo el terreno tiene césped verde, lleno de fuentes hermosas. Como ya está anocheciendo tienen las luces encendidas y se ve simplemente como un cuento de hadas.

—Es precioso. —Susurro.

—Mami, es como en las películas, ¿verdad? —Murmura Tomy. Me doy la vuelta en el asiento para verlo y sus ojitos no se apartan de las luces.

—Así es, bebé. Pero es incluso más hermoso que en las películas.

—Ven, Anna, te ayudo a bajar. —Escucho decir a Luke y cuando lo miro está afuera del auto con mi puerta abierta y con su mano extendida hacia mi, invitándome a salir.

—Gracias. —Suspiro. Tomo su mano y siento lo mismo que sentí en mi oficina, una sensación extraña al estar piel con piel. Él parece notar lo mismo que yo, pues muerde su labio inferior mientras me mira intensamente.

¡Hace calor, de repente!

Suelto nuestras manos y voy hacia la puerta trasera para sacar a Tomy del auto. Cuando estoy haciendo justo eso, siento que ya puedo respirar mejor.

Tara sale del auto también, ayudada por Luke, por supuesto y nos ponemos en marcha para entrar al Castillo.

Faltan cuarenta minutos para que la celebración comience por lo que seguramente sólo estarán Becca y sus ayudantes, pero así es mejor, quiero ayudarle en lo que pueda en este día.

—Señor Foster, ¿es usted? —Pregunta una señora rubia en la recepción mientras se acerca a nosotros—. Me pareció que era usted. No sabía que tenía una celebración hoy, ¿o es que se va a hospedar por hoy?

—Ninguna de las dos, Angelina. Vengo a acompañarlos a ellos a una celebración. —Contesta Luke en tono seco.

La mujer, Angeline, parece que ronda los treinta y cinco o cuarenta años, es rubia de ojos azules, alta y su figura como es de esperar, es hermosa. Ella se acerca tanto a Luke que me hace sentir extraña pues él se ve incómodo y su mandíbula tensa me hace saber que la señora no es de su agrado.

—Oh, dígame cuál es y los podré dirigir hasta allá. Usted sabe que es un placer servirle. —Le sonrie coqueta e intenta pegarse más a su costado. Luke se mueve rápidamente y se posiciona pegado a mi. Pasa un brazo por mi cintura, lo cual me sorprende y me aprieta levemente.

—Cariño, indícale a la señora cuál es la celebración de tu amiga. —Susurra Luke en mi oído, pero lo dice lo suficientemente fuerte para que Angelina escuche, pero también lo hacen Tara y Tomy quienes nos miran sorprendidos.

Tara toma a Tomy de la mano y se lo lleva un poco lejos para ver los alrededores y a la vez que él no vea nada de esto.

Cuando no sale nada de mis labios, Luke vuelve a apretarme levemente. Sinceramente estoy estupefacta, no sé qué me impresiona más, que me tenga abrazada, que yo lo esté disfrutando o que me llame cariño. Creo que las tres cosas.
Decido seguirle la corriente e intento salir de mi estupor.

—Claro. —Sonrio, pero siento mis labios temblar de nervios. —Debe estar registrado a nombre de Becca Colleman.

Angelina nos mira boquiabierta, repasa con la vista el brazo de Luke alrededor de mi cintura, todo el costado de él muy pegado al mío y sus ojos echan chispas cuando Luke deposita un beso en mi sien.

Fue un beso tan dulce que suspiro profundamente y sé que debemos dar la imagen de una pareja enamorada.

—Claro. Voy a buscar en el registro y les aviso. —Espeta Angelina antes de darse la vuelta e ir hacer lo que indicó.

—¿Luke? —Susurro.

—¿Hmmm? —Murmura.

—Puedes soltarme, ya se fue.

—Si, pero ahorita vuelve, así que aguanta un poco más ¿si? —Simplemente asiento sin saber qué más decir—. ¡Dios! Hueles delicioso. —Siento que huele mi cabello y luego mi cuello y algo en mi estomago se enrosca de una manera que solo me ha pasado con Kerdyn y me asusto.

—¡Tengo la información! —Medio grita Angelina cuando está de vuelta y me sobresalto pues no me di cuenta de su presencia por estar envuelta en las sensaciones de mi cuerpo—. Están en el salón blanco. Es el más pequeño que tenemos en el Castillo. Los acompañaría, pero no puedo dejar la recepción por ahora. —Termina, pero por las dagas que lanzan sus ojos es obvio que más que no poder acompañarnos, no quiere y la verdad me alegro.

—Tranquila, Angelina. Sé perfectamente donde se encuentra el salón blanco. Gracias. —Sonrie Luke y se despide con un gesto de su cabeza—. Vamos, cariño. —Se aleja un poco, pero no me suelta.

Le hago señas a Tara para que se nos una con Tomy mientras Luke nos indica el camino.

Tomy agarra mi mano y la sujeta fuerte, le devuelvo el apretón y cuando me mira le sonrio y parece relajarse.

—Aquí es. —Indica Luke. Hemos pasado otros salones que se veían espectaculares, en realidad todo el castillo es hermoso. Los pisos de mármol, paredes hermosamente decoradas y el techo es abovedado y lleno de luz. Luke abre las puertas dobles del salón y un jadeo escapa de mis labios y de los de Tara. Tomy rápidamente ubica a Becca y pidiéndome permiso corre hacia ella, quien cuando lo ve deja lo que estaba haciendo para abrazarlo y besarlo en los cachetes. Sonrio al ver el amor que se profesan. —Anna, discúlpame por lo de Angelina, te lo explicaré todo más tarde, ¿está bien?—. Aclara Luke en voz baja.

—Está bien, tranquilo. —Le sonrio para que sepa que todo está bien y se relaja visiblemente. —Por ahora, quiero que disfrutemos esta noche. Tú también Tara. —Aclaro cuando la veo mirando el salón con los ojos muy abiertos—. Sé que estás aquí para cuidar de Tomy, pero quiero que disfrutes todo lo que puedas, ¿de acuerdo?

—De acuerdo, Anna. —Sonrie ampliamente y los tres caminamos dentro del salón hacia Becca.




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