Aparte de los frecuentes casinos, hoteles de alta gama, espectáculos de entretenimiento y luces que nunca cesaban.. Las vegas también era famosa por otra cosa: capillas para boda en la carretera.
KyungSoo se encontró en una después te treinta minutos, en la madrugada del 17 de enero, sólo 5 días después de su cumpleaños número 25, a punto de casarse.
Sin su familia y sin el consentimiento de sus padres.
¿Qué estaba haciendo? ¿Qué tan desesperado se encontraba? ¿Obligar a un alfa a estar atado a él durante seis meses?
¿Él alto había aceptado esto con tanta facilidad? KyungSoo realmente no podía entenderlo. El alfa ni siquiera había aceptado el dinero.
Recordó los besos desenfrenados que habían compartido entre ambos, que lo desconcertaron y perturbaron, ya que, sí solo estaban fingiendo en ese momento para esconderse.. el envolver sus fuertes brazos alrededor de él resultó tan natural para el alfa, y KyungSoo no se había sentido tan seguro en mucho tiempo.
No fue del todo fingido. ¿Verdad?
KyungSoo cerró los ojos, los escalofríos recorrían su columna vertebral mientras se imaginaba las aleatorias ocasiones en las que había sorprendido al alfa mirándolo. Nadie lo había encontrado tan fascinante antes.
Es cierto que todavía no se había aprovechado de KyungSoo. Ni siquiera cuando le dejaba besarlo y abrazarlo en toda su vulnerabilidad.
¿Entonces por que? ¿Fue eso? ¿Porque estaba.. atraído por él?
No, KyungSoo negó con la cabeza. Su primera orden del día cuando regresaran a Corea sería redactar un contrato. Le cedería al alfa lo que le prometió en seis meses, ni más ni menos.
Durante el camino, el más alto parecía haber evitado mirarle mientras conducía el lujoso auto alquilado. Hubo los esperados silencios, KyungSoo podía sentir empatía, tampoco sabía que decirle para romper el hielo, el alfa le aseguró que estaba completamente soltero, por lo que KyungSoo no tenía que preocuparse por complicaciones adicionales. KyungSoo, a su vez, le dijo que tampoco estaba en una relación.
El más alto parecía como si hubiera querido preguntar el por qué pero no lo hizo.
Alguien tocó suavemente la puerta, dándole la espalda al presente. KyungSoo se giró cuando la puerta se abrió con un chirrido y el omega del dueño de la capilla se asomó. "¿Estás listo, querido?"
KyungSoo asintió con valentía. Él podía hacerlo. El omega más alto y mayor sonrió, sus ojos verdes se arrugaron en las esquinas. De manera afectuosa y maternal que hizo que KyungSoo sintiera dolor por la ausencia de su propia madre, el rubio omega tomó sus manos. "De los treinta omegas que vinieron aquí en las últimas horas, sin duda eres el mas hermoso."
Kyungsoo le devolvió la sonrisa con nostalgia. "Gracias."
El omega le entregó el ramo de rosas blancas de cortesía, evaluándolo amablemente. "Tenemos algunos esmoquin que puede pedir prestado si lo necesita. ¿Está seguro de que es lo que llevas puesto?"
KyungSoo se mordió el labio inferior y simplemente asintió. Para ser justos con el alfa que accedió a esta farsa, rápidamente le compró al omega una camisa y pantalones de vestir decentes e incluso zapatos de cuero en la exclusiva boutique del Palazzo para casarse. El tiempo no estaba de su lado, así que él más alto le había pedido al dependiente de la tienda que le diera el mismo conjunto de su talla y ambos se cambiaron allí mismo, dejando su ropa anterior en la tienda para que la desecharan. Y así fue como terminaron en la capilla.
"De acuerdo, tu magnífico alfa está esperando" dijo el omega caucásico, suspirando, tal vez sintiendo que algo andaba mal. "¿Nos vamos"
KyungSoo siguió al omega mayor fuera del probador sin decir una palabra más, agarrando el ramo blanco frente a él. Y allí vio al alto de pie junto al arco frente a la capilla, guapo e impecable, con la misma camisa de vestir blanca y pantalones grises que él mismo vestía. El alfa tenía la opción de dejarlo allí y, sin embargo, lo miraba sin parpadear, con la plena intención de no ir a ninguna parte.
El omega rubio les susurró que se prepararan.
"Solo danos un par de minutos", pidió JongIn y el omega mayor asintió, dejándolos solos mientras tanto.
JongIn recorrió tranquilamente el hermoso rostro de KyungSoo, como si sus ojos nunca se cansasen de hacerlo. Se encontró en una especie de conflicto. Aquí estaba entrando en un acuerdo en el que ambos se beneficiarían inadvertidamente, aunque de manera temporal.
¿Y que hay de JongIn?
Les gustaría que su propio matrimonio fuera un evento sagrado, único en la vida, como lo fue para sus padres y abuelos. Había soñado con el día en que se casaría con el omega de quien estaba desesperada e irrevocablemente enamorado, la persona cuyas pasiones, atributos e incluso imperfecciones se mezclaran bien con los suyos, con quien construiría una vida, alguien cuyos brazos podría llamar hogar. Había elegido estar solo durante cuatro años porque no había encontrado a una persona así.
¿Qué tan dispuesto estaba a tomar esta oportunidad con KyungSoo, cuando también sería la primera vez para él?
¿Qué pasaría después de seis meses? ¿Irían por caminos separados? ¿Podrían al menos hacerse amigos para aligerar la carga de medio año?
JongIn puso los labios en una línea firme, mientras todos estos pensamientos pasaban rápidamente por su cabeza.
KyungSoo no querría estar cerca de él una vez que descubriera por qué JongIn estaba de acuerdo con esto.
"Aún puedes cambiar de opinión", le dijo JongIn en voz alta, entendiendo muy bien la preocupación detrás de los grandes ojos del más pequeño.
"No, hyung, te dije que necesito.." Entonces la voz de KyungSoo se apagó mientras parecía avergonzado.