Señor de la fortaleza

Desesperanza 3

 

No paso mucho tiempo antes que la puerta volviera abrirse, Una Vina confundida abrió sus ojos y miro en la dirección del sonido que la había despertado, en la puerta un hombre mayor la miraba con interés, el hombre no era extremadamente viejo, se podría decir que estaba justo en la transición de la edad adulta a la vejez.

Esto era notorio por sus arrugas y uno otro mechón de pelo pintado de gris en su cabeza.

Vestía un traje a medida, claramente era un noble o tenía una posición que le imponía llevar tal vestimenta formal.

Lo primero que hizo el hombre al entrar fue recorrer a Vina con su mirada, después de hacer lo que parecía una inspección, pareció lucir satisfecho con lo que encontró y sonrió.

―Mucho gusto, mi nombre es Vicent.

Vina miro al hombre frente a ella con extrañeza y precaución, la estancia en la habitación le dio tiempo para pensar, su situación era bastante mala, si tomaba una decisión incorrecta, las consecuencias podrían ser catastróficas.

―Vina… mi nombre es Vina.

El hombre pareció notar lo nerviosa que lucía la niña frente a ella, e intento hablar de la manera más tranquilizadora posible.

―Es un lindo nombre, ese vestido que llevas te queda muy bien.

Aunque sus intentos solo lograron poner a Vina más en guardia, solo podía pensar en que sus palabras dulces se transformarían en maldiciones una vez que ella hiciera algo que le desagradara, una respuesta neutral debería ser lo más seguro.

―Gracias.

Vicent pareció querer decir algo, pero se detuvo para cerrar la puerta a su espalda. Tomo la silla que estaba en la esquina y se sentó en su posición. Luego de eso, volvió a mirar a Vina de arriba hacia abajo y hablo.

―Fui yo quien diseño ese vestido, dime que te parece.

Vina quedo aturdida luego de escucharlo, simplemente no podía relacionar el trabajo de confección de vestidos al hombre frente a ella. Por lo general, solo las mujeres estarían en contacto con estos trabajos, por no decir cualquier hombre, ninguno tocaría el hilo y la aguja en su vida, mucho menos un aristócrata que consideraban esa clase de trabajos como algo que estaba destinado solo a los de baja cuna.

―Es muy bonito.

Los pensamientos de Vina retrasaron su respuesta, ella solo dijo lo primero que paso por su mente, obviamente no había tenido el tiempo para inspeccionar el vestido que usaba.

―Me alegra que te gustara.

Vicent no noto el retraso en la respuesta de Vina o no le importo, parecía realmente feliz por la respuesta y hablo con alegría.

―Acércate.

Vicent palmeo el espacio de la cama junto a él.

Vina miro la distancia y la posición en la cama, ella realmente no quería acercarse, pero las consecuencias de no obedecer la obligaron a moverse, camino a paso lento tratando de retrasarse lo más que pudo. Ella se sentó encorvada y miro el suelo, probablemente habría cerrado sus ojos si no pensara que eso podría considerarse de muy mala educación.

Por otro lado, Vicent continuo felizmente. Señalo las partes del vestido mientras narraba los momentos de la elaboración como si se tratase de una batalla épica. Mientras tanto, Vina se alegró que las manos del hombre no la tocaran y respondía a cada comentario con asentimientos oportunos.

Para suerte de Vina, Vicent no parecía estar interesado en una evaluación verdadera, él solo quería presumir su trabajo, no le importaba su opinión en absoluto. Cuando parecía que las cosas resultarían en solo un trabajo de exhibición, Vicent cambio de tema.

―Muy bien, traje otros vestidos conmigo, por favor pruébatelos para mí.

Movió sus manos y acerco la maleta que trajo con él, la coloco sobre sus muslos, abriéndola en su dirección.

En la maleta se mostró lo que serían otros vestidos, pero obviamente Vina no estaba interesada en esto, su mente se enfocó en la parte de probar, ella no tenía problemas con seguir con esto, pero había un pequeño problema. Específicamente, la parte en que tenía que quitarse la ropa para cambiar de vestido.

Ella movió su mirada de los vestidos a Vicent, a lo cual el hombre respondió.

―No te preocupes, no me atrevería.

La felicidad paso a través de ella, lamentablemente, esto no duro mucho.

―Me daré la vuelta para que puedas hacerlo sin preocupaciones.

Vicent rápidamente entrego la maleta y se dio media vuelta.

Vina solo pudo observarlo sin decir nada, solo se quedó quieta mirando el espacio frente a ella.

Llegados a este punto, Vina solo quería rendirse, desde que llego a la ciudad solo había recibido maltratos sin parar.

Era incluso divertido que desde que empezaron sus problemas, la única persona, si se le puede llamar así, que le había brindado ayuda era un monstruoso espectro. Su familia la trato mal, los humanos la trataron mal y los nomiad también.

Ella ya había perdido toda esperanza en recibir cualquier tipo de ayuda, solo pensaba que, si obedecía y hacia todo lo que le dijeran, probablemente sufriría menos.



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En el texto hay: guerra, fansasia, transmigrar

Editado: 13.09.2021

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