Acariciaré tus curvas de mujer,
de mil maneras diferentes y a la vez,
hasta hacerte comprender,
amada mía,
que soy tan tuyo como tú eres mía.
Oírte susurrar o gritar, me da igual,
pero que de tu boca se desprenda,
cada sentimiento que tu alma guarda.
Quiero oír tu voz,
¿Cómo es mi cielo el sonido de tu dolor?
Oh! cuánto el lamento de tu llanto
el corazón me desgarra.
Canta,
canta para mí...
mi fiel guitarra.