Es empezarte a escuchar...
y todo lo demás enmudece.
Es empezar a caminar...
y el camino se desvanece.
El suelo ya no es suelo.
Se vuelve arena
o hierba, o cielo.
Y ya no soy nadie
ya no soy nada
o tal vez sí...
Soy las notas que suenan
soy la voz que canta
soy melodía
o el arpegio de una guitarra.
Y ya no puedo pensar
solo sentir y dejarme llevar
cerrar mis ojos y ver con claridad.
Quédate aquí, para sentirme en paz.