Paulina Mendoza:
¡Y aquí estoy! Comiendo palomitas y soda, viendo una película infantil, de lo último no me extraño, desde que los gemelos entraron a nuestras vidas, solo vemos ese tipo de película, fuera de nuestros trabajos mi familia y yo siempre compartimos con ellos, ya que nuestra prioridad, es que ellos estén bien, en todos los aspectos.
Observo al hombre a mi lado, con su cara de que no mata una mosca, algo me dice que el manipulo a los gemelos, para arrastrarme al cine, literalmente fue así, cuando salieron de la consulta, ellos corrieron hacia mí, diciéndome lo mucho que me aman, y que soy tan generosa y linda.
Cuando me cogieron de las manos y me llevaron al consultorio, donde Jaime estaba haciéndose el inocente, le quería retorcer su hermoso cuello, por manipulador, utilizar a mis sobrinos, para traerme aun cine, es caer bajo, pero que sabe el de decencia, si me abandono sin darme una explicación, y luego regresa después de muchos años como si nada.
Pero si cree que yo me he olvidado se equivoca, todavía puedo tener sentimientos por él, pero sé que eso no basta para formar una relación, también debe haber respeto confianza y ganas de luchar por esa relación, y él me dejo claro que no siente nada de eso por mí.
Pensándolo bien la película está bonita, lastima la compañía, mis sobrinos uno está a mi lado y otro al lado de Jaime dejándonos a los dos uno al lado del otro a mí me toca compartir con Eric, y Carlos comparte bebida y palomitas con Jaime.
Desde que salimos del hospital, trato de tener la mas mínima interrelación con él, lo veo inquieto como si quisiera hablar conmigo de algo, pero después de cómo me trato en su consultorio la vez pasada, he decidido mantenerme lejos de él, pero como dice el dicho de lo que no te gusta te llega a tu casa, y aquí estoy junto a el niño bonito, así le decía cuando éramos novios en el colegio.
Mis sobrinos me dicen que quieren ir al baño, me levanto con ellos, cuando Jaime me dice –déjelos que ellos se desenvuelvan solos, necesitan valerse por sí mismos, son pequeños logros que los llenara de confianza poco a poco, si los hacemos dependientes les cuarteamos su iniciativa, y las ganas de crecer libre.
Lo observo, aun en la oscuridad de la sala, se pueden ver sus finos rasgos, lo primero que me atrajo de él, fue su belleza física, a quien engaño, este hombre con los años se ha puesto mejor, sacudo mi cabeza, en que estoy pensando, parece que mis hormonas están disparadas, solo asiento mi cabeza en señal de que entendí su punto y me vuelvo a sentar en mi sitio.
Mis sobrinos se van, los observo hasta que se pierden, y no puedo ver más que la puerta cerrada, luego siento que Jaime se mueve en su asiento, llamando mi atención hacia él y de inmediato él agarra mi mano, acercándose a mi oído para susurrarme, -Tenemos que hablar, es de vida o muerte.
Me quedo en una pieza, que significa de vida o muerte, lo primero que llega a mi cabeza, es que los gemelos, están peor de lo que pensábamos, y me paraliza el miedo de que les pase algo malo.
Dígame que pasa, -aquí no más tarde cuando los niños estén jugando en el parque, podremos hablar con calma, -y así como si nada, este hombre me dejo en ascuas, no dije nada más, estamos en un cine, y lo que más molesta son cuando la gente comienza a conversar y se escucha ese murmullo, a mí no me gusta así que no digo más, en eso llegan los niños y me quedo más tranquila, solo por ahora, pero igualmente el miedo está latente, ¿qué será?, ¡ahí Dios! Porque no me hiciste más paciente, y lo peor con una mente voladora, que se dispara para todos lados, cuando estoy preocupada, respiro, si eso es lo que debo hacer, debo tranquilizarme, pero no puedo y si es algo grave que no tiene cura, si les dio esquizofrenia, o depresión infantil ¡Dios ayúdame! Me voy a volver loca hasta cuando salga de aquí, y la que va a necesitar un psicólogo seré yo, aunque si es tan guapo como Jaime con gusto me vuelvo loca, ahí está lo dicho, mi mente se disparó, necesito salir de aquí o concentrarme en la película, si lo último es la mejor idea, más tarde sabré la respuesta a todas mis interrogativas.
Y ahora que lo pienso mejor, Jaime me dijo que iríamos a un parque al salir de aquí, y este quien le dijo que yo iría con él a otro lugar, en verdad, que se está tomando demasiadas confianzas, ¡pero qué hago! Si no voy como sabré lo que está pasando con los gemelos.
Si aunque no quiera compartir tiempo con este hombre, tengo que ir con él, para que me diga lo que está pasando, no es que vamos a estar solos, habrá muchas más personas, yo y las películas que yo me formo en la cabeza, en definitiva debería escribir un libro de ficción, se me ocurre cada cosa.
Jaime Rodríguez:
El cine fue una tortura para mí, estaba tan cerca de ella, y a la vez tan lejos, y ahí tome la decisión de hablar con ella de todo, desde que me fui sin decirle nada, hasta lo que está pasando ahora, si quiero un futuro con ella, debo ser honesto y confiar en ella, sé que me entenderá, primero me dirá del mal que voy a morir, y luego de que lo piense, me dirá si acepta mi amistad, aunque eso no es lo que quiero, peor es nada, y ese es el inicio para llevarla a mi terreno, mi Paulina es una mujer muy inteligente, pero sobre todo es un poco ingenua y confiada de las personas.
De ahí me voy a prender para acercarme a ella, sin llamar la atención y poco a poco la conquistare nuevamente, como dice mi nana el que la sigue la consigue, y yo voy hacer mi lucha, no me voy a rendir, no señor.
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Editado: 23.11.2024