Paulina Mendoza:
Por fin sonó el timbre de la ultima hora de clase, en mi vida he querido que corra más rápido el tiempo como hoy, ¡no sé cómo llegar a la casa para saber, si ya tenemos la custodia total de los gemelos!, y si estos días llenos de agonía llegaron a su fin, tanto para mis hermosos como para nosotros.
Voy saliendo presurosa, y me encuentro con Carmina, la profesora de décimo año, ella me detiene prácticamente parándose frente mío, le sonrió y digo, -hola Carmina que se te ofrece, tengo algo de prisa, -Hola Pau, estaba por preguntarte como les iba con el asunto de los gemelos, pobre de ustedes perdieron la custodia de los niños, -me puse en modo alerta, recordando lo que dijo Luis en la mañana, el sapo se pondrá en contacto con nosotros, para saber que hicimos y con la información que le demos, ayudar a José.
Sonrió y le respondo amablemente, -ni te imaginas esos niños son mis sobrinos, sangre de mi sangre, y para nosotros es tan doloroso estar separados de ellos, pero igual José es su padre, nosotros no peleamos por la custodia, ya que después de su madre él es encargado de cuidar de sus hijos.
-Pensé, que le iban a poner las cosas difíciles a José, después de todo ellos son los herederos directos de tu hermana, -No como crees, el dinero se hace trabajando, y ellos todavía son unos niños, solo podrán obtener ese dinero cuando sean adultos, así que su padre tiene que mantenerlos por ahora, -quería decirle de todo, algo me dice que esta es la traidora, pero trato de ser cautelosa.
-¡Ah! Yo pensé que podrían cobrar ese dinero ahora, -no para nada, es un fideicomiso, solo podrán recibirlo a la mayoría de edad, para que ellos mismo lo administren.
-Mira nada más, lo desconfiada que era tu hermana, -no solo precavida.
Bueno te dejo, que tengo que ir a la farmacia a comprarle un medicamento a mi madre, que esta delicada de salud, como tú mismo sabes a ellos les dolió la pérdida de su hija y ahora de sus nietos.
-Si amiga, lo siento no sabía que estabas apuradita, -claro no eres adivina para saber, igual me enviaron un mensaje para que se los llevara al salir del trabajo.
Chao cuídate, y mantenme formada, -ya Carmelina cualquier cosa te cuento después chao, -ella se acerca a despedirse con un beso en la mejilla, ya se lo que sintió Cristo cuando Judas lo traiciono y luego lo entrego con un beso.
Salgo de ese lugar, con una sensación horrible, estoy casi segura que fue ella, hasta hace poco pregunte y nadie más se había acercado a preguntar, y solo Carmelina de buenas a primeras aparece.
Ahora que lo pienso mejor, en la época de que mi hermana falleció, ella se hizo bien allegada a mí, y me preguntaba tantas cosas, yo como ingenua pensé que era porque se preocupaba por mí, pero ahora caigo, ella le daba toda la información que me sacaba a mí a José, claro de esa manera él supo del dinero y jugo muy bien sus cartas, y como toda tontuela recién caigo en cuenta que ella después que se llevaron a los gemelos nunca más me contacto.
Quiero caerme a cachetadas yo mismo por tonta.
Mejor no, cuando le cuente a Patricia ella misma me las dará, estoy más que segura.
Estoy en la puerta de la Institución Educativa, y veo un vehículo sospechoso, todo oscuro y con vidrios con pantalla oscura también, ese auto nunca lo había visto, sigo mi camino, y me dirijo a la farmacia, en verdad necesito comprarle el medicamento a mi madre, para calmarle los nervios.
Salgo con mi medicina, y el vehículo me sigue, estoy pensando que José debe estar muy enojado, y quiere atraparme para sacarme información, estoy a punto de comenzarme a comerme las uñas de los nervios, cuando recibo una llamada de Jaime, me regreso de nuevo a la farmacia, para contestar, -Dime Jaime, estoy aquí en una farmacia escondida un vehículo oscuro me persigue,-si lo sé yo lo mande para que te cuidara a la distancia, tu cuñado es alguien muy peligroso, no se tocara el corazón para hacerles daño, sé que se escapó, y ahora anda prófugo, mis hombres ya lo tienen bajo vigilancia, pero igual puede tener contactos que hagan su trabajo sucio.
¿Tú sabes dónde está?, -claro que lo sé, pero es algo más complicado, de lo que te imaginas solo confía en mí, no te quiero asustar, pero él y mi padre trabajan para personas muy peligrosas, tenemos que atraparlos a todos al mismo tiempo.
Sabes algo no eres un buen psicólogo, si tratas de calmarme, no lo estas logrando, me estas asustando más hombre.
-No te preocupes, mis hombres te están custodiando a ti y a tu familia, yo sé que no soy bueno tranquilizándote, pero tengo que ser sincero contigo para que sepas con que estas lidiando, y no te cojan descuidada.
Gracias por ayudarme, no te lo había podido agradecer antes, -solo confía en mí, y recuerda que aunque no me veas, siempre estoy protegiéndote.
Escucha atentamente, en la mañana intentaron secuestrar el vehículo en que yo iba al trabajo, pero mis hombres pudieron librarse de ellos fácilmente, pero eso fue un indicio claro de que ellos me quieren a mí, por suerte ya estoy bien escondido en Chile, y le vamos a quitar el poder que tienen en la Farmacéutica.
Como dices eso así sin más, como sino importara, imagínate si te hubieran atrapado, ¡Dios Mío!, Jaime cuídate.
-Eso es lo que estoy haciendo, por lo mismo te aviso, para que estés preparada, si veo que necesito sacarlos de su vivienda y colocarlos en mi casa lo are.
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Editado: 23.11.2024